La terapia para uso problemático de las redes sociales puede ser eficaz para mejorar la salud mental de las personas con depresión, según lo reveló un nuevo estudio realizado por investigadores de University College London y publicado en la revista de investigación médica en Internet Journal of Medical (JMIR). Para esta investigación, se analizó la efectividad de las intervenciones realizadas en personas que presentaban afectación por el uso de las redes sociales.
El uso problemático de estas plataformas se presenta cuando la preocupación de una persona por las redes sociales resulta una distracción de sus tareas principales y el descuido de responsabilidades en otros aspectos de su vida.
El estudio menciona que existe alguna evidencia de que un mayor uso de las redes sociales está relacionado con un menor bienestar mental y que el uso de las redes sociales puede volverse problemático cuando comienza a interferir con la vida diaria y el bienestar mental de una persona.
Investigaciones previas ya habían sugerido que está situación, que está ocasionando daños en la salud de las personas, comienza interfiriendo con la vida diaria de una persona y conduce a un bienestar mental deficiente, que incluye depresión, ansiedad, estrés y soledad.
Sin embargo, existe una comprensión limitada de la efectividad de estas intervenciones para mejorar el bienestar mental. Por lo que se requieren más estudios experimentales y longitudinales con muestras representativas para investigar quién puede beneficiarse más de las intervenciones de uso de las redes sociales.
Método del estudio sobre uso problemático de las redes sociales
El objetivo de este estudio fue realizar una revisión sistemática para sintetizar la literatura sobre la efectividad de las intervenciones de uso de las redes sociales para mejorar el bienestar mental en adultos.
Dicha búsqueda se realizó desde el 1 de enero de 2004 hasta el 31 de julio de 2022, en 3 bases de datos de acuerdo con las pautas PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). También, se incluyeron estudios experimentales que evaluaron el impacto de las intervenciones de uso de las redes sociales en el bienestar mental en adultos.
Asimismo, se introdujeron los resultados relacionados con el bienestar mental, como depresión, ansiedad, estrés y soledad. Se completó una síntesis narrativa sin metaanálisis para resumir las características del estudio y la efectividad por resultado y tipo de intervención. Por último, se utilizó la Herramienta de Evaluación de la Calidad del Proyecto de Práctica de Salud Pública Efectiva para medir la calidad de los estudios.
Hallazgos del estudio sobre terapia para uso problemático de redes sociales
En este estudio, los investigadores han desarrollado y evaluado intervenciones basadas en el uso de las redes sociales. Estas intervenciones incluyen técnicas como la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) y la abstención o limitación del uso de las redes sociales.
De los 2.785 estudios identificados a través de la búsqueda sistemática, 23 (0,83%) fueron incluidos en el análisis. Muchos de los estudios incluidos (9/23, 39 %) encontraron mejoras en el bienestar mental, algunos (7/23, 30 %) encontraron efectos mixtos y otros (7/23, 30 %) no encontraron ningún efecto sobre el bienestar mental.
Las intervenciones basadas en terapia que usaron técnicas como la terapia cognitiva conductual fueron más efectivas que limitar el uso de las redes sociales o la abstinencia de las redes sociales, y el 83 % (5/6) de estos estudios mostró mejoras en el bienestar mental en comparación con el 20 % (1/5) y 25% (3/12), respectivamente.
La depresión fue el resultado investigado y mejorado con mayor frecuencia; el 70% (7/10) de los estudios mostró una mejora significativa en la depresión después de la intervención, mientras que otros resultados mostraron resultados más variados. La calidad era mala, puntuación global débil, principalmente por cuestiones relacionadas con el sesgo de selección porque la mayoría de los estudios (16/23, 70%) utilizaron una muestra de conveniencia de estudiantes universitarios.
Conclusiones del estudio
La Dra. Ruth Plackett del Instituto de Epidemiología y Salud de la UCL, autora del estudio afirma que estos problemas de salud mental van en aumento, al igual que la cantidad de personas que usan las redes sociales. Es por ello, que los profesionales de la salud “deben ser conscientes de que es poco probable que reducir el tiempo dedicado a las redes sociales beneficie el bienestar mental por sí solo”.
Agrega también que, se debe “adoptar un enfoque más basado en la terapia y reflexionar sobre cómo y por qué estamos interactuando con las redes sociales y manejando esos comportamientos podría ayudar a mejorar la salud mental”.
La Dra. Patricia Schartau, desde su rol de médica de cabecera, asegura que los médicos de atención primaria deben “explorar de manera proactiva el uso de las redes sociales y sus efectos sobre la salud mental en pacientes que presentan ansiedad y/o bajo estado de ánimo para dar a esos pacientes la oportunidad de beneficiarse del tratamiento, incluidas algunas de las intervenciones más efectivas” las cuales se extienden en el estudio.
