Todo lo que debes saber sobre el cáncer de ovario

El cáncer de ovario suele referirse a los distintos tipos de cáncer que tienen su origen en las células del ovario, las trompas de Falopio o el peritoneo.
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En términos generales, el concepto de “cáncer de ovario” suele aplicarse para referirse a los distintos tipos de cáncer que tienen su origen en las células del ovario, las trompas de Falopio o el peritoneo. Estos tipos de cáncer están estrechamente relacionados y, por lo general, se abordan de manera similar en lo que respecta a su tratamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de ovario es el séptimo cáncer más común en mujeres en todo el mundo y la octava causa principal de muerte por cáncer en mujeres.

¿Cuál es la modalidad de cáncer de ovario más frecuente y dónde inicia?

Según cancer.net hay investigaciones recientes señalan que la mayoría de los casos de cáncer de ovario/trompas de Falopio se presentan como carcinoma seroso de alto grado (CSAG) y en su mayoría, el cáncer tiene su inicio en el extremo distal o externo de las trompas de Falopio. A partir de ahí, se extiende hacia la superficie de los ovarios y más allá.

En vista de este nuevo conocimiento, algunos médicos sugieren la remoción de las trompas de Falopio en lugar de su ligadura o atadura para propósitos anticonceptivos (como método para evitar embarazos futuros). Además, en ocasiones, se recomienda la extirpación de las trompas de Falopio cuando una mujer se somete a una cirugía no relacionada con el cáncer, y no tiene intención de concebir en el futuro.

Este enfoque podría prevenir el desarrollo de este tipo de cáncer más adelante. Le instamos a dialogar con su médico para explorar si esta opción podría ser adecuada para su situación.

Dado que las superficies de los ovarios, el revestimiento de las trompas de Falopio y las células que recubren el peritoneo están formadas por tipos similares de células, la mayoría de estas afecciones se asemejan al ser examinadas bajo el microscopio.

Es poco común que surja cáncer peritoneal después de la extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio. En línea con el cáncer de ovario, algunos tipos de cáncer peritoneal pueden originarse en las trompas de Falopio y propagarse desde el extremo de las mismas hacia la cavidad peritoneal.

¿Qué dice el Instituto Nacional de Cancerología sobre el cáncer de ovario?

De acuerdo al Instituto Nacional de Cancerología, la edad promedio de aparición de cáncer de ovario es de 59 años, y el 80% de las veces aparece en mujeres posmenopáusicas. En Colombia, se estima que cada año ocurren alrededor de 2,092 casos y mueren 1,154 mujeres entre los 30 y 84 años por cáncer de ovario. 

Solamente durante el período de 2007 a 2011, se registró una tasa de incidencia de 1,279 casos por cada 100,000 habitantes, ubicándose en la séptima posición entre las enfermedades neoplásicas en mujeres, después de los cánceres de mama, cuello uterino, colon, estómago, tiroides y pulmón.

Tipos de cáncer de ovario y de las trompas de Falopio y sus categorías

Los tipos de cáncer de ovario y trompas de Falopio comprenden principalmente tres categorías:

  • Carcinoma epitelial, que representa la gran mayoría, entre el 85% y el 90%, de estos cánceres. Se subdividen en varios tipos, como serosos, endometrioides, de células claras, mucinosos, mixtos y neoplasias malignas raras, incluyendo tumores de Brenner. La mayoría de estos cánceres son serosos de alto grado (CSAG) y a menudo se originan en las trompas de Falopio. Algunos son carcinomas serosos de bajo grado (CSBG) y pueden surgir de los ovarios.
  • Neoplasias malignas de células germinales, una forma poco común que se desarrolla en las células que producen óvulos en los ovarios. Esto generalmente afecta a mujeres jóvenes, entre 10 y 29 años. Los tipos incluyen disgerminomas, teratomas inmaduros, tumores de senos endodérmicos (TSE) y tumores del saco vitelino, además de carcinomas embrionarios.
  • Tumores estromales de los cordones sexuales, una variante rara de tumor ovárico que se origina en el tejido conectivo que rodea y mantiene unidos los ovarios. Este tejido a menudo produce hormonas femeninas, como estrógeno y progesterona. La mayoría son tumores de células granulares, y más del 90% se clasifican como tales en adultos y niños. Pueden causar sangrados vaginales anormales debido a la secreción de estrógeno. También existen otros tipos, como los tumores de células Sertoli-Leydig y los tumores de células esteroides.

