El pasado octubre, se publicó el ‘Consenso de expertos sobre la eficacia clínica y directrices sobre la terapia de oxígeno transdérmico continuo para la cicatrización de heridas complejas o difíciles de tratar’[1] [CS2] . Este documento reúne el análisis de un panel de expertos – integrantes de diversas asociaciones científicas nacionales e internacionales – sobre esta tecnología y la eficacia que ofrece en el manejo de úlceras de pie diabético (UD), úlceras venosas (UV), úlceras arteriales (UA) y lesiones por presión (LPP), entre otras.
Las heridas crónicas, es decir, aquellas que no siguen el curso normal de cicatrización y permanecen abiertas a un tiempo mayor de cuatro a seis semanas, se presentan con frecuencia en los casos antes descritos. Los pacientes con este tipo de lesiones experimentan inflamación prolongada en el área, incapacidad de respuesta a terapias reparadoras del tejido e infecciones persistentes. De hecho, especialistas calculan que 1-2 de cada 100 adultos sufrirán una herida crónica en su vida, algunos de ellos con recaídas; dato que seguramente incrementará con el envejecimiento de la población.
La cronicidad de heridas es más frecuente en personas diabéticas o con enfermedades vasculares, a raíz de la pérdida de capacidad del cuerpo humano para desarrollar los subprocesos que tienen lugar en la cicatrización de las heridas. Otros factores de riesgo que alteran el proceso de cicatrización son padecer de sobrepeso u obesidad, tener un diagnóstico de enfermedad renal crónica (ERC) o ser consumidor frecuente de tabaco. A nivel social, se han identificado otros elementos que inciden en la curación de heridas crónicas, entre ellos el estatus socioeconómico, factores psicosociales, entorno físico y red de apoyo.
De acuerdo con estadísticas citadas en el consenso, el 30% de las úlceras de pie diabético se someten a amputación. Las heridas crónicas, además, permanecen abiertas por periodos que oscilan en promedio de 12 a 13 meses, sin ninguna garantía de su curación total. El 60-70% de los pacientes, su calidad de vida disminuye, siendo esto una importante causa de morbi-mortalidad. En estos casos, la hipoxia es grave e impide la regeneración de los tejidos corporales deteriorados. Los tejidos hipóxicos, como se explica en el consenso, tienen una pO2 tisular más baja que los pacientes en condiciones normales y saludables.
¿Qué costo representa el manejo de heridas crónicas en los sistemas de salud?
Pocas veces se habla del impacto que esta situación de salud genera sobre los sistemas sanitarios. A día de hoy, en los países de altos ingresos el gasto total en atención médica asigna aproximadamente el 3% al manejo de heridas, lo que se ve representado en costos anuales estimados que superan los 97.000 millones de dólares en los Estados Unidos y 5.300 millones de libras esterlinas en el Reino Unido.
En la práctica, pese a que los especialistas siguen estándares definidos para el tratamiento de heridas crónicas, lograr la curación en un lapso de 12 semanas es improbable en un número elevado de casos, sin mencionar las complicaciones que se derivan de este problema: suponen tasas más elevadas de infección, sepsis, amputación y complicaciones, inclusive la muerte en los casos más graves.
Las heridas crónicas también generan un impacto negativo en la calidad de vida. Las personas sufren dolores severos, tienen problemas de movilidad, del sueño, del olor y el exudado de la lesión que complica la ejecución de acciones en el día a día de quienes padecen esta complicación.
Oxigenoterapia: una alternativa en evolución
A nivel global, se ha documentado ampliamente el uso de oxígeno, a través de diferentes vías de administración, como una alternativa terapéutica eficaz para el tratamiento de heridas crónicas, entre otras patologías. La aplicación de este tratamiento en concentraciones elevadas favorece a los tejidos lesionados, pues los niveles de pO2 óptimos para ciertos procesos de cicatrización superan significativamente los del tejido sano normal.
La evidencia científica ha demostrado que la proliferación de fibroblastos y la producción de proteínas alcanzan su máximo rendimiento a una pO2 de 160 mmHg, lo cual es de 2 a 3 veces superior al nivel fisiológico normal, dependiendo del tipo de tejido y su ubicación. Por otra parte, se ha identificado que, el oxígeno como terapia es comparable, guardando las proporciones, con la administración de antibióticos: elimina las bacterias, acelera la angiogénesis, aumentando la perfusión de la herida y las tasas de epitelización, lo que se traduce en un aumento en las tasas de cierre de heridas.
A día de hoy, existen dos variaciones de la terapia de oxígeno: oxígeno hiperbárico y oxígeno tópico:
- La oxigenoterapia hiperbárica implica suministrar oxígeno sistémico al paciente en una cámara de alta presión. Este tratamiento presupone la suficiencia de la microvasculatura para transportar oxígeno a la herida, pero en casos de heridas crónicas.
