La atención primaria en Salud en estados Unidos está muy por detrás de otros países con ingresos similares, según un estudio publicado por la fundación Commonwealth. En este análisis se comparó el desempeñó del país con otras 10 naciones de altos ingresos, evaluando aspectos como el acceso a la atención y la coordinación de servicios.
Este estudio se basó en los hallazgos de las Encuestas de políticas de salud internacionales de 2019 y 2020 de Commonwealth Fund, junto con el informe Perfiles internacionales de sistemas de atención médica de 2020 de la misma organización.
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Los resultados más relevantes muestran que los adultos en Estados Unidos tienen menos posibilidades de tener un médico regular o “de cabecera”, un proveedor de atención primaria de calidad, o un lugar de atención.
Por estos impedimentos los ciudadanos evitan programar una cita con un médico general a menos que sea en momentos de extrema necesidad. Particularmente, en países con mejor acceso a la atención primaria, los pacientes no descuidan este aspecto.
“Un sistema de atención primaria sólido produce mejores resultados de salud. La investigación ha demostrado la importancia de la atención primaria para ayudar a prevenir problemas de salud crónicos a largo plazo y reducir las tasas de mortalidad” afirmó Munira Z. Gunja, coautora e investigadora principal del Programa Internacional de Innovaciones en Políticas de Salud del Commonwealth Fund.
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El informe también mostró que el acceso a visitas médicas domiciliarias o atenciones fuera del horario laboral es significativamente más bajo en Estados Unidos. Mientras que países como Alemania, Nueva Zelanda, Noruega y Países Bajos ofrecen vistas médicas domiciliarias sin importar el horario.
“Asegurarse de que la atención sea accesible fuera del horario de atención estándar puede ayudar a los pacientes a evitar viajes al departamento de emergencias para recibir atención que no sea de urgencia”, señalaron los autores en el informe.
Por otro lado, cerca del 50% de los médicos de atención primaria en salud de Estados Unidos reportan una coordinación nula con los especialistas y hospitales, es decir, que este segmento no es por donde suelen ingresar los pacientes al sistema, además no hay una retroalimentación de las acciones tomadas sobre un mismo paciente, es decir, solo la mitad de los médicos generales de EE. UU. informaron que generalmente saben que otro proveedor ha modificado el plan de atención o el régimen de medicamentos de un paciente.
“Estados Unidos tiene mucho que aprender de otros países sobre la importancia de invertir en un sistema de atención primaria que sea suficiente y garantizar que tengan un suministro adecuado de médicos de atención primaria. Proporcionar un seguro de salud para todos sería ser un gran comienzo, además, subsidiar la educación médica puede ayudar a incentivar a los estudiantes a ingresar a estos programas primarios” dijo Gunja.
Los autores señalaron que en todos los países, todavía es relativamente poco común que los centros de atención primaria evalúen las necesidades sociales de los pacientes, incluidas la vivienda, la seguridad alimentaria, el transporte y la capacidad de pago de las necesidades básicas, como los servicios públicos, así como la detección de exposición a la violencia doméstica o sentimientos de aislamiento social o soledad.
Los hallazgos del estudio son el resultado de décadas de falta de inversión en atención primaria. Para mejorar y subsanar los hallazgos los autores del estudio recomiendan disminuir la brecha salarial entre médicos generales y especialistas, invertir en telesalud para ampliar el acceso a atención primaria y dar incentivos a los proveedores que brinden continuidad en todos los ámbitos de atención.
“Sin una base sólida en atención primaria, no tenemos un sistema de salud sólido, especialmente ahora, en la era de la COVID-19, EE. UU. necesita invertir para fortalecer nuestro sistema de atención primaria” concluyó David Blumenthal, presidente de Commonwealth Fund.
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