Es importante destacar que lo que antes se consideraba “cáncer de ovario” en muchos casos se ha descubierto que se origina en las trompas de Falopio. Estos cánceres suelen comenzar en el extremo exterior de las trompas, cerca de las fimbrias, que son cruciales para la fertilización. Casi todos estos cánceres son de tipo seroso, en su mayoría CSAG, aunque en raras ocasiones, otros tipos pueden originarse en las trompas de Falopio.

Factores de riesgo

Varios factores inciden en el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y trompas de Falopio:

Antecedentes familiares: Un historial familiar destacado de cáncer de mama u ovario/trompas de Falopio aumenta el riesgo. Se cree que esto se debe a mutaciones genéticas heredadas que se transmiten de generación en generación. Es fundamental obtener un historial familiar preciso para tomar medidas preventivas.

Genética: Entre el 10% y el 20% de los casos de cáncer de ovario/trompas de Falopio se relacionan con mutaciones genéticas heredadas, como BRCA1 y BRCA2. Las pruebas genéticas se recomiendan, incluso si no hay antecedentes familiares de estos cánceres.

Afecciones genéticas: Algunos síndromes genéticos, como el Síndrome de Lynch y el Síndrome de Peutz-Jeghers, aumentan el riesgo de estos cánceres. Otros, como el Síndrome de Li-Fraumeni y la Ataxia-Telangiectasia, también pueden influir.

Edad: El riesgo aumenta con la edad, siendo las mujeres mayores de 50 años más propensas a desarrollar estos cánceres.

Peso: La obesidad temprana en la vida adulta se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de ovario/trompas de Falopio.

Endometriosis: Esta afección, en la que el tejido uterino crece fuera del útero, podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer de ovario.

Origen étnico: Mujeres de ascendencia norteamericana, europea del norte o judía askenazi tienen un riesgo elevado, especialmente si presentan mutaciones en los genes BRCA.

Antecedentes reproductivos: Factores como el inicio temprano de la menstruación, la nuliparidad, la infertilidad inexplicada, la no toma de anticonceptivos orales y una menopausia tardía pueden influir en el riesgo.

Terapia de sustitución hormonal (TSH): El uso de TSH con estrógenos solos después de la menopausia aumenta el riesgo de cáncer de ovario/trompas de Falopio, y el riesgo es mayor con una duración prolongada de uso.

Asimismo, y de acuerdo al Instituto Nacional de Cancerología: “las mujeres con dos o más familiares con cáncer de ovario tienen mayor riesgo de desarrollarlo; por lo tanto, deben consultar con mayor frecuencia a su ginecólogo”.

Diagnóstico del cáncer de ovario

Esta es una enfermedad difícil de diagnosticar debido a la alta costo efectividad de los procedimientos. Sin embargo, sí existen métodos que incluyen exploración física, análisis de sangre, ultrasonido, tomografía computarizada (TC) y, en algunos casos, una biopsia para confirmar el tipo de cáncer. 

Estos son algunos de los procedimientos de detección de este tipo de cáncer:

  • Examen pélvico abdominal: Generalmente, el primer paso es este examen, donde el médico palpa órganos como el útero, los ovarios y otros, en busca de anomalías o masas. Sin embargo, algunos cánceres son tan pequeños que no pueden ser detectados mediante este método. Importante mencionar que la prueba de Papanicolaou, habitual en el examen pélvico, no sirve para diagnosticar este tipo de cáncer, ya que está diseñada para detectar el cáncer de cuello uterino.
  • Análisis de sangre (CA-125): Este análisis mide el nivel de CA-125, un marcador tumoral que tiende a elevarse en mujeres con cáncer de ovario/trompas de Falopio. Es más preciso en mujeres posmenopáusicas, pero puede dar resultados falsos positivos en mujeres menores de 50 años con condiciones médicas como endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria y fibromas uterinos. Existen otros marcadores tumorales, como el HE4, aunque no se ha comprobado su eficacia en la detección temprana de estos tipos de cáncer.
  • Ecografía transvaginal: Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes detalladas de los ovarios, incluyendo quistes y tumores, mediante la inserción de un transductor en la vagina. Se están investigando sus posibilidades para la detección temprana del cáncer de ovario/trompas de Falopio.
  • Tomografía computarizada (TC): Usando rayos X, esta exploración toma imágenes en tres dimensiones del cuerpo, ayudando a medir el tamaño del tumor y determinar la extensión del cáncer. Para mejorar la claridad de las imágenes, a veces se administra un tinte especial llamado medio de contraste.
  • Tomografía por emisión de positrones (TEP) o TEP-TC: Este procedimiento combina una sustancia radiactiva y un escáner para crear imágenes que muestran áreas del cuerpo con alta actividad metabólica, como las células cancerosas. Solo se utiliza en casos específicos.
  • Resonancia magnética (RM): En lugar de rayos X, la RM utiliza campos magnéticos para obtener imágenes detalladas. Ayuda a medir el tamaño del tumor y, antes de la exploración, se puede administrar un medio de contraste para una imagen más nítida.
  • Paracentesis: En este procedimiento se extrae el fluido peritoneal acumulado en el abdomen, conocido como ascitis, y se analiza bajo el microscopio en busca de signos de cáncer.
  • Biopsia: La biopsia implica la extracción de una pequeña cantidad de tejido para un diagnóstico definitivo. A menudo se realiza como parte de la cirugía inicial, pero también en casos de incertidumbre diagnóstica. Un patólogo, especializado en pruebas de laboratorio, evalúa las muestras.
  • Pruebas moleculares del tumor: Además de las pruebas genéticas hereditarias, el médico puede recomendar pruebas de laboratorio en el tumor para identificar genes específicos, proteínas y mutaciones somáticas. Estas pruebas ayudan a guiar el tratamiento y pueden incluir la búsqueda de mutaciones en BRCA1, BRCA2 y la detección de la deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento (MMR) en ciertos tipos de cáncer de ovario.

