Según el análisis realizado por la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), el gasto total en medicamentos en Colombia alcanzó $29,6 billones de pesos en 2024, de los cuales el gasto privado representó 33,2%. Entre 2021 y 2024, las transacciones de venta reportadas en el canal comercial pasaron de $7,6 billones a $9,8 billones, lo que equivale a un crecimiento nominal del 29%.
La información utilizada proviene de la base de datos SISMED, componente del SISPRO del Ministerio de Salud, que integra las transacciones primarias de venta reportadas por fabricantes e importadores.
Este crecimiento evidencia una paradoja: mientras el modelo de aseguramiento colombiano se caracteriza por su amplia cobertura, el gasto de bolsillo en medicamentos muestra una tendencia al alza, señalando tensiones entre las necesidades de la población y la capacidad del sistema de absorber dichos costos.

Impacto de la cobertura del PBS en la dinámica del gasto
Uno de los hallazgos clave del informe es que la cobertura del PBS ha alcanzado el 97,12% de los Códigos Únicos de Medicamentos (CUM) autorizados en el país. Esta ampliación explica las reducciones interanuales observadas en 2022 y 2023, cuando más medicamentos fueron incluidos en el plan financiado por el sistema.
No obstante, a pesar de esa cobertura casi universal, los colombianos continúan destinando una parte considerable de sus recursos personales a la adquisición de fármacos por fuera del canal institucional. Esta disposición a pagar de manera directa refleja tanto las dificultades financieras del sistema en los últimos años como las preferencias de los usuarios por ciertas tecnologías que no siempre se garantizan en la red pública o privada contratada por las EPS.
Tendencias terapéuticas y medicamentos más demandados
El informe de ACEMI dedica un capítulo al análisis de los grupos y subgrupos terapéuticos que concentran mayor inversión privada. Estos medicamentos, adquiridos principalmente en el canal comercial, corresponden en su mayoría a tratamientos crónicos y especializados, donde la oportunidad en el acceso y la percepción de efectividad influyen en la decisión de compra directa por parte de los pacientes.
Además, se identifican los fármacos más vendidos fuera del canal institucional, lo que permite trazar una relación entre el comportamiento de compra y las crecientes Peticiones, Quejas y Reclamos (PQR), que han llegado a niveles récord en los últimos meses. Este fenómeno evidencia que el gasto privado no necesariamente responde a una elección libre, sino que en muchos casos es resultado de barreras de acceso dentro del sistema.

Implicaciones para la sostenibilidad del sistema de salud
El aumento del gasto privado en medicamentos plantea un desafío estructural para la sostenibilidad del sistema de salud colombiano. Tradicionalmente, el país se ha destacado en la región por mantener uno de los gastos de bolsillo más bajos en comparación con sus pares latinoamericanos, gracias al modelo de aseguramiento con cobertura amplia.
Sin embargo, el hecho de que más de un tercio del gasto total en medicamentos provenga de los bolsillos de los ciudadanos sugiere que las dificultades financieras recientes del sistema están trasladando la carga económica a los hogares. Esta tendencia pone en riesgo la equidad, pues amplía la brecha entre quienes pueden pagar y quienes dependen exclusivamente de la cobertura institucional.
De acuerdo con el informe: “El incremento del gasto privado es diciente en un país cuyo modelo de aseguramiento está basado en la protección financiera individual y que durante muchos años ha tenido uno de los gastos de bolsillo más bajos de la región”.
Una oportunidad para el rediseño del sistema
El estudio no solo busca describir cifras, sino aportar al debate técnico sobre la necesidad de ajustes en la arquitectura financiera y regulatoria del sistema de salud. La evidencia presentada invita a los tomadores de decisiones a considerar un rediseño estructural que permita:
- Fortalecer la financiación del PBS, garantizando sostenibilidad a largo plazo.
- Incorporar de manera progresiva nuevos medicamentos al plan, minimizando el gasto privado innecesario.
- Mejorar los mecanismos de control y seguimiento de precios en el canal comercial.
- Generar incentivos para reducir las barreras de acceso que obligan a los pacientes a pagar de su bolsillo.
El informe concluye que la información basada en bases de datos públicas, como SISMED, es esencial para sustentar las decisiones de política pública. Solo a partir de datos precisos y análisis técnicos será posible avanzar hacia un sistema más justo, sostenible y centrado en las necesidades de la población.
Consulte el Informe Salud en Cifras Edición 7 de ACEMI completo aquí: