La crisis financiera que enfrentan muchos hospitales y clínicas del Eje Cafetero en Colombia ha llevado a la Superintendencia de Salud (Supersalud) a intervenir activamente para buscar soluciones inmediatas. En un esfuerzo por aliviar la situación, se celebraron mesas de trabajo en Pereira entre las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) para concretar acuerdos de pago que permitan a los hospitales saldar las deudas pendientes. Estas mesas, que comenzaron el 11 de febrero, buscan sentar las bases de un compromiso que estabilice la red hospitalaria en la región, la cual está atravesando una de sus crisis más severas.
El panorama crítico en el Eje Cafetero
El departamento de Risaralda, con Pereira como su capital, enfrenta una grave crisis económica en el sector salud, derivada de las deudas que las EPS mantienen con los hospitales y clínicas de la región. Según datos proporcionados por las autoridades locales, la deuda acumulada por parte de las EPS asciende a más de $310.000 millones de pesos. De este monto, el Hospital Universitario San Jorge de Pereira se encuentra en una situación alarmante, con un saldo pendiente de pago de $215.000 millones, de los cuales $115.000 millones corresponden a deuda corriente y $100.000 millones están asociados a carteras de difícil recuperación, principalmente provenientes de EPS liquidadas o en proceso de liquidación.
Javier Alejandro Gaviria Murillo, gerente del Hospital Universitario San Jorge, expresó su preocupación al señalar que esta situación pone en riesgo el cumplimiento de compromisos con proveedores, así como con el personal médico y contratistas. La falta de recursos está afectando la capacidad operativa de los hospitales, lo que podría derivar en un deterioro de la calidad de la atención y la prestación de servicios de salud a los ciudadanos.
Mesas de trabajo y acuerdos de pago
La intervención de la Supersalud a través de mesas de trabajo ha sido clave para abordar esta crisis financiera. Durante tres días de sesiones, se han establecido acuerdos entre las EPS y las IPS para llegar a compromisos de pago que contribuyan a aliviar la carga económica de los hospitales. Estos compromisos incluyen la revisión de las deudas corrientes y de las carteras más difíciles de recuperar.
Uno de los principales actores en esta mesa de trabajo fue Luis Fernando Acosta, director administrativo de Comfamiliar Risaralda, quien destacó que la insuficiencia en el giro de los recursos por parte de las EPS ha sido un problema persistente para los prestadores de salud en la región. Comfamiliar Risaralda es una de las principales IPS que enfrenta una deuda significativa, principalmente con la EPS SOS, que se ha identificado como el mayor deudor en la zona. Acosta subrayó la importancia de que las EPS cumplan con los acuerdos de pago, ya que de lo contrario, se verían obligados a reconsiderar la continuidad de los servicios prestados a los asegurados de estas compañías.
Este es un problema que afecta directamente a la prestación de servicios de salud en la región. Si no se logran acuerdos satisfactorios, podríamos enfrentarnos a la interrupción de la atención a los pacientes.
La intervención de Supersalud es un alivio parcial
La Supersalud ha jugado un papel fundamental en la mediación entre las EPS y las IPS, promoviendo el establecimiento de compromisos de pago y buscando soluciones que estabilicen la situación financiera del sector salud en la región. Sin embargo, la implementación de estos acuerdos de pago aún está en proceso y dependerá del cumplimiento de las EPS para garantizar que los fondos fluyan de manera adecuada y oportuna.
El papel de la Supersalud también ha sido clave en la supervisión de los compromisos de las EPS, obligándolas a cumplir con los pagos para evitar que los hospitales se vean obligados a recortar servicios o incluso suspenderlos. La intervención ha sido vista como un paso positivo para mitigar la crisis financiera en la región, pero aún queda trabajo por hacer.