La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente publicó una alerta epidemiológica en la que pide a los países intensificar la cobertura de vacunación, la vigilancia epidemiológica y la preparación de repuesta rápida ante posibles brotes de sarampión, debido al aumento de casos en todo el mundo. Según la OMS y los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el número estimado de casos de sarampión ascendió a 9 millones y el de personas fallecidas por esta enfermedad se sitúa en 136.000 donde la mayoría son niños.
Cabe mencionar que, en 2022, se informaron 369.195 casos sospechosos de sarampión en 166 Estados Miembros de las 6 Regiones de la OMS, de los cuales 171.156 (46%) fueron clasificados como sarampión; pero en 2023, se registraron 534.672 casos sospechosos en 169 estados miembros, de los cuales 280.933 (53%) fueron clasificados como sarampión. Estas cifras representaron un aumento del 64% de los casos confirmados en el 2023 respecto al 2022.
Entre tanto, en 2023, la OPS había alertado previamente sobre la reducción de las tasas de cobertura de la primera y segunda dosis de la vacuna en la región, así como sobre la aparición de casos en distintos países de las Américas. Durante ese año, la cobertura regional con la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad (SRP o triple viral) alcanzó el 85%, situándose por debajo del umbral ideal recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de al menos un 95%.
En la alerta emitida por la Organización, insta a mantener la vigilancia ante la posible manifestación de casos sospechosos y/o confirmados de sarampión o rubeola, los cuales podrían ser importados de otras regiones, dando lugar a brotes de distintas magnitudes en los países de las Américas. Durante el año 2023, en la región se registraron 14.884 casos sospechosos y 53 casos confirmados de sarampión en la región, y algunos países ya han informado de casos confirmados en lo que va de este año.
Igualmente, se recomienda intensificar la vacunación y la vigilancia epidemiológica en las zonas de alto riesgo, así como responder de forma oportuna a los casos sospechosos de sarampión con el fin de evitar el restablecimiento de la transmisión endémica en la región.
Lineamiento y recomendaciones para los países con brotes de sarampión
1. Vacunación
Se recomienda implementar acciones de intensificación de la vacunación para cerrar las brechas de inmunidad en municipios de alto riesgo, especialmente aquellos que sirven como corredores de población migrante dentro de cada país. Además, se enfatiza la importancia de vacunar a las poblaciones en riesgo que residen en áreas donde circula el virus del sarampión y que no cuentan con evidencia de vacunación o inmunidad contra el sarampión y la rubéola.
Por otra parte, en los establecimientos de salud que llevan a cabo actividades de vacunación, se destaca la necesidad de que los profesionales de salud estén alerta ante signos y síntomas de enfermedades respiratorias. Se sugiere ofrecer a los pacientes con síntomas gripales una mascarilla quirúrgica y remitirlos para evaluación médica siguiendo los protocolos locales para abordar inicialmente a los pacientes con sospecha de COVID-19.
2. Vigilancia epidemiológica
Se debe revitalizar la vigilancia epidemiológica en las zonas de alto riesgo y con silencio epidemiológico a través de la implementación de medidas adicionales, como búsquedas activas en terreno y fortalecer la vigilancia epidemiológica en las áreas fronterizas para detectar y responder rápidamente a casos altamente sospechosos de sarampión.
Además, se sugiere mapear las rutas de migración interna y externa en cada país con el fin de fortalecer la vigilancia epidemiológica y establecer alianzas estratégicas con actores sociales involucrados en la salud de los migrantes. También es fundamental realizar la obtención de muestras de suero, hisopado, nasofaríngeo y orina para llevar a cabo pruebas serológicas de diagnóstico por laboratorio y pruebas moleculares de RT-PCR en tiempo real para confirmar el ARN viral y hacer secuenciación genómica para documentar el genotipo asociado con la infección.
3. Respuesta rápida
Es fundamental brindar una respuesta rápida frente a los caos importados de sarampión con el fin de evitar el restablecimiento de la transmisión endémica por medio de la activación de equipos de respuesta rápida. En caso de brote, se debe establecer un adecuado manejo intrahospitalario de casos para evitar la transmisión nasocomial, con un adecuado flujo de referencia de pacientes a salas de aislamiento.
4. Viajes internacionales
La OMS recomienda a los Estados Miembros que se aconseje a todo viajero de 6 meses de edad reciban la vacunación contra el sarampión y la rubeola, al menos dos semanas ante de viajar a áreas donde se ha documentado la transmisión de sarampión. La excepción a esta recomendación será para quienes no puedan vacunarse por indicaciones médicas
