Los efectos en la salud que generan las diminutas e invisibles partículas de contaminación del aire penetran profundamente en nuestros pulmones, en el torrente sanguíneo y en el cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud, estos contaminantes son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto.
Los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6,7 millones de muertes prematuras cada año (OMS 2022). Se estima que en 2019 la contaminación del aire ambiente (exterior) provocó en todo el mundo 4,2 millones de muertes prematuras.
La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación, y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50 por ciento antes de 2050.
La OMS celebra cada 7 de septiembre el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, el tema de 2023, “Juntos por un aire limpio”, se centra en la necesidad de reforzar las alianzas, multiplicar las inversiones y compartir la responsabilidad para superar la contaminación del aire “dada la naturaleza transfronteriza de la contaminación atmosférica, todas las partes interesadas deben asumir la responsabilidad de proteger la atmósfera del planeta y garantizar un aire sano para todos” afirman.
¿Cómo la contaminación del aire afecta nuestra salud?
El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés) durante sus más de 50 años de trayectoria, ha sido líder en la investigación sobre la contaminación del aire y continúa financiando y realizando investigaciones sobre cómo la contaminación del aire afecta la salud y los grupos de población más afectados. Algunos datos que presenta al respecto en relación a las enfermedades conexas a esta problemática son:
- Enfermedades Respiratorias: ya que la contaminación del aire puede afectar el desarrollo de los pulmones, está implicada en el desarrollo de enfisema, asma y otras enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); el MP y el óxido de nitrógeno están relacionados con la bronquitis crónica.
- Enfermedades Cardiovasculares: el material particulado fino puede afectar la función de los vasos sanguíneos y acelerar la calcificación en las arterias. El personal de investigación del instituto NIEHS encontró vínculos entre la exposición diaria a corto plazo de mujeres posmenopáusicas a los óxidos de nitrógeno y un mayor riesgo de derrame cerebral hemorrágico.
Para una muestra representativa de personas estadounidenses mayores, la exposición a la contaminación TRAP puede dar como resultado niveles reducidos de lipoproteínas de alta densidad, a veces llamado colesterol bueno, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Según un informe del Programa Nacional de Toxicología (NTP, por sus siglas en inglés), la exposición a la contaminación TRAP también aumenta el riesgo de que una mujer embarazada sufra cambios peligrosos en la presión arterial, conocidos como trastornos hipertensivos, los cuales son una de las principales causas de parto prematuro, bajo peso al nacer, y enfermedad y muerte de madres y bebés.
- Cáncer: un gran estudio de más de 57,000 mujeres, del instituto NIEHS, encontró que vivir cerca de carreteras principales puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama de una mujer. El estudio encontró que otras sustancias tóxicas transportadas por el aire, en especial el cloruro de metileno que se utiliza en productos en aerosol y removedores de pintura, también están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La exposición ocupacional al benceno, un químico industrial y componente de la gasolina, puede causar leucemia y está asociado con el linfoma no Hodgkin. Un estudio a largo plazo, del año 2000 al 2016, encontró una asociación entre la incidencia de cáncer de pulmón y una mayor dependencia del carbón para la generación de energía.
¿Quiénes son los más afectados por la contaminación del aire?
El Estudio de Salud Infantil financiado por el instituto NIEHS en la Universidad de Southern California es uno de los estudios más grandes sobre los efectos a largo plazo de la contaminación del aire en la salud respiratoria de los niños. Entre sus hallazgos se encuentra:
- Los niveles más altos de contaminación del aire aumentan las infecciones respiratorias a corto plazo, lo que conduce a ausentarse más de la escuela.
- Los niños que practican varios deportes al aire libre y viven en comunidades con alto nivel de ozono tienen más probabilidades de desarrollar asma.
- Los niños que viven cerca de carreteras muy transitadas tienen un mayor riesgo de desarrollar asma.
- Los niños con asma que estuvieron expuestos a altos niveles de sustancias contaminantes del aire tenían más probabilidades de desarrollar síntomas de bronquitis.
- Vivir en comunidades con niveles más altos de contaminación puede causar daño pulmonar.
Otros estudios en mujeres y niños
El personal de investigación del Centro de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad de California, Davis, financiado por el instituto NIEHS, está realizando el estudio de Bioespecímenes y Efectos del Fuego (B-SAFE, por sus siglas en inglés). Este proyecto en curso busca descubrir si los incendios forestales recientes y su humo afectaron a las mujeres embarazadas y a sus bebés y cómo lo hicieron. Esta investigación comenzó en 2017 y las participantes del estudio son mujeres embarazadas que vivían en el norte de California cuando ocurrieron los incendios forestales de 2018, 2019 o 2020.
