En el marco del día de la salud y seguridad en el trabajo (SST), el Consejo Colombiano de Seguridad dio a conocer los riesgos laborales que amenazan a las empresas e industrias de nuestro tiempo. Según la organización, los factores detectados generan un impacto directo sobre las condiciones laborales y pueden agravar otras condiciones existentes en este ámbito.
Riesgos biológicos: nuevas enfermedades y resistencia a antimicrobianos
En el siglo XXI, emergencia de nuevas enfermedades y el agravamiento de algunas ya conocidas, junto con la resistencia a los antimicrobianos y la exposición a agentes patógenos en ciertos ambientes de trabajo, están complicando significativamente el panorama de la salud y la seguridad laboral. Estos desafíos hacen que mantener entornos de trabajo seguros y saludables sea cada vez más difícil, evidenciando la necesidad de estrategias adaptativas y robustas en la gestión de la salud ocupacional.
Gran parte de la situación está ocasionada por el uso desmedido de antibióticos. Tanto en medicina humana como en medicina veterinaria, esto promueve el desarrollo de cepas bacterianas resistentes, complicando el tratamiento de diversas infecciones y aumentando los riesgos para la salud de trabajadores que están en contacto directo con estos patógenos, como es el caso del personal sanitario.
Frente a estos retos, es crucial que las organizaciones implementen medidas preventivas eficaces. Entre estas se incluyen la educación y capacitación sobre la identificación de riesgos biológicos, el empleo correcto de equipos de protección personal, la actualización continua de los esquemas de vacunación, una gestión eficiente de los residuos y un seguimiento riguroso de la salud de los trabajadores. Estas acciones son fundamentales para mitigar los impactos de estas amenazas emergentes y garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados en todos los sectores, especialmente en las áreas con mayores riesgos laborales.
Riesgos laborales derivados del cambio climático y desastres de origen natural
El cambio climático, la escasez de recursos y la pérdida de biodiversidad afectan de manera significativa la salud y el bienestar de los trabajadores en diferentes industrias. Fenómenos como el incremento en las temperaturas no solo alteran los ecosistemas, sino que también impactan directamente las condiciones laborales, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción y el turismo, donde las actividades al aire libre son predominantes. Este impacto se manifiesta en síntomas como insolaciones, agotamiento y una reducción general de la productividad, con la consecuente pérdida de horas de trabajo.
Adicionalmente, el calor extremo repercute de manera específica en la capacidad de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que temperaturas alrededor de los 33 o 34 °C pueden mermar la capacidad laboral de los empleados hasta en un 50%, cuando estos realizan tareas de esfuerzo moderado. Este agotamiento no solo afecta la productividad, sino que también eleva el riesgo de incidentes en el trabajo.
La disminución en los niveles de concentración y el incremento en la probabilidad de errores, especialmente en actividades esenciales para la seguridad, son consecuencias directas de estas condiciones climáticas adversas. Se estima que en 2030 se perderán más del 2 % de las horas de trabajo en el mundo debido al calor extremo.
Riesgos psicosociales derivados del uso de tecnologías
La revolución tecnológica marcada por el avance de la inteligencia artificial, la robótica, el big data, el Internet de las Cosas (IoT) y la realidad aumentada está redefiniendo los procesos industriales y comerciales. Estas tecnologías traen consigo una serie de beneficios, como el aumento de la eficiencia operativa y la reducción de costos. Sin embargo, también presentan nuevos desafíos para la seguridad y salud de los trabajadores, ya que la digitalización y la automatización pueden exacerbar riesgos psicosociales tales como la ansiedad, el tecnoestrés, la sobrecarga de información, la despersonalización, la pérdida de empleos y la dificultad para adaptarse a los cambios rápidos que impone la tecnología.
Paralelamente, el incremento del trabajo remoto y del teletrabajo, acelerado por circunstancias globales recientes, ha introducido desafíos adicionales en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo (SST). Este modelo de trabajo puede incrementar la probabilidad de accidentes laborales y exacerbar problemas psicosociales, ya que muchas veces falta un entorno laboral estructurado y supervisión directa, aumentando el aislamiento y las dificultades en la gestión del tiempo y del espacio de trabajo.
Ante este escenario, se vuelve crucial que los Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) no solo identifiquen y evalúen los riesgos asociados a estas nuevas modalidades de trabajo, sino que también implementen políticas adaptativas. Estas deberían incluir el derecho a la desconexión fuera de horarios laborales, capacitación continua para la adaptación tecnológica, aseguramiento de transiciones laborales justas y un liderazgo proactivo que apoye a los trabajadores en la integración de estas nuevas tecnologías, creando un ambiente laboral seguro y saludable en la era digital.
Y no son los únicos riesgos para la salud de los trabajadores…
El Consejo Colombiano de Seguridad alerta sobre otros peligros para los trabajadores: los riesgos asociados a productos químicos y la transición energética. En el primer caso, la Organización Panamericana de la Salud estima que el 19 % de todos los casos de cáncer están relacionados con la exposición ambiental, incluyendo el lugar de trabajo. En el segundo caso, se requiere diseñar e integrar políticas sociales y de mercado de trabajo para las industrias que dependen de los combustibles fósiles, promoviendo el uso de equipos de protección personal (EPP), la evaluación y gestión de riesgos, entre otros.
“Los riesgos laborales aquí expuestos son desafíos que requieren atención inmediata. No solo tienen el potencial de impactar negativamente la salud y el bienestar de los trabajadores, sino también la continuidad misma de los negocios. Es imperativo que las organizaciones empiecen a considerarlos de manera prioritaria en sus matrices de riesgos”, señaló Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS).
