El Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud) finalmente oficializó la posesión del doctor Bernardo Camacho Rodríguez como nuevo Superintendente Nacional de Salud, consolidando así una etapa de estabilidad institucional tras varios relevos en menos de un mes. El nombramiento, confirmado por el ministro de Salud Guillermo Alfonso Jaramillo, busca fortalecer la capacidad técnica y de inspección del organismo encargado de proteger los recursos públicos del sistema sanitario y garantizar el derecho fundamental a la salud.
Durante las últimas semanas, la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) experimentó una serie de transiciones que evidencian la dinámica de ajustes administrativos del actual Gobierno en el marco de la reforma a la salud. La salida de Giovanny Rubiano, los encargos sucesivos a Luis Alberto Martínez y Jaime Urrego, y finalmente la posesión de Bernardo Camacho, reflejan un periodo de reorganización institucional que el Ejecutivo considera necesario para reforzar la vigilancia del sistema.


“Asumo este importante desafío con entusiasmo y con total responsabilidad. Es verdad que el sistema de salud atraviesa un momento difícil que solamente se resolverá si tenemos los objetivos claros. Soy un hombre muy adherido al deber ser, a la norma y a la transparencia. Hoy la vida y las circunstancias
me ponen frente a este reto que he decidido asumir porque, entre otras cosas, estoy profundamente convencido de la necesidad de cambiar y mejorar el sistema de salud colombiano y, con este propósito, hacer de la Supersalud el garante del derecho a la salud de la población colombiana”.
Adicionalmente, resaltó: “El equipo humano con que cuenta la entidad es garantía para cumplir este propósito superior”, expresó el Doctor Camacho Rodríguez a su llegada a las instalaciones de la entidad.
¿Por qué se dieron tantos cambios en la Superintendencia Nacional de Salud?
El pasado 22 de octubre de 2025, mediante el Decreto 1112, el Ministerio de Salud aceptó la renuncia irrevocable de Helver Giovanny Rubiano García y encargó temporalmente al viceministro de Protección Social, Luis Alberto Martínez Saldarriaga, de la dirección de la Supersalud. Sin embargo, apenas un día después, el 23 de octubre, el Decreto 1113 revocó este encargo y designó al viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Jaime Urrego Rodríguez, como nuevo superintendente encargado.
Estos movimientos se dieron en medio de un proceso de transición y de confusión pública, ya que la Presidencia de la República había publicado previamente la hoja de vida del médico Bernardo Camacho, exinterventor de la Nueva EPS, como aspirante oficial al cargo. Su eventual nombramiento parecía inminente, pero se retrasó hasta la última semana de octubre, cuando finalmente fue posesionado.
La alta rotación en la dirección de la Supersalud ha sido un fenómeno recurrente durante los últimos tres años. Desde 2022, por el cargo han pasado Ulahy Beltrán López, Luis Carlos Leal, Helver Rubiano, y ahora Bernardo Camacho. Esta sucesión de relevos revela una fragilidad institucional en la entidad, que es clave para el control del flujo de recursos, la supervisión de las EPS intervenidas y la garantía de los derechos de los usuarios.
¿Quién es Bernardo Camacho, el nuevo Superintendente Nacional de Salud?
El nuevo superintendente, Bernardo Armando Camacho Rodríguez, es médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, magíster en Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad de Antioquia, magíster en Medicina Transfusional, Terapia Tisular y Celular de la Universidad Autónoma de Barcelona, y cuenta con formación en Alta Gerencia del Instituto INALDE de la Universidad de La Sabana. Entre noviembre de 2024 y agosto de 2025 fue agente interventor de la Nueva EPS, la entidad con mayor número de afiliados en el país.
Durante su gestión en la Nueva EPS, Camacho lideró auditorías médicas y financieras con el fin de sanear cuentas, mejorar la trazabilidad de pagos y fortalecer la contratación con la red prestadora. También promovió una articulación activa con los entes territoriales y con el Ministerio de Salud, garantizando la continuidad de los servicios en medio de la crisis financiera y las demoras en la implementación de la reforma sanitaria.
El Gobierno lo presenta como un funcionario técnico, con experiencia en la recuperación institucional de entidades complejas, lo que explicaría su designación en una etapa donde la Supersalud debe responder simultáneamente a presiones políticas, fallos judiciales y tensiones con las EPS intervenidas.
Un relevo estratégico en un momento crítico para el sistema de salud
La llegada de Camacho coincide con una coyuntura sensible, pues el Consejo de Estado decretó recientemente la suspensión provisional del Decreto 0858 de 2025, que definía el “Modelo de Salud Preventivo, Predictivo y Resolutivo”, uno de los pilares técnicos de la reforma. Esta decisión generó incertidumbre sobre la ejecución de los nuevos lineamientos y aumentó la presión sobre los órganos de control para mantener la estabilidad regulatoria.
La suspensión del decreto no solo tiene implicaciones técnicas, sino también financieras y operativas. Al pausar la reorganización de las redes integrales de servicios y los mecanismos de financiamiento asociados, el fallo introduce un periodo de incertidumbre sobre la transición del sistema de aseguramiento y la continuidad de los programas territoriales de salud pública. En ese contexto, la Supersalud adquiere un rol determinante como garante de la supervisión, la trazabilidad del gasto y la vigilancia sobre los actores del sistema mientras se resuelve el marco normativo definitivo.
Entre tanto, el ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, destacó que con esta posesión el Gobierno del Cambio “seguirá protegiendo los recursos del sector salud y garantizando este derecho fundamental”. La afirmación resume el propósito de la nueva administración de la Supersalud: consolidar una vigilancia más rigurosa sobre los recursos públicos, garantizar la transparencia en los procesos de inspección y fortalecer la capacidad institucional para responder con oportunidad y evidencia a las contingencias del sistema.
Un nuevo ciclo de supervisión con enfoque técnico y continuidad operativa
El reto de Camacho al frente de la Superintendencia Nacional de Salud será restablecer la gobernabilidad institucional, garantizar una supervisión independiente y fortalecer los mecanismos de transparencia. En particular, deberá monitorear las EPS intervenidas, agilizar los procesos de pago a prestadores y asegurar el cumplimiento de las órdenes judiciales relacionadas con tratamientos de alto costo.
Su gestión también estará marcada por la necesidad de mejorar la comunicación con el Congreso de la República y con los organismos de control, especialmente después de las controversias que acompañaron las salidas de sus antecesores. La confianza pública en la Supersalud depende, en gran medida, de la capacidad del nuevo superintendente para demostrar resultados verificables en materia de control y eficiencia.
La expectativa del sector es que este nuevo ciclo permita estabilizar la dirección del organismo y reducir la volatilidad administrativa que ha caracterizado los últimos años. Con ello, la Supersalud podría recuperar su papel central en la garantía de derechos y en la supervisión técnica del sistema de salud colombiano.
Estabilidad institucional y vigilancia técnica, claves para el futuro inmediato
La posesión de Bernardo Armando Camacho Rodríguez marca un punto de inflexión para la Superintendencia Nacional de Salud. Tras una etapa de transiciones rápidas y encargos interinos, el nombramiento de un funcionario con perfil técnico busca devolver la continuidad operativa a una entidad clave para el control del sistema.
El éxito de esta nueva etapa dependerá de la capacidad de la Supersalud para combinar independencia técnica, coordinación interinstitucional y transparencia en la gestión. En un contexto de reforma y de presiones financieras, la vigilancia efectiva del sistema es uno de los pilares de la sostenibilidad del derecho a la salud en Colombia.