El pasado miércoles se llevó a cabo un foro virtual sobre el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en Colombia. En el encuentro participaron diferentes expertos en la materia que concluyeron que es necesario implementar una regulación integral del uso de estos dispositivos en el país ya que la evidencia muestra que el uso de estos no es es inofensivo para la salud.
Es decir, el panel de expertos asegura que usarlos no es menos nocivo que el consumo de cigarrillos convencionales y tampoco permiten abandonar el tabaquismo. En el foro estuvo presente el Director de la Liga Colombiana contra el Cáncer, Carlos Castro; la Subdirectora de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud, Nubia Bautista; el representante de la Sociedad Colombiana de Medicina Familiar, Alfonso Ávila, y el investigador del Instituto Nacional de Salud Pública de México, Inti Barrientos.
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La facilidad de acceso a cigarrillos electrónicos y vapeadores así como la desinformación que existe respecto a su uso contribuyen a que la cifra de personas que hacen uso de estos sea cada vez mayor, es además preocupante que la población más joven es la que más recurre al uso de los mismos. Cabe mencionar, que estos dispositivos pueden llegar a administrar más nicotina que los cigarrillos tradicionales, según lo explicó el doctor Alfonso Ávila, miembro de la Sociedad Colombiana de Medicina Familiar “no hay una diferencia probada entre los cigarrillos tradicionales y los nuevos dispositivos con relación a los daños para la salud de los consumidores y otras personas expuestas”.
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- el 5% de la población entre 12 y 65 años han usado vapeadores o cigarrillos electrónicos. Este dato es grave si se tiene en cuenta que estos dispositivos no solo suministran nicotina (que puede llegar a ser más adictiva que la cocaína) sino otras 22 sustancias cancerígenas como pulegona, arsénico, formaldehído y nitrosaminas; su uso disminuye la respuesta inmune y aumenta hasta en cinco veces la posibilidad de desarrollar Covid-19 grave.
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De hecho diferentes investigaciones científicas alrededor del mundo concluyen que los dispositivos de vapeo son causantes de problemas de salud similares a los que ocasiona el cigarrillo tradicional, tanto en los consumidores como en las personas expuestas al humo. Ante este panorama el Ministerio de Salud reiteró que en el país “estamos implementando medidas integrales para el control del tabaco, con excelentes resultados, que debemos extender a los nuevos productos”. Bautista agregó que en la entidad están “enfocados en generar la mejor información sobre los riesgos, para que la gente tome decisiones basadas en la mejor evidencia”.
El mismo especialista de la Sociedad Colombiana de Medicina Familiar afirmó que los cigarrillos electrónicos duplican la posibilidad de desarrollar enfermedad obstructiva crónica -EPOC, sin mencionar que la nicotina produce una una enfermedad adictiva crónica, y su ingesta por cualquier presentación aumenta probabilidades de consumir cigarrillo tradicional. A lo anterior se suma que esta sustancia afecta el desarrollo de los circuitos cerebrales que controlan la atención y el aprendizaje, y se asocia con trastornos emocionales permanentes.
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Metaanálisis sobre los riesgos de los vapeadores y cigarrillos electrónicos
Desde México el investigador Inti Barrientos se sumó a este panel de expertos presentando el resultado de una investigación denominada “Repositorio SEAN”, la cual consistió en revisar 700 artículos publicados entre 2017 y 2019 de todo el mundo sobre los nuevos dispositivos de administración de nicotina.
Según Barrientos, este trabajó permitió concluir que parte del problema con el auge de estos dispositivos radica en que un alto porcentaje de la literatura disponible tiene “algún tipo de interferencia de la industria tabacalera, razón por la cual conceptúan a favor”. De esta revisión también se concluyó que los artículos con datos epidemiológicos serios y sin interferencia demuestran como “en adolescentes hay entre 80 y 700 % más probabilidad de fumar cuando utilizan vapeadores”.
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Por este y otros datos disponibles “hay que regular al mayor nivel posible estos sistemas; no solo los dispositivos o solo los líquidos”, como se propone en algunos países por el lobby que hace la industria entre los legisladores, “pues esto es dejar abierta la puerta para que circulen con laxitud”.