Estos métodos de diagnóstico pueden variar dependiendo de la situación individual de cada paciente y de la recomendación del médico.

Estadificiación del cáncer para cáncer de ovario, de las trompas de Falopio y peritoneal según la FIGO

El estadio es una manera convencional de caracterizar el cáncer, lo que facilita la colaboración de los profesionales de la salud en la planificación de los tratamientos más adecuados. Los médicos determinan el estadio del cáncer a través del sistema de clasificación de la FIGO.

Estadio I: El cáncer se encuentra solo en los ovarios o las trompas de Falopio.

Estadio IA: El cáncer se encuentra solo dentro de un ovario o una trompa de Falopio. No hay cáncer sobre la superficie de los ovarios ni las trompas de Falopio, ni tampoco en el abdomen.

Estadio IB: El cáncer está en ambos ovarios o trompas de Falopio. No se detecta cáncer sobre la superficie del ovario ni la trompa de Falopio ni en los lavados ni el fluido peritoneal.

Estadio IC: El cáncer está en uno de los ovarios o las trompas de Falopio, o en ambos, con cualquiera de los siguientes:

Estadio IC1: El tumor se rompe mientras se está extirpando quirúrgicamente, lo cual se denomina derrame quirúrgico intraoperatorio.

Estadio IC2: Antes de la cirugía se rompe la pared tumoral o hay cáncer en la superficie del ovario o la trompa de Falopio.

Estadio IC3: Se encuentran células cancerosas en la acumulación de fluido en la cavidad abdominal, llamada ascitis, o en las muestras de fluido de la cavidad peritoneal obtenidas durante la cirugía.

Estadio II: El cáncer compromete uno de los ovarios o las trompas de Falopio, o ambos, y se ha diseminado debajo de la pelvis o es un cáncer peritoneal.

Estadio IIA: El cáncer se ha diseminado hasta el útero o las trompas de Falopio o los ovarios.

Estadio IIB: El cáncer se ha diseminado a otros tejidos dentro de la pelvis.

Estadio III: El cáncer compromete uno de los ovarios o las trompas de Falopio, o ambos, o es un cáncer peritoneal. Se ha diseminado al peritoneo fuera de la pelvis o a los ganglios linfáticos retroperitoneales (ganglios linfáticos que recorren los vasos sanguíneos más importantes, como la aorta) detrás del abdomen.

Estadio IIIA1: El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos retroperitoneales que se encuentran en la parte posterior del abdomen, pero no a las superficies peritoneales.

Estadio IIIA1(i): Las metástasis miden 10 milímetros (mm) o menos.

Estadio IIIA1(ii): Las metástasis miden más de 10 mm.

Estadio IIIA2: El cáncer se ha diseminado microscópicamente de la pelvis hasta el abdomen. El cáncer puede o no haberse diseminado a los ganglios linfáticos que se encuentran en la parte posterior del abdomen.

Estadio IIIB: El cáncer se ha diseminado visiblemente más allá de la pelvis hasta el abdomen y mide 2 centímetros (cm) o menos, con o sin diseminación a los ganglios linfáticos retroperitoneales. Un centímetro es aproximadamente igual al ancho de una lapicera o un lápiz estándar.

Estadio IIIC: El cáncer se ha diseminado visiblemente más allá de la pelvis hasta el abdomen y mide más de 2 cm, con o sin diseminación a los ganglios linfáticos retroperitoneales.

