El Día Internacional contra el Cáncer Infantil, celebrado cada 15 de febrero, resalta la urgencia de mejorar las tasas de diagnóstico y tratamiento del cáncer en niños y adolescentes. En este contexto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha lanzado una nueva y revolucionaria guía interactiva para ayudar a los profesionales de salud en América Latina y el Caribe a detectar el cáncer infantil de manera más temprana. Esta guía busca abordar una de las principales causas de mortalidad entre los jóvenes, permitiendo un diagnóstico más rápido y, por lo tanto, mejores oportunidades de curación.
El desafío del cáncer infantil en América Latina y el Caribe
Cada año, aproximadamente 30.000 niños y adolescentes en América Latina y el Caribe son diagnosticados con cáncer, y cerca de 10.000 de ellos pierden la vida debido a la enfermedad. A pesar de los avances en la medicina, las tasas de supervivencia en la región siguen siendo preocupantemente bajas. Mientras que en los países de ingresos altos, más del 80% de los niños diagnosticados con cáncer sobreviven, en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe este porcentaje cae a alrededor del 55%.
“La detección temprana no solo aumenta las probabilidades de curación, sino que también mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, afirmó el doctor Mauricio Maza, asesor regional en cáncer de la OPS. Con este reto en mente, la OPS, en colaboración con instituciones clave como el St. Jude Children’s Research Hospital y la Sociedad Latinoamericana de Oncología Pediátrica (SLAOP), desarrolló una herramienta integral para reducir las disparidades en las tasas de supervivencia del cáncer infantil en la región.
La guía interactiva: un paso decisivo en el diagnóstico temprano
La guía interactiva lanzada por la OPS tiene como objetivo proporcionar a los equipos de salud un marco práctico para identificar signos y síntomas del cáncer infantil en sus primeras etapas. La guía cubre un amplio espectro de cánceres pediátricos, desde leucemias agudas hasta tumores del sistema nervioso central, linfomas, tumor de Wilms y retinoblastoma. Además, detalla los síntomas, los antecedentes clínicos y los exámenes físicos necesarios para realizar un diagnóstico preliminar.
Uno de los aspectos más innovadores de la guía es su sistema de clasificación de la urgencia del caso en tres niveles:
- Rojo (Inmediata): Para los niños con síntomas graves que deben ser derivados inmediatamente a un hospital con servicio de emergencia pediátrica.
- Amarillo (Prioritaria): Para los casos menos urgentes pero aún críticos, que deben ser atendidos dentro de las siguientes 48 a 72 horas.
- Verde (Programada): Para los casos que requieren más estudios diagnósticos y pueden ser programados.
Este sistema de clasificación tiene como objetivo optimizar el tiempo de respuesta y reducir las complicaciones a largo plazo que pueden surgir de diagnósticos tardíos.
Formación continua: curso virtual de diagnóstico precoz
Con el objetivo de fortalecer las capacidades de los profesionales de la salud en América Latina y el Caribe, la OPS también ha lanzado un curso virtual de diagnóstico precoz del cáncer infantil. Este curso gratuito, disponible en el campus virtual de salud pública de la OPS, está diseñado para capacitar a médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud en la identificación temprana de los signos y síntomas del cáncer en niños.
El curso cubre aspectos fundamentales como los factores de riesgo, el manejo inicial de los casos y la interpretación de los exámenes complementarios. Este esfuerzo formativo tiene como propósito no solo mejorar la detección temprana del cáncer, sino también fortalecer las habilidades del personal médico en la atención primaria, que es la primera línea de defensa en el diagnóstico precoz.
Iniciativas globales y compromiso con el futuro
La OPS también está trabajando activamente en la ampliación del acceso a tratamientos esenciales para el cáncer infantil a través de su Fondo Estratégico, en colaboración con organizaciones como la OMS, St. Jude y UNICEF. La meta es aumentar la tasa de supervivencia del cáncer infantil en la región a al menos el 60% para el año 2030, un objetivo ambicioso que podría salvar un millón de vidas entre niños y adolescentes en todo el mundo.
Además de la mejora en los diagnósticos, el acceso a los tratamientos pediátricos adecuados es una pieza clave en la lucha contra el cáncer infantil. En la actualidad, muchos países de la región enfrentan dificultades para garantizar el acceso a tratamientos de calidad debido a limitaciones en los sistemas de salud y la falta de recursos financieros. Por ello, el apoyo a las políticas públicas que promuevan el acceso a la atención médica de calidad es fundamental para cambiar el curso de esta enfermedad.
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