- Los avances en oxigenoterapia han mejorado las opciones de tratamiento, haciéndolas más accesibles en diversos entornos asistenciales y ambulatorios. Se han desarrollado métodos de administración localizada de oxígeno tópico, como el uso de bolsas de oxígeno presurizado que rodean la zona afectada y la oxigenoterapia tópica continua (TOTc), que administra oxígeno de manera continua sobre el tejido de la herida. La TOTc es una alternativa más económica, suministra oxígeno de forma continua y es mínimamente intrusiva en el estilo de vida del paciente. A diferencia del oxígeno hiperbárico, la TOTc no conlleva riesgos de toxicidad sistémica o barotrauma. En algunos casos, se considera beneficioso combinar ambas terapias, ya que son complementarias en lugar de alternativas independientes.
¿Cuáles son las ventajas de la terapia de oxígeno transdérmico?
Además de las mencionadas, en Colombia está disponible la terapia de oxígeno transdérmico, en la que se garantiza el suministro permanente del oxígeno optimizando el tiempo de cicatrización en todo tipo de heridas, incluyendo las crónicas. La administración constante está garantizada por un dispositivo compacto generador de oxígeno (OG) y el sistema de suministro de oxígeno (ODS). Para los pacientes, la mayor ventaja es su tamaño compacto y el funcionamiento con baterías de 24 horas facilitando su uso portátil sin afectar las actividades cotidianas. “El sistema está diseñado para su uso en heridas complejas, de cicatrización lenta o que no cicatrizan, que normalmente tienen bajos niveles de oxígeno en la herida”, indica el panel de expertos en el consenso.
En casos complejos como las úlceras de pie diabético, la terapia de oxígeno transdérmico ha mostrado resultados destacables: la evidencia obtenida de Ensayos Controlados Aleatorizados (ECA) respalda la eficacia de la oxigenoterapia tópica (TOT). Los resultados positivos incluyen la información de 269 heridas de úlceras de pie diabético (UPD) y otras 167 heridas crónicas, como 155 úlceras de pierna, 3 úlceras por presión (LPP) y 9 heridas traumáticas, quemaduras o quirúrgicas que no cicatrizan, destacando así su aplicabilidad y impacto práctico en entornos reales de cuidado de heridas.
El consenso del panel de expertos hace referencia a dos estudios clínicos: el primero evaluó 100 heridas de difícil cicatrización que, tras la terapia de oxígeno transdérmico, demostró una tasa de cicatrización completa superior al 46% en pacientes sometidos a este tratamiento durante 3 semanas y media como mínimo. El promedio de tiempo para la curación de las heridas fue de 7.4 semanas, con una reducción del 76% en el tamaño de en todas las heridas y del 83% úlceras venosas.
En el segundo estudio clínico, llevado a cabo tres años después, se corroboró el potencial de la terapia de oxígeno transdérmico para úlceras de pie diabético, úlceras por presión y úlceras venosas crónicas de la pierna, destacándose esta última sobre las demás mencionadas. Estos hallazgos alentadores, respaldados por Jebril en un estudio adicional, que demostró una tasa del 40% de cicatrización completa en 20 úlceras venosas no cicatrizantes, subrayan el impacto positivo de esta opción terapéutica.
Más allá del ámbito clínico, este dispositivo agiliza el proceso curativo que implica costos económicos adicionales, resultado de los recobros y otros tratamientos prescritos. Además, su tamaño portátil permite que los pacientes de las zonas más apartadas se beneficien de la terapia con oxígeno transdérmico.
Estas son algunas recomendaciones sobre el uso de oxígeno transdérmico en Colombia
– El 86.6% del panel de expertos concuerda en que la terapia de oxígeno transdérmico continuo emerge como una opción prometedora en el tratamiento de diversas condiciones ulcerosas asociadas con enfermedad arterial periférica (EAP), insuficiencia venosa, úlceras hipertensivas, post trombóticas e isquémicas.
– El 93.3% de los expertos señala que la implementación de oxígeno transdérmico continuo podría ser beneficioso para el sistema de salud al posibilitar un tratamiento ambulatorio seguro en el hogar del paciente, lo que contribuiría a mejorar indicadores hospitalarios como la rotación de camas.
– Para el 100% del panel de expertos, esta terapia se debe considerar como tratamiento coadyuvante en aquellos pacientes con heridas de difícil cicatrización de diversas etiologías, con revascularizaciones subóptimas, baja perfusión, gran tamaño, con exposición de estructuras vitales y/o rescate de colgajos e injertos.
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