Panamá inaugura centro regional para producir vacunas y biofármacos en Centroamérica y el Caribe

Panamá inaugura el CRIVB-AIP, centro regional de vacunas y biofármacos que fortalecerá la autonomía sanitaria de Centroamérica y el Caribe.
Panamá inaugura centro regional para producir vacunas y biofármacos en Centroamérica y el Caribe

Escucha esta noticia

Cargando audio...

El ministro de Salud de Panamá, Fernando Boyd Galindo, encabezó la inauguración del Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB-AIP), un complejo científico ubicado en la Ciudad del Saber que promete transformar la capacidad de respuesta sanitaria de Centroamérica y el Caribe. Con el respaldo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), la nueva infraestructura busca posicionar a Panamá como referente regional en investigación, desarrollo y producción de vacunas y biofármacos, en un contexto donde la región enfrenta la urgencia de reducir su dependencia de importaciones, fortalecer la equidad en el acceso y anticiparse a futuras pandemias o emergencias sanitarias.

Una apuesta regional para la innovación en salud

La inauguración del CRIVB-AIP, representa uno de los proyectos más ambiciosos en materia de biotecnología en Centroamérica. La iniciativa fue impulsada por Senacyt y el Ministerio de Salud, con el objetivo de que Panamá asuma un rol estratégico en la producción de vacunas y biofármacos para una región que alberga a cerca de 95 millones de habitantes y registra cada año aproximadamente 1,8 millones de nacimientos. La dependencia histórica de las importaciones ha dejado expuesta a la región frente a retrasos, sobrecostos y limitaciones logísticas, como quedó en evidencia durante la pandemia de COVID-19.

En este escenario, el ministro Boyd Galindo destacó que Panamá “siempre ha sido un país a la vanguardia de la vacunación” y recordó a la población la importancia de la inmunización como medida para evitar enfermedades que pueden resultar mortales, como el dengue o la influenza. Sus declaraciones subrayan el carácter estratégico del centro, concebido no solo como un espacio de investigación, sino como un engranaje clave en la preparación y la respuesta frente a amenazas sanitarias emergentes.

Objetivos y capacidades del CRIVB-AIP

El nuevo centro no se limita a la investigación básica. Su diseño apunta a generar una plataforma integral que abarque el desarrollo y la fabricación de vacunas, biofármacos, anticuerpos monoclonales e incluso antivenenos, bajo estándares de calidad internacionales. Además, pretende consolidar una masa crítica de profesionales y técnicos capacitados en biotecnología, inmunología y producción farmacéutica, áreas en las que la región ha mostrado rezagos frente a otras naciones latinoamericanas como Brasil y Cuba.

La infraestructura, instalada en la Ciudad del Saber, fue concebida como una asociación de interés público sin fines de lucro. Desde allí se busca fomentar la innovación tecnológica, impulsar la creación de propiedad intelectual y garantizar que los países de Centroamérica y el Caribe cuenten con mejores herramientas para enfrentar crisis sanitarias. De acuerdo con Senacyt, la meta es combinar la investigación avanzada con la producción a escala industrial, lo que permitirá reducir la dependencia externa y garantizar un acceso más equitativo a los biológicos.

Impacto para Panamá y la región

El impacto potencial del CRIVB-AIP trasciende las fronteras panameñas. Para los países de Centroamérica y el Caribe, contar con un centro regional de esta magnitud significa disponer de capacidad instalada para producir vacunas esenciales y responder de manera más rápida a brotes y emergencias sanitarias. La disminución de los tiempos de distribución y de los costos asociados al transporte internacional podría traducirse en un acceso más equitativo, sobre todo en poblaciones históricamente marginadas de las coberturas de inmunización.

Desde una perspectiva económica y de innovación, el centro también representa una oportunidad de desarrollo. La generación de empleo altamente especializado, la creación de propiedad intelectual propia y la posibilidad de exportar biológicos hacia otros mercados abren la puerta a que Panamá se posicione como un polo biotecnológico en la región. A mediano plazo, estas capacidades podrían contribuir a la sostenibilidad de los sistemas de salud al reducir los costos de adquisición de vacunas y favorecer la producción local con estándares internacionales.

Retos para su consolidación

El proyecto, sin embargo, enfrenta desafíos significativos. Escalar la producción desde los laboratorios de investigación hasta la fabricación en grandes volúmenes requerirá inversiones sostenidas, tanto en equipamiento como en recursos humanos altamente capacitados. Además, la dependencia de insumos importados para procesos clave como la fermentación y la purificación de biológicos puede convertirse en un obstáculo si no se logra diversificar la cadena de suministros.

700x250_desktop_curso-NT_SERVICIOS-AMBULATORIOS_01

A ello se suma la necesidad de obtener certificaciones internacionales, incluidas las de la Organización Mundial de la Salud, que permitirán validar los productos para su uso en programas nacionales y regionales de inmunización. Otro reto será garantizar la sostenibilidad financiera del centro, evitando que dependa únicamente de fondos coyunturales y estableciendo mecanismos de financiamiento estables a largo plazo.

Gobernanza y alianzas estratégicas

El CRIVB-AIP es resultado de un esfuerzo articulado entre Senacyt, el Ministerio de Salud y actores internacionales. En la inauguración participaron autoridades panameñas y representantes de instituciones como Biomanguinhos/Fiocruz, reconocida por su experiencia en investigación y producción de vacunas en Brasil. Estas alianzas son fundamentales para la transferencia tecnológica y para asegurar que el centro se mantenga alineado con los estándares globales en materia de bioseguridad, regulación y calidad.

Senacyt ha convocado a investigadores de nivel senior y junior para integrarse al proyecto, priorizando perfiles con doctorados en virología, biotecnología, inmunología y áreas afines. Esta estrategia busca garantizar que el centro cuente con el capital humano necesario para consolidar sus objetivos. Sin embargo, la retención de talento en un mercado global altamente competitivo será un desafío constante, por lo que será clave diseñar políticas de incentivos y condiciones laborales que eviten la fuga de cerebros hacia otros países.

Un hito regional con proyección de futuro

El CRIVB-AIP es, en esencia, una apuesta por la autonomía sanitaria de la región. Su consolidación dependerá de factores como el financiamiento sostenido, la cooperación internacional, la retención de talento humano y la capacidad de establecer mecanismos de producción y distribución transparentes y eficientes.

Si logra superar estos retos, Panamá podría convertirse en un referente en biotecnología y en la producción de vacunas en Centroamérica y el Caribe. Para los sistemas de salud de la región, este centro representa no solo un avance científico y tecnológico, sino también un paso firme hacia la seguridad sanitaria y la equidad en el acceso a medicamentos y vacunas esenciales.

Bw450-p5-mobile-suscripcion-oro-febrero-2025

Temas relacionados

suscríbete-consultorsalud-2023 (opt)

Recibe actualizaciones del sector salud directamente en tu correo electrónico.

RELACIONADAS

Otras noticias para ti

¡Gracias por suscribirte!

Desde ya haces parte de la familia de CONSULTORSALUD,  por favor revisa tu bandeja de correo electrónico, te hemos enviado un mensaje de bienvenida.