En 33 países distintos ya hay cerca de 90 empresas que tienen licencia para la fabricación de vacunas anticovid. Con estos acuerdos de fabricación y colaboración que se firman entre las compañías creadoras de los biológicos y las fabricantes se ha logrado aumentar la capacidad de producción a nivel mundial.
Según los datos recopilados por la Unicef, las 90 plantas ya están preparando las dosis de las vacunas, e inclusive están adelantando la producción de las inmunizaciones que están en última etapa de investigación. Entre los países que tienen plantas con licencias de producción se encuentran: India, China, Brasil, Sudáfrica, Argelia, Pakistán, Indonesia, Egipto, Filipinas, Corea del Sur, Venezuela y España que cuenta con cuatro plantas de producción de fármacos para el coronavirus.
Dee otro lado, la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) asegura que hasta el momento se han firmado más de 272 acuerdos de producción con terceras compañías para aumentar la capacidad de producción de vacunas para el Covid-19. Más de 200 de estos acuerdo incluyen la transferencia de tecnología para la producción.
“Este tipo de colaboración ha sido fundamental para ampliar la fabricación de vacunas. En tiempos anteriores a la Covid-19, la capacidad total para producir todo tipo de vacunas era de 5.000 millones de dosis para todas las vacunas. Ahora, sólo para las vacunas contra el coronavirus, los fabricantes han aumentado la nueva capacidad de cero a 10.000 millones de dosis. En cuestión de meses, no de años, buscamos multiplicar la capacidad mundial de vacunas”, señala Thomas Cueni, director general de Ifpma.
Capacitación de empresas fabricantes de los biológicos
Cabe mencionar, que estos acuerdos también incluyen parte de la propiedad intelectual al capacitar personal para fabricar los biológicos. “El 70% de la fabricación de vacunas tiene que ver con el control de la calidad, y eso es algo que no puede simplemente imponerse, porque la transferencia de tecnología implica a dos partes que construyen una mutua confianza” añade Cueni.
Pese a la gran cantidad de acuerdos, la presión de llevar una producción de tan alta escala no disminuye, ya que las vacunas Covid-19 son productos biológicos de alta complejidad, algunos con tecnologías totalmente nuevas y jamás usadas con condiciones de fabricación y conservación muy particulares.
Finalmente, Cueni manifiesta que este tipo de acuerdos de colaboración se están pactando en todo el mundo, incluso entre compañías competidoras, ya que hay muy pocas plantas con una capacidad de producción de medicamentos especifica y capacitada. Solo 15 compañías farmacéuticas del mundo se dedican a desarrollar vacunas, por lo que se han visto obligadas a acordar con cualquier compañía que tanga la capacidad de producción apropiada con el único objetivo de incrementar al máximo la capacidad y asegurar la calidad del producto.
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