Medellín registra cero muertes por accidente cerebrovascular (ACV) en 2025 y alcanza una tasa de recuperación del 83% entre los 352 pacientes atendidos durante el primer semestre del año, según reportes oficiales de la Secretaría de Salud. Este resultado se asocia al fortalecimiento del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), la activación temprana de protocolos especializados y la ejecución de más de 116.800 acciones comunitarias del programa Medellín Te Quiere Saludable.
Con este desempeño, la ciudad consolida un modelo integral de atención y prevención que combina detección oportuna, educación ciudadana y articulación interinstitucional, posicionándose como referente nacional en la lucha contra el ACV.
Atención inmediata y cero mortalidad: un logro del Sistema de Emergencias Médicas
Entre enero y junio de 2025, el SEM de Medellín coordinó la atención de 352 casos de accidente cerebrovascular, garantizando el traslado de los pacientes a instituciones con capacidad neurointervencionista en menos de una hora.
De acuerdo con la secretaria de Salud, Natalia López Delgado, este sistema “articula a clínicas, hospitales y ambulancias para asegurar que las personas afectadas reciban atención oportuna en el nivel de complejidad que requieren”. Gracias a esta coordinación, el 83% de los pacientes se recuperó sin secuelas graves y no se reportaron muertes derivadas del evento cerebrovascular.
Según las guías de la American Heart Association (AHA, 2024), el tratamiento dentro de la primera hora es determinante para evitar secuelas neurológicas graves. Este cumplimiento de la denominada “ventana terapéutica” evidencia que Medellín dispone de una red operativa eficaz y protocolos estandarizados que maximizan las posibilidades de supervivencia, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).



Un modelo de prevención sostenido en la comunidad
El programa Medellín Te Quiere Saludable ha sido clave en la reducción de eventos graves. Solo en 2025 ha desarrollado 116.800 actividades de promoción y prevención, dirigidas a detectar factores de riesgo, educar a la población y fomentar hábitos protectores.
Entre las acciones más destacadas figuran el encuentro académico “Medellín, ciudad neuroprotegida”, realizado en la Universidad CES, y la Feria Ser Saludable, en la plazoleta de La Alpujarra, donde miles de ciudadanos participaron en jornadas de control de presión arterial, tamizajes cardiovasculares y asesorías nutricionales y psicológicas.
El enfoque territorial del programa ha permitido intervenir barrios y corregimientos con altos índices de riesgo, priorizando la detección de hipertensión, diabetes, obesidad y sedentarismo, principales factores asociados al ACV y otras enfermedades cardiovasculares.
Primer Distrito Neuroprotegido del país: un paso estratégico en salud pública
Con el respaldo del sector académico y científico, Medellín se convirtió en el primer Distrito Neuroprotegido de Colombia, una figura que agrupa esfuerzos de la academia, las IPS, el sector farmacéutico y las autoridades locales para fortalecer la atención neurológica de emergencia.
El neurocirujano Boris Pabón explicó que el acuerdo “permite consolidar una red que garantiza la respuesta integral ante eventos cerebrovasculares, desde el reconocimiento temprano de síntomas hasta la intervención especializada”.
El plan contempla la capacitación continua del talento humano en salud, la actualización de los protocolos clínicos y el acceso a neuroimágenes diagnósticas en menos de 60 minutos, en concordancia con las guías internacionales de manejo del ACV. Este avance posiciona a Medellín como una ciudad con infraestructura y gobernanza sanitaria adaptada a los desafíos de las enfermedades neurológicas agudas.
Cobertura total: más de 69.000 ciudadanos beneficiados
El trabajo intersectorial ha permitido llevar la prevención a toda la ciudad. En las 16 comunas y cinco corregimientos, la Secretaría de Salud reportó 50.978 actividades educativas, 28.642 intervenciones psicológicas breves, 17.984 valoraciones nutricionales y 29.996 tamizajes cardiovasculares, beneficiando a más de 69.000 personas.
Este despliegue territorial ha contribuido a detectar casos en etapas tempranas, canalizar a pacientes con factores de riesgo hacia servicios especializados y fortalecer el vínculo entre la atención primaria y el nivel hospitalario.
De acuerdo con la autoridad sanitaria distrital, los resultados confirman que la educación comunitaria y el seguimiento clínico son herramientas determinantes para disminuir la incidencia y gravedad del ACV en la población.
Reconocer los signos salva vidas: educación para la acción inmediata
Uno de los componentes centrales de la estrategia es la educación ciudadana en signos de alarma. Las autoridades recuerdan que los síntomas más comunes de un ACV son asimetría facial, dificultad para hablar y pérdida de fuerza en un lado del cuerpo.
“El mensaje es claro, ante cualquiera de estos signos, hay que acudir de inmediato a un servicio de salud. Cada minuto cuenta”, enfatizó el neurocirujano Boris Pabón.
La campaña, alineada con la iniciativa internacional “Tiempo es cerebro”, busca capacitar a la población para identificar los síntomas y activar la respuesta del SEM sin demora. Según la OMS, hasta el 90 % de los casos de ACV se pueden prevenir mediante el control de factores de riesgo y la atención médica oportuna.
Medellín marca un precedente nacional en atención y prevención del ACV
Con indicadores de gestión comprobados, una red de atención coordinada y una estrategia de prevención sostenida, Medellín se consolida como un referente nacional en la respuesta integral al accidente cerebrovascular. La ciudad demuestra que la combinación entre detección temprana, protocolos estandarizados y educación comunitaria puede reducir la mortalidad y mejorar los resultados clínicos de los pacientes.
El modelo implementado por la Secretaría de Salud del Distrito se perfila como una guía operativa para otros territorios que buscan fortalecer su capacidad frente a las enfermedades cerebrovasculares. Su estructura, basada en evidencia científica, articulación intersectorial y cobertura territorial, ha optimizado la coordinación entre niveles de atención y ampliado la capacidad del sistema sanitario para responder con eficacia a emergencias neurológicas en la población.
