Panamá consolidó un paso histórico en el fortalecimiento de su sistema de salud con la creación de la Mesa Consultiva para la Atención Primaria de Salud (APS), un espacio de diálogo estratégico que articula al Ministerio de Salud con organismos multilaterales como la OPS, el Banco Mundial y el BID.
Esta instancia, la quinta en América Latina, no solo busca movilizar recursos e inversiones para modernizar la red de servicios, sino también garantizar el acceso equitativo, enfrentar los efectos del cambio climático y acelerar la digitalización del sector con iniciativas como la telemedicina. Con este movimiento, el país se posiciona como referente regional en la transformación de la APS y reafirma que la salud es una inversión esencial para el desarrollo social y económico.



Un nuevo capítulo para la atención primaria en Panamá
El Ministerio de Salud de Panamá, en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), oficializó la creación de la Mesa Consultiva para la Atención Primaria de Salud. Esta es la quinta instancia de su tipo en la región, después de Chile, El Salvador, Paraguay y República Dominicana, y representa un hito para consolidar el acceso universal y equitativo a los servicios de salud.
Durante el acto de lanzamiento, el director de la OPS, Jarbas Barbosa, reconoció el liderazgo panameño: “Felicito al Ministerio de Salud de Panamá por su visión de futuro, sumando un nuevo capítulo a su historia de avances decisivos para mejorar la salud y el bienestar de toda su población”.
La Mesa Consultiva se concibe como un espacio de diálogo estratégico que permitirá movilizar recursos financieros, atraer inversión extranjera y fortalecer la cooperación técnica, siempre con base en las prioridades nacionales de salud.
Salud como inversión social y económica
El ministro de Salud de Panamá, Fernando Boyd Galindo, enfatizó la relevancia del enfoque preventivo: “Hoy reafirmamos que la salud no es un gasto, sino una inversión en el bienestar de nuestro pueblo, en el desarrollo económico y en la cohesión social”.
Este posicionamiento se alinea con las tendencias globales que consideran a la APS como el mecanismo más costo-efectivo para enfrentar los desafíos contemporáneos: el impacto del cambio climático en la salud, la transición demográfica y epidemiológica, así como el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles.
La Mesa se articulará con la Estrategia de Cooperación 2023-2028 de la OPS, que define cinco prioridades clave para Panamá:
- Fortalecer la autoridad sanitaria nacional.
- Reducir la carga de enfermedades no transmisibles.
- Impulsar la salud mental y su integración en el sistema.
- Controlar enfermedades transmisibles con estrategias adaptadas a la realidad subnacional.
- Mejorar la gestión de riesgos en salud pública
Perspectiva de los organismos multilaterales
Desde el Banco Mundial, Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, destacó los avances del país hacia la cobertura universal de salud, pero advirtió sobre los desafíos de equidad y calidad: “Este nuevo paso refuerza el compromiso de Panamá con la atención primaria y la innovación digital, como la telemedicina, para reducir las brechas que aún persisten”. afirmó.
Por su parte, Ferdinando Regalía, gerente del Sector Social del BID, señaló que la experiencia regional demuestra el valor de la cooperación multilateral: “Cuando las instituciones trabajamos juntas y coordinadas, logramos mucho más. Panamá es un gran ejemplo a seguir; su compromiso está construyendo un sistema de salud más justo y preparado para enfrentar desafíos”.
Transformación digital y retos pendientes
Panamá se ha posicionado como un país innovador en salud. Su programa de vacunación se encuentra entre los más completos de América Latina y fue pionero en introducir la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Además, ha impulsado un programa de telemedicina orientado a fortalecer la APS en comunidades indígenas y rurales, lo que constituye una estrategia clave para reducir inequidades geográficas y sociales.
El país también ha trazado metas ambiciosas: eliminar más de 15 enfermedades transmisibles para 2030, consolidando su papel como referente en salud pública regional. Sin embargo, persisten retos en la sostenibilidad financiera del sistema, la cobertura efectiva en áreas rurales y la integración de servicios de salud.