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Virus del ébola podría reaparecer en el organismo y persistir después del tratamiento

Algunos brotes del virus del ébola en África se han relacionado con una infección persistente en pacientes que habían sobrevivido a brotes previos.
Virus del ébola podría reaparecer en el organismo y persistir después del tratamiento
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En la revista científicaScience Translational Medicine se publicó un estudio que realizó el Instituto de Investigación Médica del Ejército de Estados Unidos en el que afirman que el virus del ébola puede esconderse en el cerebro y persistir incluso años después del tratamiento con anticuerpos monoclonales.

Algunos brotes del virus del ébola en África se han relacionado con una infección persistente en pacientes que habían sobrevivido a brotes previos. Es decir, que el virus reaparece por un sobreviviente con infección persistente asintomático, esto se evidenció en el rebrote que se presentó el año pasado en Guinea.

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No obstante, era desconocido el lugar del organismo donde se alojaba el ébola persistente, ya que incluso hubo reaparición en pacientes que ya se habían tratado previamente. Parece ser que la particularidad del virus es que reaparece en pacientes que fueron tratados con un tratamiento especifico.

Para encontrar el “escondite” del virus, los investigadores utilizaron un modelo de primate no humano, el que mejor recapitula la enfermedad del virus del ébola en humanos, para abordar estas cuestiones.

“El nuestro es el primer estudio que revela el escondite de la persistencia del virus del ébola en el cerebro y la patología que causa la posterior enfermedad mortal relacionada con el virus del ébola en el modelo de primate no humano. Descubrimos que alrededor del 20% de los monos que sobrevivieron al ébola tras el tratamiento con anticuerpos monoclonales seguían teniendo infección persistente, específicamente en el sistema ventricular del cerebro, en el que se produce, circula y contiene el líquido cefalorraquídeo, incluso cuando el virus del ébola se había eliminado de todos los demás órganos”, explica el líder de la investigación, Kevin Zeng.

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El ébola persistente ¿una nueva amenaza para la salud?

Durante el ensayo se evidenció que dos monos que se habían recuperado tras ser tratados con anticuerpos monoclonales presentaron una recurrencia de síntomas graves de la infección y fallecieron por la misma causa. Se observó inflamación severa en el cerebro y no se halló evidencia de otra patología o infección viral que pudiera provocar estos signos clínicos.

De hecho, ya se han registrado casos similares en seres humanos supervivientes de ébola, un ejemplo citado es una enfermera británica que sufrió meningoencefalitis nueve meses después de recuperarse de una enfermedad grave por el virus. En este caso se había tratado previamente con anticuerpos durante el mayor brote de ébola en África (2013-2016).

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Además, han documentado el caso de un paciente vacunado que había sido tratado seis meses antes recayó y murió al final del brote de 2018-2020 en la República Democrática del Congo (RDC). Por desgracia, ese caso también dio lugar a muchas transmisiones posteriores entre humanos.

En los últimos años el equipo ha realizado varios estudios con primates y producto de estos se demostró que el virus se elimine de la mayoría de órganos, puede esconderse y persistir en regiones específicas de otros órganos como los ojos, los testículos y el sistema ventricular del cerebro.

“El virus del ébola persistente puede reactivarse y provocar una recaída de la enfermedad en los supervivientes, lo que podría causar un nuevo brote”, ha resaltado otro de los responsables de la investigación, el doctor Jun Liu.

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Es preciso recordar, que el virus del ébola provoca una de las enfermedades más infecciosas y mortales conocidas en el mundo y sigue siendo una amenaza a la salud global, especialmente en África, donde se presentaron tres brotes en 2021. Actualmente hay dos vacunas y dos tratamientos basados en anticuerpos monoclonales para prevenir y tratar el ébola.

“Afortunadamente, con estas vacunas y anticuerpos monoclonales aprobados, estamos en una posición mucho mejor para contener los brotes. Sin embargo, nuestro estudio refuerza la necesidad de realizar un seguimiento a largo plazo de los supervivientes del ébola, -incluso de los supervivientes tratados con anticuerpos terapéuticos, para prevenir el recrudecimiento. Esto servirá para reducir el riesgo de reaparición de la enfermedad, al tiempo que ayudará a evitar una mayor estigmatización de los pacientes”, ha remachado Zeng.

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