Un nuevo estudio publicado en The Lancet Global Health revela que al menos 40 millones de mujeres cada año sufren problemas de salud a largo plazo después de dar a luz. Estas condiciones, que pueden persistir durante meses o incluso años, incluyen dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), dolor lumbar, incontinencia urinaria, ansiedad, depresión, dolor perineal, miedo al parto y la infecundidad secundaria.
Este estudio forma parte de una serie especial titulada “Maternal health in the perinatal period and beyond” (Salud materna durante el periodo perinatal y más allá) y busca llamar la atención sobre la necesidad de prestar mayor atención a la salud a largo plazo de las mujeres y las niñas.
Los expertos que llevaron a cabo este estudio argumentan que el sistema de salud debe reconocer y abordar de manera más efectiva estos problemas habituales, muchos de los cuales surgen después del período en el que las mujeres suelen tener acceso a los servicios de atención posnatal. Además, destacan la importancia de una atención adecuada durante el embarazo y el parto como factor clave para prevenir complicaciones y detectar riesgos que podrían derivar en problemas de salud duraderos.
La Dra. Pascale Allotey, Directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS, enfatiza que estas dolencias posnatales causan un sufrimiento significativo a las mujeres en su vida diaria, tanto a nivel emocional como físico, y sin embargo, a menudo se subestiman y no se les otorga la atención necesaria.
Los artículos destacan las deficiencias en la investigación clínica, la práctica y la política en relación a estas condiciones, a pesar de su alta prevalencia. Los autores no encontraron ninguna pauta de tratamiento eficaz reciente y de alta calidad para el 40% de las 32 afecciones prioritarias analizadas en el estudio. Además, no se encontraron pautas de alta calidad en países de ingresos bajos o medianos.
Medidas para reducir muertes de mujeres tras el parto
Se subraya la necesidad de un enfoque holístico para reducir las muertes maternas, que no solo se centre en las causas biomédicas inmediatas, sino también en los factores sociales, económicos y medioambientales que afectan a la salud de las mujeres. Entre estos factores se incluyen las desigualdades basadas en la raza o el género, el contexto económico, la nutrición, el saneamiento, los riesgos ambientales y la exposición a la violencia y los conflictos.
Joao Paulo Souza, Director del Centro Latinoamericano y del Caribe para Información en Ciencias de la Salud, destaca que la salud materna no debe ser una preocupación solo durante el embarazo, sino que se deben abordar todos los factores que influyen en la probabilidad de tener un embarazo saludable. Esto incluye el entorno en el que vive la mujer, los sistemas políticos y económicos, el acceso a alimentos nutritivos y el nivel de control que tiene sobre su vida.
