El 1 de mayo, los siete nuevos ministros del presidente Gustavo Petro se posesionaron oficialmente en sus cargos, entre ellos el titular de la cartera de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo que reemplaza a Carolina Corcho, impulsora de la reforma al sistema. Los demás funcionarios que integran el gabinete son Ricardo Bonilla (Ministro de Hacienda), Luis Fernando Velasco (Ministro del Interior), Jhenifer Mojica (Ministra de Agricultura), William Camargo (Ministro de Transporte), Mauricio Lizcano (Ministro de las TIC) y Yesenia Olaya (Ministra de Ciencia).
En su discurso, el presidente Petro reiteró que la reforma a la salud se mantendrá tal y como está, expresando al ministro Jaramillo la responsabilidad que asume para que sea aprobada en el Ejecutivo. Al mismo tiempo, invitó al Congreso de la República a reflexionar sobre los múltiples cambios que constituyen las banderas gubernamentales en diferentes ámbitos.
“La reforma a la salud debe ser aprobada en el Congreso”: presidente Petro
Sobre la reforma a la salud, Petro mencionó que “la esencia del proyecto tiene que ver con que los dineros públicos de la salud los maneja el público, no unas entidades que engordan, precisamente impidiendo que la gente tenga atención médica. Esto implica que Colombia, por primera vez, pueda tener un sistema fuerte y prioritario de atención primaria y prevención en la salud, que es lo que abarata los costos del sistema, pero que también garantiza que todo colombiano y colombiana pueda acceder a esos servicios”.
Como señaló el presidente, el hecho de que haya cambiado el titular de la cartera, no significa que la propuesta gubernamental será reajustada. Si la iniciativa se aprueba, en palabras de Petro, “implica que Colombia pueda tener por primera vez un sistema fuerte, prioritario de atención primaria y prevención en salud, que es lo que al final abarata los costos pero también garantiza que todo colombiano o colombiana pueda acceder a esos servicios”.
El presidente aprovechó la posesión del gabinete ministerial para hacer referencia a la coalición de los partidos políticos, hoy disuelta. Al respecto, el mandatario expresó que los criterios expuestos en la reforma a la salud habían sido aceptado por las bancadas y que “retrocedieron por las presiones. Las presiones provienen de un grupo de poder, del interés creado a través de la Ley 100, que es el de aquellas personas que se enriquecen con el dinero público que es el dinero de todos”; dicho grupo, en palabras presidenciales, “logró desestabilizar las discusiones en el Congreso de la República”.
