Este martes el Congreso de Argentina sancionó la Ley de Etiquetado Frontal que obliga a las compañías productoras de alimentos a colocar de manera visible en los empaques y envases los componentes nocivos para la salud que estos contienen como el exceso de azúcar y las grasas trans.
La aprobación en la Cámara fue contundente con 200 votos a favor, 22 en contra y 16 diputados que se abstuvieron de votar. La ley era claramente apoyada por el oficialismo y otras figuras políticas de izquierda, sin embargo la norma no había sido sujeta a votación debido a que los miembros conservadores de la cámara se ausentaron por varios días para retrasar su progreso, acción que fue cuestionada por varias organizaciones sociales. Sin embargo, la iniciativa también contó con el apoyo de diputados de provincias azucareras por excelencia, como Tucumán.
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Los debates respecto a esta ley se extendieron durante dos años y en octubre del 2020 se logró la aprobación del Senado. Ahora gracias a la aprobación en la cámara al fin se sancionará la ley que miles de médicos y especialistas exigían desde hace años.
¿Qué pasará ahora con la ley de etiquetado frontal en Argentina?
Una vez entre en vigencia la norma todos los paquetes de alimentos y bebidas poco saludables deberán tener un sello negro de forma octagonal que advierta si el producto contiene exceso de azúcar, sodio, grasas o calorías.
Así mismo si el alimento contiene edulcorantes o cafeína, el sello debe avisar que no es recomendable que los niños lo consuman. Incluso se prohíbe emitir publicidades que tenga a los menores como destinatarios, si es que los artículos poseen etiquetas de advertencia. Adicionalmente, los alimentos insalubres no podrán tener dibujos, figuras o personajes amigables para los niños que los inciten a consumirlos.
Desde el martes, la rama ejecutiva del país tiene 3 meses para reglamentar la ley y las empresas medianas y pequeñas tendrán un plazo de un año para adecuarse a las nuevas disposiciones, mientras que las gigantes productoras de alimentos solo tendrán seis meses. Un beneficio adicional supone que las productoras que modifiquen sus nutrientes en pro de la salud, se les otorgará un margen de dos años para adaptarse.
Así Argentina se une a Chile y México en el uso de del etiquetado frontal. Esta noticia fue bien recibida por la OPS y agremiaciones médicas del país, considerado que Argentina tiene índices de nutrición muy variables. En 2019 el Ministerio de Salud encontró por medio de una encuesta que:
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- El 66 % de la población tenía exceso de peso
- El 32 % presentaba obesidad
- El 40 % padecía presión arterial elevada
- El 30 % tenía colesterol alto
- Entre los menores, de 5 a 17 años, el 41 % tenía exceso de peso
- En menores de 5 años, el 13,6 % tenía sobrepeso
Estos datos también se mencionaron durante el debate en la cámara. “En Argentina se consumen 150 gramos por día de azúcares, el triple de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud Somos el primero de la región y el cuarto del mundo”, sostuvo Florencia Lampreabe, la oradora final del Frente de Todos. “Nunca en la historia de la humanidad debemos haber estado tan lejos de saber de dónde salen los alimentos que comemos“, concluyó la legisladora.
Cabe mencionar, que en días previos la Unicef, había pedido que se aprobara la legislación, para bordar la malnutrición y mala alimentación, y promover la salud integral y la soberanía alimentaria.
