La depresión y la ansiedad afectan aproximadamente a una de cada cinco mujeres durante el embarazo y el período posparto. Sin embargo, menos del 10% de las pacientes reciben tratamiento adecuado debido a la escasez de especialistas en salud mental y las limitaciones en el acceso a servicios.
Con el propósito de abordar esta problemática, un equipo interdisciplinario de investigadores de Canadá y Estados Unidos llevó a cabo el ensayo clínico Scaling Up Maternal Mental Health Care by Increasing Access to Treatment (SUMMIT). Este estudio, publicado en Nature Medicine, evaluó nuevas estrategias para mejorar el acceso a tratamientos de salud mental mediante la incorporación de especialistas no convencionales y el uso de telemedicina.
El ensayo SUMMIT exploró si enfermeras, parteras y doulas capacitadas pueden brindar terapia de conversación con la misma eficacia que psicólogos y psiquiatras. Los resultados revelaron que, tras recibir entre seis y ocho sesiones de tratamiento, los síntomas de ansiedad y depresión disminuyeron significativamente, independientemente del tipo de proveedor.
“La terapia de conversación es eficaz, pero en gran medida inaccesible. Mientras nuestros sistemas de salud se enfrentan a una escasez de especialistas y al aumento de los costos de la atención, muchas mujeres embarazadas y en posparto sufren en silencio. Aprovechar soluciones simples y pragmáticas de reparto de tareas y telemedicina tiene el potencial de transformar la atención médica y mejorar el acceso a servicios esenciales de salud mental”, afirmó la Dra. Daisy Singla, investigadora principal de SUMMIT.
Telemedicina: una alternativa eficaz para la atención en salud mental
Históricamente, la terapia en persona ha sido el estándar de oro en psicoterapia. Sin embargo, los hallazgos del estudio SUMMIT demostraron que la terapia a través de telemedicina es igual de efectiva. Esto abre la posibilidad de llegar a más pacientes, especialmente aquellas en regiones con escaso acceso a profesionales de salud mental.
El ensayo, desarrollado en hospitales de América del Norte, incluyó instituciones como el Mount Sinai Hospital, Women’s College Hospital y St. Michael’s Hospital en Toronto, así como centros en la Universidad de Carolina del Norte (UNC) en Chapel Hill y Endeavor Health en Chicago. Con 1.230 participantes embarazadas y en posparto, SUMMIT se convirtió en uno de los ensayos más grandes del mundo en psicoterapia aplicada a la salud materna.
Los tratamientos se enfocaron en la Activación Conductual, una técnica que promueve la participación en actividades significativas alineadas con los valores personales. Tras la intervención, los puntajes de depresión en la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo bajaron de un promedio de 16 a 9, ubicándose por debajo del umbral de depresión leve. Por su parte, los puntajes de ansiedad en la Escala de Trastorno de Ansiedad General-7 disminuyeron de 12 a 7, reduciendo los síntomas a niveles clínicamente manejables.
“Nuestra investigación muestra que un modelo colaborativo en sistemas de atención médica del mundo real, que involucre tanto a especialistas como a no especialistas capacitados, podría reducir significativamente los tiempos de espera y ampliar el acceso a una atención de salud mental efectiva y de calidad”, afirmó la Dra. Samantha Meltzer-Brody, coinvestigadora principal de SUMMIT y directora del sitio en UNC Chapel Hill.
Capacitación de no especialistas en salud mental materna
Uno de los aspectos innovadores de SUMMIT fue la formación de enfermeras, parteras y doulas en técnicas de terapia de conversación. La capacitación incluyó:
- Instrucción integral en Activación Conductual.
- Supervisión de especialistas en salud mental.
- Ejercicios prácticos y juegos de roles, con un total de 20 a 25 horas de entrenamiento.
Este enfoque permitió que un grupo más amplio de profesionales ofreciera apoyo en salud mental sin comprometer la calidad del tratamiento, disminuyendo la dependencia de los escasos especialistas en psicoterapia.
“Es fundamental encontrar formas eficaces de tratar a estos pacientes, especialmente con opciones que no impliquen medicación, pues muchas mujeres prefieren evitarla durante el embarazo o la lactancia. Necesitamos un tratamiento alternativo seguro y eficaz; la psicoterapia puede ayudar a llenar este vacío”, señaló el Dr. Richard Silver, presidente de obstetricia y ginecología en Endeavor Health.
Invertir en salud mental perinatal: una apuesta para el futuro
La depresión y la ansiedad no tratadas en mujeres embarazadas y en posparto pueden derivar en consecuencias graves como mortalidad materna, complicaciones obstétricas y problemas de desarrollo infantil.
“Invertir en la salud mental perinatal significa invertir en un futuro más saludable y equitativo para los padres, sus hijos y nuestras comunidades en general”, aseguró el Dr. Singla.Mientras los investigadores continúan evaluando los beneficios de este modelo a largo plazo, también se está llevando a cabo un análisis económico para determinar el impacto financiero de implementar estas estrategias en los sistemas de salud de Canadá y Estados Unidos.