La Organización Mundial de la Salud advierte que el uso de guantes no sustituye la higiene de manos. En el marco del Día Mundial de la Higiene de Manos, el organismo llama a gobiernos y personal sanitario a redoblar esfuerzos para mejorar esta práctica esencial.
La higiene de manos, una herramienta vital y subutilizada
Pese a su eficacia comprobada, la higiene de manos sigue siendo una práctica insuficientemente aplicada en numerosos contextos clínicos a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado que esta medida sencilla y de bajo costo constituye una de las estrategias más eficaces para reducir la transmisión de infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS).
De hecho, la OMS estima que por cada dólar invertido en estrategias de higiene de manos se pueden generar hasta USD 24,6 en beneficios, incluyendo ahorro en costos de tratamiento, reducción de estancias hospitalarias y mejora en los desenlaces clínicos de los pacientes.
Guantes médicos: ¿aliados o barrera mal entendida?
El uso de guantes en contextos clínicos es esencial cuando existe riesgo de exposición a sangre o fluidos corporales, sin embargo, la OMS recuerda que no deben considerarse un sustituto de la higiene de manos.
El Dr. Bruce Aylward, Subdirector General de la OMS, fue categórico: “Los guantes pueden reducir el riesgo de infección, pero nunca sustituyen el lavado de manos. Esta práctica debe realizarse antes y después de cada contacto con el paciente, independientemente del uso de guantes”.
En la práctica diaria, el uso incorrecto de guantes es común. Profesionales de la salud no siempre se los cambian entre pacientes o intervenciones, lo cual puede generar contaminaciones cruzadas que aumentan el riesgo de infecciones nosocomiales.
Un problema de salud y de sostenibilidad ambiental
El impacto del uso excesivo e inadecuado de guantes no solo afecta la seguridad del paciente, sino que contribuye de forma significativa a la generación de residuos sanitarios. Un hospital universitario promedio en un país desarrollado genera alrededor de 1.634 toneladas de residuos al año, equivalentes a más de 360 elefantes africanos.
Gran parte de estos residuos podrían evitarse con una aplicación racional de guantes y una estricta adherencia a la higiene de manos. La mayoría de los guantes usados se clasifican como residuos infecciosos y requieren tratamientos especiales de incineración, lo cual sobrecarga aún más los sistemas de gestión ambiental en salud.
Realidades preocupantes: carencia de infraestructura y capacitación
A pesar de los beneficios ampliamente documentados, la OMS alerta que dos de cada cinco establecimientos de salud en el mundo no cuentan con servicios básicos de higiene de manos en los lugares donde se presta la atención. Esto representa un riesgo directo para más de 3.400 millones de personas que podrían verse expuestas a infecciones prevenibles.
Así mismo, la falta de recursos sumada a la escasa capacitación en protocolos de higiene y el uso incorrecto de guantes, evidencia una falla estructural en la prevención de infecciones dentro del sistema de salud global.
Llamado a la acción: cinco medidas clave propuestas por la OMS
Con motivo del Día Mundial de la Higiene de Manos, la OMS ha llamado a los Estados miembros y a los actores del sector salud a tomar medidas concretas y urgentes.
Estas son las cinco principales:
• Incluir el cumplimiento de la higiene de manos como indicador de desempeño de los sistemas nacionales de salud para 2026.
• Basar las estrategias nacionales en las directrices de la OMS sobre higiene de manos.
• Capacitar al personal en el uso adecuado de guantes y los cinco momentos para la higiene de manos.
• Evitar el uso innecesario de guantes para reducir residuos.
• Asegurar la disponibilidad de insumos para la higiene en los puntos de atención.
Este conjunto de acciones busca transformar la higiene de manos en una prioridad nacional, institucional y personal, con efectos positivos tanto en la salud de los pacientes como en la calidad del ambiente clínico.
Un mensaje claro: Guantes, a veces. Higiene de manos, siempre
Con su lema de 2025, la OMS sintetiza una verdad crítica: la prevención de infecciones no depende exclusivamente de insumos, sino de prácticas conscientes y sistemáticas. Promover la higiene de manos no es solo una cuestión técnica, sino también un acto ético de responsabilidad con los pacientes y colegas.
La higiene de manos debe considerarse un pilar de la seguridad del paciente. Para lograr un cambio significativo, se requiere liderazgo institucional, inversión en infraestructura, educación continua y una cultura de prevención que atraviese todas las capas del sistema de salud.
La próxima vez que alguien se coloque un par de guantes, también debería recordar lavarse las manos antes y después. Porque en salud, los gestos sencillos también salvan vidas.