La Presidencia de la República autorizó la prórroga de la medida de intervención forzosa administrativa sobre Famisanar EPS S.A.S. por un año más, a partir del 15 de septiembre de 2025 y hasta el 15 de septiembre de 2026. La decisión responde a la persistencia de deficiencias en los componentes financiero, técnico-científico y jurídico de la entidad, que continúan afectando su viabilidad y desempeño como aseguradora dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
El balance de la Superintendencia Nacional de Salud evidenció que, en el periodo comprendido entre noviembre de 2024 y mayo de 2025, Famisanar no logró superar problemas estructurales en su gestión operativa. Pese a los esfuerzos de reorganización adelantados durante la primera fase de la intervención, las fallas en la sostenibilidad financiera, la gestión de redes y el cumplimiento de obligaciones jurídicas mantienen a la EPS en una situación de riesgo para sus más de dos millones de afiliados.
El diagnóstico señala que las dificultades económicas han limitado la capacidad de pago oportuno a prestadores y proveedores, mientras que los problemas en el componente técnico-científico han generado barreras de acceso a servicios especializados. A nivel jurídico, la EPS enfrenta rezagos en la resolución de procesos contractuales y demandas que comprometen aún más su estabilidad.
Avances parciales en la red de prestadores de Famisanar EPS
Si bien la evaluación de la Supersalud reconoce algunos avances en la red primaria de atención, especialmente en la gestión de la atención básica y preventiva, los resultados siguen siendo insuficientes en la red complementaria, que incluye servicios especializados y de mayor complejidad.
Esta situación se traduce en demoras en autorizaciones, dificultades para la continuidad del cuidado y una afectación directa en la experiencia de los usuarios. De acuerdo con los reportes oficiales, la EPS aún no logra garantizar un acceso homogéneo a la atención en todas las regiones del país donde opera.
Rol de la Superintendencia Nacional de Salud
La medida de prórroga establece que la Superintendencia Nacional de Salud tendrá la facultad de levantar la intervención antes de cumplirse el plazo de un año, siempre que Famisanar demuestre avances significativos y sostenibles en la superación de las deficiencias identificadas.
La entidad reguladora mantendrá la supervisión estricta sobre los indicadores de gestión financiera, la articulación de redes prestadoras y el cumplimiento de los estándares de atención definidos en la normatividad vigente. Además, continuará aplicando el modelo de seguimiento a través del Sistema de Gestión y Control de las Medidas Especiales (FENIX), herramienta que permite monitorear en tiempo real el desempeño de la EPS intervenida.
Famisanar también deberá seguir reportando periódicamente al sistema FENIX, cumpliendo con los lineamientos de la Supersalud. Este mecanismo, implementado para centralizar la gestión de las entidades bajo medidas especiales, busca fortalecer la transparencia y el control sobre los recursos públicos de la salud.
El reporte constante en FENIX permitirá identificar alertas tempranas, hacer trazabilidad de las acciones de mejora y garantizar que los compromisos adquiridos en el marco de la intervención se ejecuten de manera verificable.
Impacto para los afiliados y retos inmediatos
La continuidad de la intervención representa una señal de incertidumbre para los afiliados de Famisanar, quienes dependen de la EPS para acceder a consultas médicas, medicamentos, tratamientos especializados y procedimientos de alta complejidad. Aunque el Gobierno asegura que el proceso busca proteger la prestación de servicios y garantizar la estabilidad del aseguramiento, la persistencia de problemas financieros y administrativos plantea interrogantes sobre la capacidad real de la entidad para responder a la demanda creciente del sistema.
Entre los retos inmediatos destacan:
- Fortalecer la sostenibilidad financiera mediante la reducción de deudas con prestadores y la adopción de medidas de saneamiento contable.
- Garantizar la continuidad del cuidado, con especial énfasis en patologías de alto costo y atención especializada.
- Mejorar la gestión jurídica para reducir la exposición a litigios y reclamaciones que drenan recursos críticos.
- Consolidar la red de atención complementaria, reduciendo tiempos de espera y evitando fragmentación en los procesos asistenciales.
Un panorama que exige decisiones estructurales
La prórroga de la intervención de Famisanar EPS se inscribe en un contexto más amplio de crisis del aseguramiento en salud en Colombia. Varias EPS de gran tamaño han sido intervenidas en los últimos años, en medio de déficits financieros acumulados, aumento de la siniestralidad y fallas en la gestión de riesgos en salud.
La extensión de la intervención hasta septiembre de 2026 convierte este periodo en una etapa crítica para definir el futuro de Famisanar EPS. El éxito de la medida dependerá de la capacidad de la entidad y de la Supersalud para implementar correctivos de fondo, que permitan recuperar la confianza de usuarios, prestadores y del propio sistema de salud.