La quinta sesión ordinaria de la Comisión Séptima del Senado abrió la antesala del gran debate sobre la reforma a la salud en Colombia, cuyo inicio está previsto para el próximo martes 23 de septiembre de 2025. Aunque las advertencias sobre la magnitud de los recursos que demandará el proyecto marcaron la discusión, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, defendió con cifras la suficiencia del Presupuesto General de la Nación 2026 y planteó una visión distinta frente a los cuestionamientos.
De acuerdo con la senadora Norma Hurtado, el aval fiscal entregado por el Ministerio de Hacienda estima un costo de 109 billones de pesos en el primer año de implementación de la reforma a la salud. En contraste, el presupuesto asignado al Ministerio de Salud para 2026 es de 75,8 billones de pesos, lo que configuraría un déficit inicial de 33 billones de pesos.
El informe de Hacienda contemplaba fuentes de financiación adicionales, impuestos saludables, ingresos corrientes, contribuciones al Sistema Único de Aportes Digitales y la prima FONSAT, que sumarían apenas 3 billones de pesos, dejando 30 billones sin respaldo financiero.
La defensa del ministro: cotizaciones y nuevas fuentes de ingreso, reforma a la salud
El ministro Jaramillo respondió que estas proyecciones ignoran dos componentes centrales del sistema:
- Cotizaciones en salud, estimadas en cerca de 40 billones de pesos para 2026.
- Recursos derivados de juegos de suerte y azar, que aportarían casi 8 billones de pesos adicionales.
De esta manera, según el jefe de la cartera, el panorama financiero cambia sustancialmente al incorporar fuentes estructurales que soportan la operación del sistema y que no fueron incluidas en los cálculos de déficit señalados por algunos senadores.
“El Ministerio de Hacienda ha respaldado de manera significativa al sector salud. No se puede desconocer el peso de las cotizaciones ni de los ingresos extraordinarios, que sumados refuerzan la viabilidad de la reforma”, indicó Jaramillo durante la sesión.
Un llamado a los empresarios: recuperar aportes perdidos
Más allá de los ingresos actuales, el ministro destacó que el principal problema estructural proviene de la exención del aporte patronal decretada en 2012, que significó dejar de percibir alrededor de 20 billones de pesos anuales para el sistema.
“Son recursos que el sector salud dejó de recibir y que explican gran parte de las dificultades de financiación. Es indispensable que los empresarios retomen un papel más activo en la sostenibilidad del sistema”, advirtió.
La UPC en el centro del debate técnico
En paralelo, se discutió la situación de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el valor reconocido por persona para garantizar los servicios de salud. Varios senadores cuestionaron la falta de reuniones del Comité Asesor de la UPC en 2025, lo que genera incertidumbre sobre la suficiencia de este cálculo para el próximo año.
Jaramillo desestimó estas críticas, afirmando que “no existe ningún estudio de la Corte Constitucional que declare insuficiente la UPC”, y sugirió que las dudas al respecto provienen más de intereses gremiales que de evidencias técnicas.
Entre tanto, el ministro Jaramillo defendió la reforma con un mensaje claro; el financiamiento del sistema de salud no puede evaluarse únicamente desde el presupuesto nacional, sino integrando cotizaciones, aportes extraordinarios y correcciones estructurales como el restablecimiento del aporte patronal.