En una intervención quirúrgica sin precedentes en el país, un equipo de especialistas del HIC Instituto Cardiovascular en Santander logró restaurar la función de ambos ventrículos del corazón de José Ángel Chacón, un niño de 8 años diagnosticado desde su nacimiento con una compleja cardiopatía congénita.
Este innovador procedimiento convierte al centro médico en pionero en Colombia en la implementación de esta técnica quirúrgica, que restaura la fisiología biventricular, evitando el deterioro progresivo que genera la circulación univentricular en pacientes pediátricos. Hasta la fecha, solo se han documentado alrededor de 100 casos a nivel mundial, lo que resalta el carácter avanzado de esta intervención.
Una nueva oportunidad para vivir sin límites – Santander
José Ángel había sido intervenido previamente en otra institución bajo un enfoque de circulación univentricular, una estrategia común en estos casos cuando se considera que solo uno de los ventrículos puede asumir ambas funciones del corazón. Sin embargo, tras una evaluación exhaustiva por parte del equipo del HIC, se determinó que ambos ventrículos presentaban viabilidad funcional, abriendo la posibilidad de revertir el enfoque inicial.
“Revertir la cirugía era un gran desafío, ya que significaba reconstruir por completo la forma en que la sangre circulaba por su corazón. El objetivo era que cada ventrículo cumpliera su función natural: uno enviando la sangre a los pulmones para oxigenarse y el otro distribuyendo al resto del cuerpo. Durante ocho años, solo uno había realizado ambas tareas”, explicó la Dra. Sara Mendoza Crespo, jefa de Cirugía Cardiovascular Pediátrica y Congénitas del HIC.
La especialista añadió que este tipo de reconstrucción representa una esperanza concreta frente a la evolución clínica habitual de los pacientes con circulación univentricular. “Con el tiempo, estos niños pueden desarrollar insuficiencia cardíaca y otras complicaciones severas que en muchos casos conducen a la necesidad de un trasplante de corazón. Nuestro objetivo con este procedimiento es minimizar esos riesgos y ofrecerles una mejor calidad de vida, además de prolongar su expectativa de supervivencia”, indicó.
Un procedimiento complejo de más de diez horas
La cirugía, que duró más de diez horas, fue descrita por el equipo como una de las más complejas realizadas en el centro hospitalario. Contó con el respaldo académico y técnico del Boston Children’s Hospital y la experiencia acumulada en casos similares tratados en centros de referencia internacional.
La intervención combinó cerca de cinco procedimientos quirúrgicos en una sola operación, lo cual exigió una coordinación precisa entre los equipos de cirugía cardiovascular, anestesiología y hemodinamia. Una de las fases más delicadas fue la reconstrucción de la circulación sanguínea, que implicó la desconexión de las conexiones previas de las venas cavas y su unión mediante un injerto vascular del Banco de Tejidos del HIC.
Resultados clínicos alentadores
El resultado fue altamente positivo. La recuperación postoperatoria de Ángel fue rápida y satisfactoria. Actualmente, el niño presenta una oxigenación óptima y puede participar activamente en actividades cotidianas que antes le eran imposibles, como correr, jugar fútbol o asistir al colegio sin restricciones físicas severas.
“Esta cirugía le ha dado una nueva oportunidad de vida a mi hijo. Hemos visto su recuperación, especialmente en actividades cotidianas que antes eran muy complejas. Estamos eternamente agradecidos con los médicos y con Dios por esta bendición”, manifestó José Alexis Chacón, padre del menor.
Un hito para la cirugía cardíaca pediátrica en Colombia
Este procedimiento representa un avance significativo en la cirugía cardiovascular pediátrica en el país, y posiciona al HIC como un referente nacional e internacional en la atención de cardiopatías congénitas complejas. La experiencia abre nuevas posibilidades para que más niños con condiciones similares puedan acceder a tratamientos innovadores y menos invasivos que reduzcan la dependencia de trasplantes y mejoren significativamente su calidad de vida.
En palabras del equipo médico, esta cirugía no solo transformó la vida de Ángel, sino que también sienta un precedente para la medicina cardiovascular infantil en Colombia, evidenciando que con evaluación integral, trabajo multidisciplinario y compromiso científico es posible ampliar los horizontes del tratamiento en niños con cardiopatías congénitas.