Científicos de la Universidad Católica de Lovaina han revelado que un examen de ADN tiene la capacidad de identificar a aquellas mujeres que enfrentan un mayor riesgo de desarrollar preeclampsia durante las etapas finales del embarazo. Esta anomalía se caracteriza por hipertensión arterial, signos de daño hepático o renal, aumento de peso y otras alteraciones; el trastorno puede llegar a ser mortal para la madre, el bebé o ambos si no es detectado y tratado oportunamente.
Al identificar con antelación a las pacientes en riesgo elevado, es posible suministrar tratamientos preventivos, lo que conlleva a una drástica reducción en la probabilidad de desarrollar preeclampsia grave. El estudio titulado “Análisis del Metiloma del ADN Libre en Células: Predicción Temprana de la Preeclampsia” fue publicado en la revista Nature Medicine.
A pesar de los avances en la investigación, aún no se ha logrado determinar con precisión la causa subyacente de la preeclampsia, lo cual dificulta la identificación de las mujeres con un riesgo elevado de desarrollar esta condición. Actualmente, los métodos de detección disponibles tienden a ser poco confiables, complejos y lentos; por lo que un equipo de científicos realizó una investigación con el propósito de comparar el ADN presente en la placenta de 498 mujeres, algunas con preeclampsia precoz y otras sin esta afección.
“Es normal que la estructura del ADN de la placenta cambie durante el embarazo, un proceso impulsado por la ‘metilación’. Pero, observamos un patrón diferente de metilación del ADN en las mujeres que desarrollan preeclampsia precoz, lo que permite identificar a las mujeres con mayor riesgo y tratarlas incluso antes de que aparezcan los síntomas”, señaló el profesor Thienpont, líder de la investigación.
Una prueba de sangre sería suficiente para medir el riesgo de preeclampsia
Para hacer la detección de las mujeres en riesgo, lo único que los especialistas requieren es tomar una prueba de sangre; examen que podría hacerse desde la semana 12 de gestación y que podría hacerse en simultáneo con otras pruebas médicas que se hacen en el embarazo. En el análisis, se revisa el proceso de metilación y se compara con los patrones detectados en los casos de preeclampsia precoz.
Con la detección de esta posibilidad, también se generaría un beneficio para la salud del bebé. En la actualidad, se suelen prevenir los casos severos de preeclampsia con aspirina, un fármaco que ha demostrado disminuir el riesgo en un 60-80%. No obstante, con la detección precoz, se podrían prevenir incidentes negativos para salud del bebé.
En uno de cada ocho casos, la preeclampsia se presenta precozmente, con síntomas que aparecen entre las semanas 20 y 34 de embarazo. Los bebés que nacen antes de las 34 semanas, por ejemplo porque hubo que inducir el parto, deben ingresar en la unidad de cuidados intensivos neonatales y pueden desarrollar complicaciones graves.