El Hospital Pablo Tobón Uribe, una de las instituciones de mayor complejidad en Colombia, declaró estado de emergencia hospitalaria el 13 de mayo de 2025, tras superar el 250 % de ocupación en urgencias de adultos y el 150 % en pediatría. La situación pone en evidencia los límites del sistema hospitalario en contextos de alta demanda no controlada.
Emergencia hospitalaria declarada por sobreocupación crítica
El Hospital Pablo Tobón Uribe, ubicado en Medellín y reconocido como uno de los centros asistenciales de más alta complejidad del país, anunció el pasado 13 de mayo que se encuentra en estado de emergencia hospitalaria, luego de que los niveles de ocupación en sus servicios de urgencias superaran la capacidad operativa segura.
Según el comunicado oficial emitido por la institución, la ocupación en urgencias de adultos sobrepasa el 250 %, mientras que la urgencia pediátrica alcanza el 150 %. Estos niveles reflejan una saturación sin precedentes, que impide garantizar una atención segura, oportuna y digna tanto para pacientes nuevos como para los ya hospitalizados.
¿Qué implica el estado de emergencia hospitalaria?
La declaratoria de emergencia hospitalaria activa un protocolo interno que busca salvaguardar la seguridad clínica, redistribuir los recursos asistenciales y reducir la presión sobre el personal sanitario. Aunque no representa un cierre del hospital, sí implica:
- Reorientación de servicios hacia la atención prioritaria de emergencias vitales.
- Rechazo temporal de remisiones de baja prioridad.
- Derivación de nuevos pacientes a otros centros asistenciales de la red.
- Notificación formal a las autoridades sanitarias locales y nacionales.
Esta decisión obedece a un fenómeno acumulativo que se ha venido agudizando desde agosto de 2024, con picos críticos reportados ya en marzo del presente año, cuando se registró un nivel de ocupación del 190%.
Saturación progresiva: síntoma de un sistema tensionado
El caso del Hospital Pablo Tobón Uribe no es aislado. En las últimas semanas, instituciones de cuarto nivel en ciudades como Bogotá, Cali y Bucaramanga han reportado incrementos similares en los servicios de urgencias, derivados de múltiples factores:
- Demora en la atención primaria, lo que lleva a que los pacientes lleguen a urgencias con condiciones ya avanzadas.
- Reducción de capacidad operativa en otros hospitales, especialmente públicos, lo que concentra la demanda en centros de alta complejidad.
- Incremento de patologías respiratorias estacionales y enfermedades crónicas descompensadas, sin un refuerzo estructural del sistema.
- Migración de pacientes de EPS en crisis hacia instituciones que aún mantienen contratos activos.
Estos elementos configuran una sobrecarga sistémica, donde el modelo prestador-referente colapsa ante la falta de mecanismos de contención comunitaria y atención escalonada.
Llamado urgente a EPS y autoridades de salud
Ante la gravedad de la situación, el hospital solicitó formalmente a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que orienten a sus afiliados hacia otros centros asistenciales de su red. El objetivo es evitar la congestión total de los servicios, que podría poner en riesgo tanto la calidad como la continuidad del cuidado.
Asimismo, la institución hizo un llamado a las autoridades sanitarias competentes incluyendo la Secretaría de Salud de Medellín, la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia y el Ministerio de Salud y Protección Social para coordinar una respuesta integral que incluya:
- Activación de red alterna con centros públicos y privados de menor complejidad.
- Fortalecimiento del primer nivel de atención para resolución de patologías no críticas.
- Campañas de comunicación dirigidas a usuarios sobre cuándo y dónde acudir según la urgencia clínica.
- Apoyo logístico y recursos humanos temporales para descongestionar puntos críticos.
El rol del Hospital Pablo Tobón Uribe en el sistema de salud colombiano
El Hospital Pablo Tobón Uribe es una institución privada sin ánimo de lucro, de carácter universitario, que ofrece servicios de cuarto nivel y es referente nacional e internacional en:
- Cirugía cardiovascular, neurocirugía y trasplantes.
- Medicina crítica y unidades de cuidados intensivos.
- Laboratorio clínico, imagenología diagnóstica e intervencionismo.
- Investigación clínica y formación de talento humano en salud.
Su colapso operativo no solo compromete la atención local, sino que afecta la capacidad de respuesta del sistema en todo el suroccidente del país. Decenas de remisiones de regiones aledañas llegan semanalmente a esta institución, lo que exige una política de regionalización más equilibrada.
¿Qué riesgos implica una sobreocupación hospitalaria?
Desde una perspectiva técnica, el exceso de ocupación en servicios hospitalarios, especialmente en urgencias, representa un riesgo clínico severo. Algunos de los efectos más documentados en la literatura médica incluyen:
- Aumento de eventos adversos por demoras en la atención.
- Errores de medicación por sobrecarga del personal.
- Infecciones intrahospitalarias por hacinamiento.
- Disminución de la capacidad de respuesta en emergencias colectivas.
- Burnout del talento humano en salud, con impacto en la calidad asistencial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que una ocupación mayor al 85 % en unidades críticas ya representa una señal de alerta para cualquier institución sanitaria.
Un llamado estructural más allá de lo coyuntural
El estado de emergencia del Hospital Pablo Tobón Uribe no puede interpretarse como un hecho aislado ni como un problema exclusivo de gestión institucional. Es, en cambio, un síntoma visible de un sistema de salud que necesita redistribución, coordinación y planeación integral.
Si bien las soluciones inmediatas deben enfocarse en el descongestionamiento y en la continuidad de la atención segura, los aprendizajes de esta crisis deben llevar a repensar:
- La sostenibilidad de la red de alta complejidad.
- El fortalecimiento del primer y segundo nivel.
- La capacidad de las EPS para regular eficientemente sus flujos de atención.
- La urgencia de una red interconectada, interoperable y soportada en datos para prevenir saturaciones.