Respirar MP 2.5, incluso en niveles relativamente bajos, puede alterar el tamaño del cerebro en desarrollo de un/a niño/a, lo cual en última instancia puede aumentar el riesgo de problemas cognitivos y emocionales más adelante en la adolescencia.
La exposición prenatal a los HAP se asoció con efectos en el desarrollo del cerebro, una velocidad de procesamiento más lenta, síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otros problemas neuroconductuales en la juventud urbana. En la ciudad de Nueva York, la exposición prenatal a la contaminación del aire puede desempeñar una función en los problemas de conducta relacionados con el TDAH infantil.
La exposición prenatal al material particulado se asoció con el bajo peso al nacer. Las mujeres expuestas a altos niveles de material particulado durante el embarazo, particularmente en el tercer trimestre, pueden tener hasta el doble de riesgo de tener un hijo con autismo. La exposición durante el segundo y tercer trimestre al MP 2.5 podría aumentar la posibilidad de que los niños tengan presión arterial alta durante los primeros años de vida.
En el Valle agrícola de San Joaquín de California, las mujeres que estuvieron expuestas a altos niveles de monóxido de carbono, óxido de nitrógeno o dióxido de nitrógeno durante sus primeras 8 semanas de embarazo tenían más probabilidades de tener un bebé con defectos del tubo neural.
En Marietta, Ohio, hogar de una refinería de ferromanganeso, las concentraciones de manganeso en la sangre y el cabello, un biomarcador de la exposición a la contaminación del aire, se asociaron con puntajes de coeficiente intelectual más bajos en los niños.
Estudios en Adultos Mayores
La contaminación del aire se vinculó con una mayor probabilidad de desarrollar varios trastornos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Para llevar a cabo el estudio, se analizaron los datos de ingresos hospitalarios de 63 millones de adultos/as mayores en Estados Unidos obtenidos durante 17 años (2000-2016) junto con las concentraciones estimadas de MP 2.5 por código.
Mejorar la calidad del aire puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de demencia, según estudios respaldados en parte por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Alzheimer. En adultos mayores, la exposición prolongada a la contaminación TRAP puede acelerar significativamente las discapacidades físicas. El riesgo aumenta entre las minorías raciales y las personas de bajos ingresos.
La contaminación del aire de MP 2.5 también se asocia con problemas de memoria acelerados y deterioros cerebrales similares al Alzheimer, los cuales se observaron entre mujeres de 65 años o más. Los nutrientes pueden contrarrestar algunos efectos nocivos de la contaminación del aire. Un estudio de 2020 encontró que los ácidos grasos omega-3 que se obtienen al ingerir algunos pescados pueden proteger contra el encogimiento del cerebro asociado con el MP 2.5 en mujeres mayores.
Los genes desempeñan una función en la salud respiratoria. Una investigación financiada por el instituto NIEHS descubrió que las personas con variantes genéticas específicas, que las hacían más propensas a tener inflamación pulmonar, tenían más posibilidades de desarrollar asma si vivían cerca de las carreteras principales.
Contaminantes según la OMS
Los principales contaminantes son:
- Materia particulada
La materia particulada es un indicador sustitutivo habitual de la contaminación del aire. Se cuenta con sólidos datos científicos que demuestran los efectos para la salud asociados a la exposición a este contaminante. Los principales componentes de la materia particulada son los sulfatos, los nitratos, el amoníaco, el cloruro de sodio, el carbono negro, los polvos minerales y el agua.
- Monóxido de carbono (CO)
El monóxido de carbono es un gas tóxico incoloro, inodoro e insípido que se produce por la combustión incompleta de combustibles carbonados como madera, petróleo, carbón vegetal, gas natural y queroseno.
- Ozono (O3)
El ozono a nivel del suelo ―que no debe confundirse con la capa de ozono en la atmósfera superior― es uno de los principales componentes de la niebla fotoquímica y se forma como resultado de la reacción con gases en presencia de luz solar.
- Dióxido de nitrógeno (NO2)
El NO2 es un gas que por lo general se libera con la combustión de combustibles en los sectores del transporte e industrial.
- Dióxido de azufre (SO2)
El SO2 es un gas incoloro con un olor penetrante. Se genera como resultado de la quema de combustibles fósiles (carbón y petróleo) y la fundición de menas que contengan azufre.
