OPS y Canadá destacan logros del segundo año en la campaña para erradicar el tracoma en las Américas

OPS y Canadá reunieron a nueve países para presentar avances del segundo año de la Iniciativa contra el tracoma: atención primaria, WASH e interculturalidad.
OPS y Canadá destacan logros del segundo año en la campaña para erradicar el tracoma en las Américas

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Durante la Segunda Reunión Anual de la Iniciativa para la Eliminación del Tracoma en las Américas, impulsada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Gobierno de Canadá, nueve países de la región compartieron experiencias y resultados clave del segundo año de este programa. Entre los logros destacan la expansión de servicios de atención primaria en comunidades remotas, la integración de enfoque de género e interculturalidad y el lanzamiento de un curso virtual de WASH que fortalece la prevención de esta infección ocular.

Contexto y relevancia de la Iniciativa para la Eliminación del Tracoma

El tracoma es una infección ocular causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede derivar en ceguera irreversible si no se trata a tiempo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 125 millones de personas viven en áreas endémicas, y alrededor de 1,9 millones sufren alguna discapacidad visual asociada a esta enfermedad en América Latina y el Caribe.

Ante tal situación, la OPS, con el apoyo financiero de 15 millones de dólares canadienses, lanzó en 2023 la Iniciativa para la Eliminación del Tracoma en las Américas, con el objetivo de aplicar de manera coordinada la estrategia SAFE (cirugía, antibióticos, limpieza facial y mejoras ambientales) y consolidar sistemas de vigilancia en los países participantes . Esta alianza estratégica, que involucra a gobiernos locales, comunidades indígenas y organizaciones de salud internacionales, se centra en eliminar el tracoma como problema de salud pública para el año 2030.

Resultados y logros del segundo año de implementación

Entre el 21 y 22 de mayo de 2025, cerca de 70 delegados de los Ministerios de Salud de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Perú y Venezuela participaron de manera virtual en la Segunda Reunión Anual de la Iniciativa . Durante este encuentro, los representantes presentaron las estrategias implementadas y los avances alcanzados en las acciones contra el tracoma durante el segundo año de ejecución.

  • Expansión de servicios de salud integral: Gracias a la colaboración interinstitucional, se fortalecieron las capacidades de los equipos de atención primaria en zonas rurales y de difícil acceso, alcanzando más de 120 comunidades en las nueve naciones participantes .
  • Integración de enfoques de género e interculturalidad: Aplicar una perspectiva que respete la cosmovisión y prácticas culturales de comunidades indígenas ha sido fundamental para aumentar la aceptación de estudios epidemiológicos y tratamientos, especialmente entre poblaciones vulnerables .
  • Cooperación interprogramática e intersectorial: La articulación de programas de salud ocular con iniciativas de agua, saneamiento e higiene (WASH) ha permitido abordar determinantes sociales de la salud y maximizar recursos, potenciando la sostenibilidad de las intervenciones.

El Dr. Sylvain Aldighieri, director del Departamento de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles (CDE) de la OPS, enfatizó que “el trabajo más importante se hace a nivel de atención primaria en el terreno. La eliminación del tracoma en las Américas ha sido posible gracias a un enfoque estructurado, adaptado a las particularidades culturales y sociales de una enfermedad fuertemente ligada a la pobreza extrema”.

Asimismo, recordó que México se convirtió en 2017 en el primer país de la región en eliminar el tracoma como problema de salud pública, señalando que las lecciones aprendidas de ese proceso han servido como guía para otras naciones.

Estrategias clave: SAFE, WASH y capacitación virtual

Estrategia SAFE

La estrategia SAFE, promovida por la OMS desde 1993, se basa en cuatro componentes esenciales:

  1. Cirugía (Surgery): tratamiento de casos avanzados de triquiasis para prevenir la ceguera.
  2. Antibióticos (Antibiotics): administración masiva de azitromicina en comunidades endémicas.
  3. Limpieza facial (Facial cleanliness): promoción de prácticas de higiene ocular, especialmente en niños.
  4. Mejoras ambientales (Environmental improvements): asegurar el acceso a agua potable y saneamiento adecuado.

Durante la reunión, varios países compartieron tasas de cobertura del componente “A” (antibióticos): se reportó que más del 80 % de la población infantil en áreas endémicas recibió tratamientos en masa, superando las metas de la primera fase de la iniciativa. Asimismo, se presentaron cifras preliminares de intervenciones quirúrgicas en casos con triquiasis avanzada, con más de 1 500 procedimientos realizados en Colombia y Brasil durante el último año.

Enfoque WASH y curso virtual

El acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH) se destacó como pilar fundamental para prevenir el contagio y la propagación del tracoma. En consecuencia, la OPS lanzó durante la reunión el curso virtual de autoaprendizaje “Agua, saneamiento e higiene (WASH) y Salud: Trabajando juntos”, disponible en el Campus Virtual de la Salud Pública de la OPS. Este curso, desarrollado de manera conjunta por los departamentos de CDE y de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en la Salud (DHE) de la OPS, busca capacitar a profesionales de la salud y gestores locales en la planificación e implementación de proyectos WASH centrados en la equidad y la participación comunitaria.