Estadio IV: El cáncer se ha diseminado a los órganos que se encuentran fuera del área abdominal.

Estadio IVA: El cáncer se ha diseminado hacia el líquido que rodea los pulmones.

Estadio IVB: El cáncer se ha diseminado al hígado o al bazo o a órganos que se encuentran más allá del abdomen, incluidos los ganglios linfáticos de la ingle y fuera de la cavidad abdominal.

Tratamiento

Debido a la difícil detección de esta enfermedad, y de acuerdo al Dr. Daniel Sanabria, director del Centro de Cuidado Clínico del cáncer epitelial de ovario, “el 70% de los pacientes van a llegar con una enfermedad avanzada (estadios 3 y 4) y entre el 15 y 30% pueden llegar en estadíos 1 y 2”.

El cáncer de ovario, de las trompas de Falopio y peritoneal es tratado mediante una variedad de opciones de tratamiento, que incluyen cirugía, terapias con medicamentos y, en algunos casos, radioterapia. Estos tratamientos se seleccionan de acuerdo a varios factores, como el tipo, el estadio y el grado del cáncer, así como las preferencias y la salud general de la paciente. Es importante mencionar que la información proporcionada aquí se basa en las normas de atención en los Estados Unidos y que las opciones de tratamiento pueden variar según la ubicación.

Cirugía

  • La cirugía es un tratamiento fundamental para el cáncer de ovario, trompas de Falopio y peritoneal. Un oncólogo ginecólogo es el especialista que se encarga de realizar este tipo de cirugía, que puede ser realizada de forma mínimamente invasiva o mediante una incisión abierta.
  • Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir la extirpación de ovarios, trompas de Falopio, útero, ganglios linfáticos, tejido omentum, y otros tejidos afectados.
  • La cirugía de reducción de masa es utilizada en pacientes con cáncer avanzado para extirpar la mayor cantidad de tumor posible antes de la quimioterapia.
  • Efectos secundarios de la cirugía: La cirugía puede causar efectos secundarios que van desde dolor y sensibilidad temporal hasta la menopausia temprana y dificultades para quedar embarazada en el caso de la extirpación de ovarios. El riesgo de efectos secundarios graves, como infecciones o lesiones en otros órganos, también existe.

Terapias con medicamentos:

  • La terapia sistémica involucra el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Los medicamentos se administran a través del torrente sanguíneo y pueden incluir quimioterapia, terapias dirigidas y terapia hormonal.
  • La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir células cancerosas. Puede administrarse antes o después de la cirugía, o como tratamiento principal. La quimioterapia puede tener efectos secundarios que varían según la paciente y la dosis utilizada.
  • Los inhibidores de PARP son un tipo de terapia dirigida que se enfoca en células con mutaciones en genes como BRCA, impidiendo su reparación y crecimiento. También pueden utilizarse en pacientes sin estas mutaciones, especialmente si presentan una deficiencia en la reparación del ADN.
  • Los inhibidores antiangiogénicos bloquean el crecimiento de vasos sanguíneos en el tumor. Bevacizumab es un ejemplo y puede combinarse con quimioterapia.
  • La terapia de mantenimiento con terapia dirigida se utiliza para mantener la remisión en pacientes cuyo cáncer respondió bien a la quimioterapia inicial.
  • La terapia hormonal, que incluye tamoxifeno y otros medicamentos, se usa en ciertos tumores de bajo grado y en tumores del estroma.

Radioterapia:

  • La radioterapia se utiliza en casos específicos de cáncer de ovario, generalmente después de la quimioterapia, para tratar tumores serosos de bajo grado o cánceres recurrentes localizados.
  • Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga y reacciones en la piel.
  • Es importante recordar que las decisiones de tratamiento se toman considerando múltiples factores, y la paciente debe hablar con su equipo médico sobre los posibles beneficios y riesgos de cada opción. También se menciona la importancia de la participación en ensayos clínicos, ya que estos estudios de investigación pueden ofrecer tratamientos novedosos y mejorar la atención a pacientes con cáncer de ovario, trompas de Falopio y peritoneal.

Este manejo es la recomendación de la sociedad americana de oncología clínica en el año 2020.

Es importante tener en cuenta que estos tratamientos pueden tener efectos secundarios y que el tratamiento adecuado dependerá de la situación individual de cada paciente y de la recomendación del médico. 

Si se ha sido diagnosticado con cáncer de ovario, es importante hablar con el médico sobre las opciones de tratamiento disponibles y los posibles efectos secundarios.

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