Ante la crisis que enfrenta actualmente el sistema de salud colombiano, el Centro de Estudios Económico ANIF, dio a conocer un análisis detallado sobre la situación actual en cuanto a los aspectos financieros y de solvencia de las EPS y detalló las potenciales implicaciones sobre el servicio de salud bajo las medidas que ha interpuesto recientemente el Gobierno Nacional. Además, cuestionó si el país está frente a una crisis inducida del sistema de salud.
La semana anterior, el gobierno Nacional anunció su decisión de intervenir las dos EPS más grandes del país, EPS Sanitas y la Nueva EPS, que tienen más de 15.7 millones de afiliados. Entre las razones para la intervención de EPS Sanitas, la Supersalud sustentó el aumento de quejas de la entidad y la falta de cumplimiento de requisitos financieros, tales como contar con un nivel mínimo de patrimonio adecuado, así como de reservas técnicas.
En cuanto a la intervención de la Nueva EPS, la entidad veedora señaló que dentro de los motivos de esta medida están las irregularidades en su contabilidad. Como respuesta a esta situación, Compensar EPS optó por solicitar su liquidación voluntaria y retirarse del Sistema General de Seguridad Social.
Aunque el Gobierno ha afirmado que la intervención de las EPS busca corregir problemas y favorecer a los usuarios, desde ANIF han expresado su preocupación por esta decisión, dado que la situación financiera de las EPS refleja una gestión inadecuada de las finanzas del sistema de salud por parte del Ejecutivo. Además, esto conlleva riesgos para el flujo de recursos y pone en peligro el acceso y la efectividad de la atención médica.
Análisis detallado de las deudas y la solvencia financiera de las EPS
Según información de la ANIF, desde el comienzo de este año, la Corte Constitucional ha señalado problemas con la fijación, ajuste y pago de los Presupuestos Máximos (PM), uno de los principales fondos para financiar la salud y por ende ha ordenado al Ministerio de Salud liquidar las deudas pendientes con las EPS.
Aunque la ADRES ha transferido aproximadamente $1,1 billones, correspondientes al período entre 2023 y los primeros meses de 2024, esta suma no cubre el déficit al que se enfrenta el sistema.Según estimaciones de la ANIF, este déficit asciende a cerca de $10 billones, como lo han indicado en informes anteriores.
Además de los desafíos relacionados con los PM, la falta de cumplimiento en los pagos por parte de la ADRES, incluyendo la UPC, los recobros, las compensaciones y las incapacidades, ha generado alertas sobre una crisis financiera para varias aseguradoras del país desde el año pasado.
En relación con las EPS que han sido intervenidas recientemente, la deuda más significativa registrada por parte de la ADRES, hasta diciembre de 2023, corresponde a la Nueva EPS, superando los $3,04 billones. La mayor parte de esta deuda se concentra en los recursos destinados a los PM con un total de $1,05 billones, seguido por la subcuenta de compensación. De igual manera, los recursos destinados a PM representan la mayor proporción de la deuda acumulada por la ADRES con EPS Sanitas, ascendiendo a $735 mil millones, lo que totaliza una deuda de $1,53 billones.
Entre tanto, la escasez de recursos ha llevado a las EPS a acumular deudas en aumento. Según información actualizada hasta diciembre de 2023 de la Supersalud, la Nueva EPS registró una deuda por servicios de salud de $1,01 billones, mientras que Sanitas alcanzó los $993 mil millones. Esto se debe principalmente al desfinanciamiento del sistema y al incremento de costos por parte de los proveedores de servicios de salud.
A esta situación también se suma las consecuencias latentes que dejo la pandemia. Anif señala que luego de esta emergencia sanitaria que afecto a todo el mundo, hubo un desbalance de las cargas epidemiológicas que recibieron las EPS, por el traspaso voluntario y asignado de usuarios por parte de la SuperSalud ante liquidaciones como la de Medimás. De esta manera, Sanitas y la Nueva EPS fueron las que admitieron más usuarios, aumentando así el número de pacientes con enfermedades crónicas.
“Vale la pena añadir el borrador de decreto presentado que establece destinar el 5% del pago de la UPC para la financiación de Equipos Básicos de Salud, lo que restaría recursos para la ya comprometida provisión de servicios de salud”, destacó la ANIF.
Solvencia financiera de las EPS
Frente a la solvencia financiera de las EPS, la Anif destacó que varias EPS se han visto obligadas a utilizar sus reservas técnicas para satisfacer la demanda de sus usuarios. Estas reservas son los recursos necesarios para cumplir tanto con las obligaciones actuales como futuras derivadas de la actividad de las EPS y sirven como respaldo para garantizar la liquidez y seguridad necesarias para efectuar los pagos a los proveedores de servicios de salud.
“Por normatividad, el 100% de esos recursos deberían estar respaldados en activos de inversión. Con la necesidad de flujo para suplir la demanda, es un frente que tampoco ha logrado cubrirse”, aseguró ANIF.
Según los estados financieros de las EPS hasta octubre de 2023, estas destinaron $13,7 billones para cumplir con sus reservas técnicas (RT). No obstante, solo $1,3 billones de este total están respaldados, lo que representa un déficit de $12,4 billones. En particular, destaca que EPS Sanitas tiene el mayor porcentaje de respaldo de activos invertidos sobre el valor de las reservas técnicas, con un 49%, considerablemente superior al promedio del sistema, que es del 10%.
Por lo anterior, Anif destacó que como lo han mencionado anteriormente, “el mecanismo de ajuste de la UPC no reconoce el incremento en la demanda de servicios e impone presiones al sistema”. Asimismo, el incumplimiento de pagos por parte de la Adres lapida el esfuerzo de las aseguradoras de mantener niveles de solvencia positivos.
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