La reciente decisión del presidente Gustavo Petro de realizar un cambio en los interventores de las EPS intervenidas por su administración ha generado un intenso debate en el sistema de salud colombiano. Este movimiento, liderado por el nuevo superintendente nacional de Salud, Giovanny Rubiano García, pone en el centro de atención la gestión de las EPS y la sostenibilidad del modelo de salud en el país. Sin embargo, las críticas y cuestionamientos no se han hecho esperar, con expertos, legisladores y analistas señalando tanto los desafíos estructurales como los resultados de las medidas implementadas hasta ahora.
Un remezón en la gestión de las EPS
En su cuenta en la red social X, el presidente Petro delineó tres órdenes clave para los nuevos interventores de las EPS intervenidas, destacando la urgencia de investigar actos de corrupción, garantizar la transparencia en la gestión de recursos y asegurar una atención adecuada para los usuarios.
Entre las EPS afectadas por las intervenciones gubernamentales se encuentran entidades como Emssanar, Asmet Salud, SOS EPS, Nueva EPS y Famisanar, que representan un porcentaje significativo del aseguramiento en el país. La intervención ha sido justificada bajo argumentos de insostenibilidad financiera y fallos administrativos, pero los resultados no han sido alentadores.
Impacto de las intervenciones
La intervención en las EPS ha llevado a un incremento en las quejas de los usuarios y el deterioro financiero de las entidades, según el informe presentado por el senador David Luna:
- Nueva EPS: Como la mayor EPS del país, que asegura al 20% de la población, ha registrado un aumento del 15% en las quejas de sus afiliados desde la intervención. Además, persiste una falta de transparencia en la gestión de sus recursos.

- Sanitas: Con casi 6 millones de usuarios, esta EPS ha visto un incremento del 7% en las quejas y un aumento en sus deudas de $90 mil millones de pesos entre 2023 y 2024.

- Famisanar: Los usuarios de esta EPS, concentrados principalmente en la región Andina, han presentado un 23% más de quejas desde la intervención. Sus deudas han crecido en $200 mil millones de pesos, y los indicadores de siniestralidad sugieren que los problemas financieros persisten.

La senadora Norma Hurtado Sánchez, del Partido de la U, criticó las medidas tomadas por el presidente y sus delegados, afirmando que mientras no se solucione la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y no se agilice el flujo de recursos hacia los prestadores, la crisis se agravará. “El Gobierno del Cambio puede reemplazar a los interventores de las EPS tantas veces como quiera, pero mientras la UPC siga siendo insuficiente, la crisis solo empeorará”, señaló.
Factores subyacentes y escenarios de futuro
La crisis en las EPS intervenidas no solo refleja fallos en la gestión administrativa, sino también problemas estructurales del sistema de salud colombiano. La demora en la aprobación de la reforma a la salud propuesta por el Gobierno ha exacerbado las dificultades financieras del sector.
En palabras del presidente Petro, el sistema se encuentra “como un dominó que va cayendo”, agravado por “la demora del Congreso de la República en aprobar la ley, la reforma que es para salvar el sistema”. Petro también hizo énfasis en la existencia de redes que desvían recursos hacia paraísos fiscales, calificando esta situación como un acto de robo al pueblo colombiano.
¿Es la Intervención una solución viable?
El debate sobre la efectividad de las intervenciones está lejos de resolverse. Si bien el Gobierno insiste en que estas medidas son necesarias para garantizar la sostenibilidad del sistema, los resultados actuales generan escepticismo en varios sectores.
El analista Vicente Calvo resumió la situación señalando que “la intervención gubernamental parece haber llegado demasiado tarde y con estrategias insuficientes para corregir los problemas de fondo. La inercia y la falta de controles previos han permitido el crecimiento de una crisis que ahora será muy difícil revertir”.
“La Nueva EPS se intervino al menos 4 años tarde; nadie puso la alarma a tiempo y el fraude se fue fraguando. […] Mi alarma con la falta de resguardo de reservas técnicas […] es la principal causa de estos hechos de corrupción en la mayoría de las EPS”.

Con la llegada de Giovanny Rubiano García a la Superintendencia Nacional de Salud, se espera que las políticas de intervención sean revisadas y ajustadas. Sin embargo, los desafíos estructurales, como la insuficiencia de recursos y los problemas de corrupción, requerirán soluciones más profundas y coordinadas.