Un estudio publicado en The Lancet Regional Health – Americas reveló que la implementación de políticas para restringir el acceso a pesticidas altamente peligrosos y armas de fuego podría ayudar a prevenir más de 120.000 muertes por suicidio en la región de las Américas en un periodo de 10 años.
Esta investigación, llevada a cabo en colaboración con expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH) de Canadá, sugiere que la implementación de restricciones al acceso a las armas de fuego o a los pesticidas en países donde estos representan el 40% o más de los suicidios, podría reducir la tasa de mortalidad en más del 20% entre los hombres y en un 11% entre las mujeres para el año 2030.
Cada año se pierden cerca de 100.000 vidas por suicidio en las Américas y a diferencia de otras regiones de la OMS, la tasa de mortalidad por suicidio ha ido incrementando en los últimos años. Como tal, la restricción de los medios refiere a una intervención eficaz basada en la evidencia en la prevención del suicidio, y una estrategia clave recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) bajo su enfoque “VIVIR LA VIDA” para reducir la mortalidad por suicidio.
Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS y coautor del estudio explicó que “el suicidio es prevenible y cada vida que se pierde es devastadora. Este estudio muestra que las políticas efectivas que limitan el acceso a dos de los métodos más comunes para el suicidio pueden tener un impacto en la reducción de la mortalidad en la región”.
Resultados del estudio
El estudio especificó que, en El Salvador, Guyana, Nicaragua y Surinam, donde la ingesta de pesticidas altamente peligrosos provocó el 40% o más de los suicidios en cada país en 2019, las medidas de restricción podrían reducir sustancialmente las tasas de suicidio para 2030.
Asimismo, en los Estados Unidos, un país donde las armas de fuego representaron más del 40% de las muertes por suicidio en el mismo año, se prevé que la aplicación de restricciones específicas conduzca a una disminución notoria en las tasas en la próxima década.
Entre tanto, el estudio concluyó que la implementación efectiva de medidas para restringir el acceso a pesticidas y armas de fuego podría prevenir la pérdida de más de 123.000 vidas por suicidio en toda la región de las Américas.
De otro lado, las reducciones más notables se observaron en la subregión del Caribe no latino, donde la tasa de mortalidad por suicidio podría reducirse hasta en un 31% entre los hombres y un 34% entre las mujeres. Este panorama se daría en el caso de que se aplicara una restricción específica a los pesticidas altamente peligrosos en tres países clave: Guyana, Suriname y Trinidad y Tobago, en 2020.
Por su parte, el doctor Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OPS y coautor del estudio señaló que “la implementación de medidas de restricción es más efectiva cuando los métodos son prevalentes y representan una proporción significativa de las muertes por suicidio. Sin embargo, también es crucial considerar el contexto sociocultural al implementar políticas de restricción de medios”.
Cabe resaltar que los investigadores detrás del estudio hacen un llamado a la colaboración multisectorial con el fin de poner en práctica dichas intervenciones que estuvieron basadas en la evidencia a fin de cumplir con la meta de la OMS de reducir la tasa de mortalidad por suicidio en un tercio para 2030.