La Superintendencia Nacional de Salud realiza una auditoría a la ESE UNA, tras recibir varias denuncias de la ciudadanía sobre presuntas malas prácticas administrativas, financieras y asistenciales que estarían interfiriendo con la prestación de servicios de salud.
La visita, de acuerdo con la superintendente delegada para prestadores de servicios de salud, Beatriz Gómez “tiene como objetivo realizar una evaluación integral a través de un equipo auditor conformado por profesionales de alto nivel, expertos en este tipo de procedimientos, lo que permitirá realizar un diagnóstico para establecer la situación real de la institución“.
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De acuerdo con el ente de vigilancia y control, las advertencias están dirigidas hacia los siguientes ámbitos: deudas con el talento humano en salud que superan los 2 meses, fallas en la prestación de servicios a los usuarios (algunos servicios habilitados no se brindan de manera efectiva), pérdidas acumuladas durante el 2022 que obstaculizan el flujo de recursos para la operación de la ESE UNA y posibles malas prácticas en la celebración de contratos, entre ellas tercerización de servicios y su privatización.
Tras este monitoreo directo, la Superintendencia podrá establecer la situación real de la ESE UNA en relación con sus advertencias para definir el plan de acción que permita garantizar la atención con calidad de los usuarios que acuden a esta entidad, así como la protección de los recursos públicos que se han dispuesto para el goce del derecho a la salud de dicha población usuaria.
“Es prioridad para este gobierno, el fortalecimiento de las Empresas Sociales del Estado que actúan como la puerta de entrada al sistema de salud para los usuarios, haremos una evaluación estricta para establecer una ruta de acción rigurosa que mejore su operación”, advirtió al cierre de su intervención Gómez Consuegra.
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