Diferenciar entre una ‘gripe fuerte’, resfriado común y una infección respiratoria es clave, incluso, puede salvar vidas al evitar automedicarse. Actualmente, Bogotá y varias regiones del país se encuentran en un pico de infección respiratoria, han aumentado las visitas a los centros hospitalarios por síntomas como tos, dolor de garganta, mocos, esfuerzo al respirar. Por eso, entender la gravedad y la causa de los síntomas es esencial.
“Un resfriado común es causado principalmente por virus y afecta las vías respiratorias superiores es decir nariz y garganta, mientras que la Infección Respiratoria Aguda (IRA) puede ser causada por virus o bacterias y afecta tanto las vías respiratorias superiores como las inferiores es decir bronquiolos, bronquios, pulmones y puede ser más grave”, dice Sandra Liliana Cuervo, profesional de Gestión Riesgo Primario, de EPS Famisanar.
La diferenciación en los síntomas también es una gran ayuda. “En el resfriado común sus síntomas son leves como congestión nasal, estornudos, dolor de garganta leve, tos ocasional, pero en la IRA se pueden presentar síntomas más graves como tos persistente y severa, fiebre alta o que no mejora con medicamentos o medios físicos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, fatiga extrema, dolor muscular, sonidos extraños al respirar (sibilancias, roncus, estertores), problemas de oxigenación se pueden manifestar por palidez”, agrega la experta.
Es clave no automedicarse sin tener un diagnóstico adecuado
Por esto, la no automedicación ni en niños ni en adultos es clave. Automedicarse al pensar que se trata de un simple resfriado, puede ser peligroso porque impide un diagnóstico adecuado, y puede llevar a un tratamiento inapropiado y a una complicación de la condición. “Los microorganismos patógenos que las ocasionan pueden ser virales o bacterianos y cada uno de ellos tienen un tratamiento diferente, cuando se realiza automedicación como el uso de antibióticos sin prescripción de parte de un profesional de la salud, a lo largo del tiempo el organismo inicia un proceso de resistencia a los antibióticos y cada vez será más difícil combatir enfermedades de origen bacteriano”, asegura Sandra Liliana Cuervo.
Factores de riesgo de una infección respiratoria aguda
Los bebés y niños menores de cinco años son los más propensos a las complicaciones causadas por IRA. Factores como prematurez o con bajo peso al nacer, defectos congénitos, malnutrición, sistema inmune débil aumentan el riesgo de contagio.
No obstante, hay varias medidas que se pueden aplicar en casa para prevenirla:
Asistir a las consultas de valoración integral y citas de seguimiento con los profesionales de la IPS asignada.
- Lavado frecuente de manos.
- Evitar el contacto con persona que presenten sintomatología respiratoria
- Evitar que los niños menores de 1 año estén en lugares concurridos o con aglomeraciones.
- Uso de tapabocas en mayores de 2 años cuando presenten síntomas respiratorios.
- Completar el esquema de vacunación regular de niños y niñas menores de seis años, con vacunas como la del neumococo.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener los hogares limpios, libres de humo y ventilados.
- En época invernal, abrigar bien a los niños y niñas cubriendo boca y nariz evitar salir con ellos.
- No llevar los niños y niñas a jardines, colegios, guarderías sí están con síntomas respiratorios esto contribuye a la propagación de virus y complicación por contagio de otros microorganismos.
- Asegurar un estado nutricional adecuado.
- Asistir a las consultas de valoración integral y citas de seguimiento con los profesionales de la IPS asignada.