Entre los contenidos del curso destacan:

  • Estrategias de abastecimiento de agua segura en zonas rurales aisladas.
  • Diseño de programas de saneamiento adaptados a realidades culturales específicas.
  • Promoción de higiene facial en programas escolares y comunitarios.

Estas herramientas formativas permitirán estandarizar criterios de intervención y facilitarán la replicabilidad de modelos exitosos en otros contextos, fortaleciendo la sostenibilidad de los resultados.

Enfoque intercultural y participación de comunidades indígenas

La integración de la perspectiva intercultural fue uno de los aspectos más subrayados durante el cierre de la Segunda Reunión, a cargo de Juanita Ovalle, terapeuta maya y defensora del conocimiento ancestral en salud. Su testimonio evidenció que el respeto por las prácticas tradicionales y el diálogo de saberes han sido determinantes para ganar la confianza de las comunidades. “El tracoma no solo es un problema médico, sino social y cultural. Escuchar y validar la cosmovisión indígena permite que las intervenciones sean percibidas como propias y, por ende, más efectivas”, afirmó Ovalle.

En algunos territorios de Guatemala, por ejemplo, se implementaron talleres comunales donde se combinaron rituales de purificación con acciones de limpieza facial, lo cual multiplicó la participación de las familias. Asimismo, en la Amazonía peruana, el uso de promotores de salud indígenas facilitó la identificación temprana de brotes y la distribución oportuna de antibióticos, alcanzando a comunidades situadas a más de 200 km de centros urbanos.

Retos pendientes y perspectivas para el tercer año

A pesar de los avances, los delegados coincidieron en que persisten desafíos estructurales, tales como la dispersión geográfica de las zonas endémicas, la escasez de recursos humanos capacitados y la necesidad de garantizar financiamiento sostenible después del periodo inicial de cinco años. En Bolivia y Venezuela, por ejemplo, se identificaron dificultades logísticas para el envío de insumos médicos a áreas fronterizas remotas, lo cual retrasó algunas campañas de distribución masiva de antibióticos.

En respuesta a estos obstáculos, la OPS propone reforzar la vigilancia epidemiológica mediante sistemas de información digital basados en dispositivos móviles, lo que permitiría detectar y responder a casos de forma más ágil. Asimismo, se planteó la creación de un fondo rotatorio interpaís, administrado por la OPS y el Gobierno de Canadá, para abastecer de manera continua antisépticos, antibióticos y materiales quirúrgicos en las zonas más vulnerables.

Por otro lado, los participantes acordaron intensificar los esfuerzos de comunicación social y educación comunitaria durante el tercer año, con el fin de transformar hábitos de higiene y reforzar la atención en salud ocular primaria. Para ello, se desarrollarán materiales audiovisuales multilingües (español, portugués, quechua, aimara y lenguas mayas) que serán difundidos en medios locales y redes sociales, buscando incidir en la población joven y escolar.

Impacto y compromisos de los países participantes

  • México: Por haber eliminado el tracoma como problema de salud pública en 2017, actúa como mentor. En el último año, reforzó la capacitación de brigadas que trasladan servicios de oftalmología móvil a comunidades indígenas en Chiapas y Oaxaca.
  • Colombia: Fortalece redes de atención primaria con énfasis en población desplazada y comunidades rurales. Se reporta un incremento del 25 % en detección de casos sospechosos en población indígena de la Amazonía.
  • Brasil: Consolidó alianzas con universidades locales para incluir el tracoma en los planes de estudio de medicina y enfermería, garantizando formación continua a nuevos profesionales en regiones endémicas.
  • Perú: Extendió coberturas de tratamiento masivo en comunidades amazónicas y lanzó una aplicación piloto para seguimiento de casos, que ya ha captado a más de 500 usuarios en Loreto y Ucayali.

Además de los avances técnicos, todos los países se comprometieron a consolidar políticas públicas que favorezcan la sostenibilidad de la iniciativa, asegurando la asignación de presupuestos nacionales para el tracoma y garantizando la articulación entre niveles de gobierno (nacional, regional y local).

Rumbo a la eliminación del tracoma: próximos pasos y compromisos

La Iniciativa para la Eliminación del Tracoma en las Américas demuestra que, con un enfoque multisectorial e intercultural, es posible avanzar de manera sostenida en la erradicación de enfermedades ligadas a la pobreza extrema. El segundo año de implementación ha dejado lecciones fundamentales: la relevancia de la atención primaria de salud adaptada a realidades culturales, la importancia de la inversión sostenida (como la aportación canadiense de 15 millones de dólares) y la eficacia de combinar intervenciones médicas con estrategias de agua y saneamiento (WASH). Aun cuando persisten retos como la dispersión geográfica de las poblaciones vulnerables y la necesidad de fortalecer la vigilancia, los resultados alcanzados marcan un hito en la historia de la salud pública regional.

De cara al tercer año, la OPS y el Gobierno de Canadá, junto con los países participantes, se comprometen a ampliar la cobertura de tratamiento, consolidar sistemas de información digital y reforzar la educación comunitaria. Al sumar esfuerzos con redes de atención primaria, comunidades indígenas y actores intersectoriales, la meta de eliminar el tracoma como problema de salud pública en las Américas para 2030 se mantiene al alcance, siempre y cuando se garantice la continuidad de las políticas, el financiamiento y la articulación entre todos los niveles de la cadena sanitaria.

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