Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 420.000 personas fallecen al año por alimentos insalubres que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas perjudiciales para la salud.
Del mismo modo, a través de un comunicado de prensa se informó que 600 millones de personas se enferman después de consumir alimentos contaminados, esta cifra corresponde casi a 1 de cada 10 personas en el mundo. De este consumo se derivan más de 200 tipos de enfermedades.
¿Quiénes son los más afectados?
Los niños menores de 5 años son quienes más padecen de enfermedades relacionadas con el consumo de alimentos insalubres, llegando al 40% de este grupo de edad en el mundo.
Por tanto, después de 10 años se reunieron autoridades y expertos responsables de la inocuidad de los alimentos procedentes de 135 países para determinar la implementación de medidas que busquen salvaguardar la salud de las personas y proteger las economías nacionales y mundiales de los crecientes efectos de los padecimientos y enfermedades de trasmisión alimentaria.
Brotes de enfermedades
Una de las crisis por enfermedades alimentarias más graves se presentó en 2018 cuando un brote de listeriosis en Sudáfrica, intoxicó a un aproximado de 1000 personas y más de 200 murieron. Así sucedió también a principios de este año en España donde el mismo brote hizo enfermar a más de 200 personas, tres de las cuales murieron.
En el resto de Europa se presentaron 47 casos sin ninguna víctima mortal. La enfermedad se asoció a la producción de hortalizas congeladas.
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Factores que influyen
En una reunión entre la OMS y la FAO llevada a cabo entre el 9 y el 11 de diciembre se conversaron diferentes factores que pueden afectar la salubridad y calidad de los alimentos produciendo enfermedades entre los que se destacaron está el fraude alimentario, es decir, la producción y venta de alimentos con etiquetado falso o fraudulento.
A esto se une el boom de la compra de alimentos por internet, que no permiten verificar la calidad de los mismos, aumentando el riesgo de consumir alimentos insalubres o contaminados.
Tecnología para la detección
Cabe resaltar, que la tecnología jugara un papel sumamente importante en la detección de los brotes de enfermedades alimentarias que suelen aparecer repentinamente.
La OMS pretende implementar la secuenciación completa del genoma donde se determina la secuencia completa del ADN del organismo contaminante. Esto permite incrementar la posibilidad de diferenciar entre los casos de enfermedad de transmisión alimentaria debidos a un brote y los casos esporádicos que no tienen conexión.
En la temporada decembrina se aumenta el pico de consumo de alimentos procesados, cárnicos, aunque también de frutas y verduras, lo que hace importante detectar pronto los productos potencialmente peligrosos.