En respuesta al brote activo de fiebre amarilla en Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social emitió la Circular Externa 0025 de 2025, con medidas obligatorias para prevenir la transmisión durante ferias, fiestas y eventos multitudinarios. Las acciones incluyen intensificación de vacunación, control vectorial y comunicación de riesgo, dirigidas a gobernaciones, entidades de salud y organizadores de eventos.
Refuerzo de la vacunación: primer escudo contra la fiebre amarilla
El documento oficial obliga a las autoridades territoriales a exigir el carné de vacunación contra fiebre amarilla con al menos 10 días de antelación para el ingreso a actividades en municipios de alto y muy alto riesgo; tanto asistentes como personal logístico y de salud deben contar con esta protección . Una sola dosis de vacuna confiere inmunidad de por vida en más del 99% de los vacunados, con protección efectiva en el 80–100 % de los casos a los 10 días de la aplicación.
- Verificación en puntos de venta: Se debe solicitar el carné en taquillas de terminales terrestres, fluviales y aéreas antes del inicio de cualquier evento
- Cobertura obligatoria al personal: El 100 % del personal organizador, logístico y equipos de respuesta debe acreditar la vacuna como requisito de participación
Plan de Manejo Integrado de Vectores (MIV) en acción
Para reducir la presencia de mosquitos Aedes y Haemagogus vectores de fiebre amarilla las autoridades municipales deben presentar un Plan de Manejo Integrado de Vectores entre 7 y 15 días antes del evento, el cual incluya intervenciones físicas, químicas y comunitarias para eliminación de criaderos.
- Evaluación entomológica previa: Inspección de áreas de concentración de público y un radio de 200 m para identificar niveles de infestación.
- Jornadas comunitarias: Movilización social para promover uso de repelentes, toldillos e identificar criaderos en viviendas y espacios público.
- Contratación de empresas especializadas: En eventos privados o mixtos, se exige que el control vectorial sea efectuado por entidades con licencia sanitaria vigente y experiencia comprobada.
Vigilancia epidemiológica y atención clínica
Durante y hasta dos semanas después del evento, las IPS deben monitorear diariamente las notificaciones de casos de fiebre amarilla al Sistema de Monitoreo de Gestión Integral de Datos Epidemiológicos (SMGILA) y actualizar sus Planes de Emergencia Hospitalaria para el manejo clínico de casos probables o confirmados.
- Pruebas diagnósticas: Disponibilidad de laboratorios para medición de AST, ALT y bilirrubinas, fundamentales para la detección de complicaciones hepáticas.
- Medidas de aislamiento: Uso de toldillos no impregnados o habitaciones protegidas contra vectores para evitar transmisión intrahospitalaria.
- Equipos de respuesta: Conformación de brigadas epidemiológicas de campo, capacitadas en detección, notificación y respuesta ante casos sospechosos.
Comunicación de riesgo y sensibilización comunitaria
La circular subraya la importancia de una estrategia de comunicación asertiva para informar a residentes, viajeros y turistas sobre síntomas de alarma, medidas de prevención y la necesidad de vacunación. Las acciones incluyen:
- Difusión en medios locales y redes sociales: Mensajes permanentes desde días previos hasta la finalización del evento.
- Instalación de vallas informativas: Puntos de ingreso al municipio y zonas de alta afluencia con recordatorios sobre la vacunación y el autocuidado.
- Consentimiento informado: En caso de negativa a vacunarse, registro de una declaración de asunción de riesgo en PAIWEB.
Contexto y perspectivas
Según la Resolución 691 de 2025, que declaró la emergencia sanitaria nacional por fiebre amarilla, Colombia afronta un brote que exige coordinación intersectorial y enfoque diferencial según riesgos territoriales.
La OMS reporta que en América Latina 13 países tienen regiones endémicas para fiebre amarilla y destaca la necesidad de mantener coberturas de vacunación superiores al 80 % para evitar brotes urbanos de alto impacto.
El Ministerio de Salud busca con estas directrices garantizar que las celebraciones culturales y festivales, vitales para la identidad regional, se realicen sin comprometer la salud pública. La articulación con autoridades municipales, empresas de salud y organizadores de eventos es clave para mitigar riesgos y asegurar entornos seguros.
encuentre aquí la circular con las medidas para la prevención y control de la fiebre amarrilla.