El suministro del 70% de vacunas se concentra en diez fabricantes: informe de la OMS

En otros casos, la situación es aún más grave: varias de las 20 vacunas más utilizadas en el mundo -como la PCV, las vacunas contra el VPH o las vacunas con componentes antisarampionosos o antirrubeólicos- dependen especialmente de dos o tres proveedores.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un nuevo informe sobre el mercado de vacunas en el mundo, el primero desde la emergencia sanitaria por covid-19. Aunque los hallazgos no sorprenden, pues se trata de situaciones esperadas por autoridades en salud, la organización señaló que aquellas consideradas prioritarias no se desarrollan o no reciben la inversión que ameritan.

“Este nuevo informe muestra que las dinámicas del libre mercado están privando de ese derecho a una parte de la población más pobre y vulnerable del mundo. La OMS hace un llamamiento para que se introduzcan los cambios que tanto necesita el mercado mundial de las vacunas para salvar vidas, prevenir enfermedades y estar preparados para futuras crisis”, mencionó el director, Dr. Thedros Adhanom Ghebreyesus.

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Al respecto, el máximo representante de la autoridad sanitaria internacional fue enfático: en el derecho a la salud también se integra el acceso a las vacunas. Sin embargo, las dinámicas de libre mercado reducen las posibilidades de acceso a las comunidades más vulnerables, pese a que los países de bajos recursos buscan estrategias para obtener estos insumos fundamentales en salud pública.

Las últimas estadísticas revelan que el año anterior (2021), la provisión de vacunas alcanzó las 16.000 millones de dosis por un valor de US$ 141.000 millones. Estas cifras triplican el volumen del mercado de 2019, equivalente a US$ 5.800 millones y es cerca de tres veces y media superior al valor de mercado de ese mismo año, representado en US$ 38.000 millones.

A día de hoy, la desigualdad en el acceso entre países de elevados y bajos ingresos persiste, incluso es más acentuada en ciertos productos, como las vacunas para covid-19 o contra el virus del papiloma humano (VPH), cuya administración previene la aparición del cáncer de cuello uterino.

Por ejemplo, frente a esta última, las dosis de la vacuna solon ha llegado al 41% de los países de ingresos bajos, a pesar de que en estos se concentra gran parte de la carga de la enfermedad, en comparación con los países de ingresos altos, pues el porcentaje asciende al 83%.

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El oligopolio en la fabricación de vacunas parece indestronable

Otro dato que inquieta a la OMS es el reducido número de fabricantes de vacunas, a pesar de que han llegado nuevos competidores al mercado -la entidad cuenta a más de 90 compañías manufactureras-. No obstante, una decena de ellos es la responsable directa del suministro del 70% de las dosis de vacunas (sin contar a los biológicos contra covid-19).

Las sedes de fabricación se han incrementado como resultado de nuevas inversiones, los grandes países desarrolladores como Brasil, China, India y Rusia, la ampliación del programa de precalificación de la OMS, y la adquisición estratégica por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

En otros casos, la situación es aún más grave: varias de las 20 vacunas más utilizadas en el mundo -como la PCV, las vacunas contra el VPH o las vacunas con componentes antisarampionosos o antirrubeólicos- dependen especialmente de dos o tres proveedores. Dicho de otro modo, el riesgo de escasez de productos es una posibilidad latente y se consideran un factor de inseguridad regional, en particular para África y el Mediterráneo Oriental, pues las vacunas utilizadas provienen en el 90% de casos de otras latitudes que son de difícil acceso desde su ubicación geográfica.

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Sin embargo, desde el punto de vista comercial, las vacunas siguen representando apenas un 4% del mercado farmacéutico global (10% si se tienen en cuenta las vacunas anticovid). De acuerdo con la autoridad sanitaria, los riesgos de fracaso de los productos, las economías de escala también contribuyen a la concentración de proveedores, mientras que las responsabilidades adquiridas por la administración de los productos pueden considerarse como un desincentivo que reduce su entrada a ciertos mercados.

La creciente segmentación del mercado resultante de la creciente disponibilidad de vacunas con con características de producto diferentes y preferencias preferencias de los países tiene un impacto especialmente negativo impacto en la previsibilidad de la demanda.

El informe muestra que los países de bajos y medianos ingresos necesitan una mayor capacidad para informar sobre el desarrollo de productos, aumentar las capacidades de producción de las vacunas más utilizadas y el acceso a las pruebas necesarias para la toma de decisiones. Sobre este punto, la OMS aclara que las vacunas consideradas funcionalmente equivalentes tienen características distintas y pueden ser incompatibles a nivel operativo.

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“En consecuencia, los mercados de vacunas conjugadas contra el neumococo y el virus del papiloma humano, el rotavirus y la tosferina están segmentados. Incluso, una vacuna en particular puede escasear incluso cuando la disponibilidad total es suficiente”, se lee en el texto.

El documento también hace una invitación a los gobiernos para actuar sobre tres aspectos fundamentales:

  • Establecer objetivos estratégicos tempranos y fundamentados en pruebas y liderazgo que sirvan a la salud colectivo. Esto implica invertir agresivamente para para hacer frente a las necesidades de hoy y prepararse para futuras emergencias.
  • Garantizar la transparencia y la supervisión a lo largo de la cadena de valor de las vacunas, así como definir los principios y mecanismos operativos para colaboración entre países en tiempos de escasez, incluyendo en particular la propiedad intelectual y la circulación de insumos y bienes.
  • Reforzar la preparación del mercado invirtiendo en en nuevas tecnologías de vacunas, investigación y desarrollo regionales y centros de fabricación; también en la armonización de la normativa que facilite el acceso.

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