A nivel global, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 160 personas tiene autismo o trastorno del espectro autista (TEA); trastorno que se manifiesta en los primeros años de vida y que progresa paulatinamente. La afectación sobre las habilidades cognitivas, conductuales o psicológicas no son iguales en cada caso; la severidad es distinta.
Hoy en día, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas reconocen que el TEA no es un padecimiento exclusivo de niños u hombres. Las niñas y mujeres también pueden desarrollar este trastorno del neurodesarrollo, pero con diferencias en sus manifestaciones: estudios científicos han evidenciado que “camuflan sus dificultades”, especialmente en el ámbito social; suelen tener un mejor desarrollo de las habilidades del lenguaje en comparación con los niños afectados con autismo.
Sobre este y otros temas relacionados, CONSULTORSALUD habló con Betty Roncancio, directora de la Liga Colombiana de Autismo (LICA) y madre de un niño diagnosticado. “Hoy nuestro ejercicio y nuestro quehacer está encaminado a la garantía de los derechos fundamentales de las personas con autismo, y por supuesto, también de sus familias”. Pese a los avances, en el sistema de salud colombiano no existe una ruta a seguir después de este diagnóstico, a pesar de la necesidad del trabajo con diversas áreas.