El 22 de julio es el día mundial del cerebro, una jornada para recordar la importancia de la salud cerebral, y promover el bienestar neurológico en todo el mundo. La conmemoración es una iniciativa de la Federación Mundial de Neurología (WFN, siglas en inglés) que este año centra su atención en el Plan de Acción Global Intersectorial (IGAP) con un enfoque en la epilepsia y otros trastornos neurológicos.
El cerebro, ese órgano vital que gobierna todas nuestras funciones, desde el pensamiento y la memoria hasta los movimientos y las emociones, requiere una atención especial. No obstante, enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Parkinson, los accidentes cerebrovasculares y otras condiciones neurodegenerativas siguen representando desafíos significativos para la salud pública a nivel mundial.
Según los datos más recientes de la OMS, la demencia es la séptima causa de mortalidad en el mundo y una de las principales causas de discapacidad. En esta categoría se ubica el alzhéimer, enfermermedad neurodegenerativa que representa entre el 60 y el 70% de los casos. Un informe publicado por la autoridad sanitaria global reveló que más de 55 millones de personas (8,1% de las mujeres y 5,4% de los hombres mayores de 65 años) vivían con demencia en 2019. 10,3 millones se encuentran en la Región de las Américas, aunque se prevé que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
Para entonces, el costo de la demencia en la región se estimó en US$ 364 mil millones. A nivel mundial, éste se calculó en US$ 1,3 billones y se prevé que aumente a US$ 1,7 billones para 2030 o a US$ 2,8 billones si se considera el aumento de los costos de atención. Y si bien existe el Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025, los esfuerzos todavía son insuficientes.
Con respecto al párkinson, trastorno del cerebro que se caracteriza por movimientos involuntarios (temblores, por ejemplo, se calcula que 10 millones de individuos están afectados. La organización alertó sobre el aumento desaforado en la prevalencia, pues se ha duplicado en los últimos 25 años. De acuerdo con Parkinson’s Foundation, los hombres son 1.5 veces más propensos a padecer la enfermedad en comparación con las mujeres.
Los accidentes cerebrovasculares (ACV), ocasionados por la interupción del flujo de sangre al cerebro, afectan a 15 millones de individuos cada año. Las estadísticas de la OMS muestran que 5.5 millones fallecen por esta causa. En 5 millones de casos, este evento causa discapacidad permanente. En términos de riesgo, la posibilidad de fallecimiento dentro de los 28 días posteriores a un evento isquémico del cerebro es del 28%, aumentando al 41% en un año y al 60% en cinco años.
Niños y jóvenes también pueden ser afectados por enfermedades del cerebro. Aquí varias de las más comunes:
El día mundial del cerebro es una oportunidad para generar conciencia sobre las enfermedades que afectan a niños y adolescentes. Entre las condiciones más comunes se encuentran la epilepsia, los trastornos del espectro autista, el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y las infecciones cerebrales como la meningitis.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños en el mundo tiene un trastorno del espectro autista. Aunque la causa exacta todavía no se conoce, se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales contribuye a su desarrollo. El diagnóstico temprano y las intervenciones adecuadas pueden mejorar significativamente la calidad de vida de estos niños, permitiéndoles desarrollar habilidades esenciales para su integración social.
El TDAH es otro trastorno común que afecta a aproximadamente el 5% de los niños en edad escolar. Se caracteriza por problemas de atención, hiperactividad e impulsividad. Para los niños y sus familias, el trastorno puede ocasionar dificultades para concentrarse y mantener el rendimiento escolar, así como entablar relaciones interpersonales. Actualmente, los tratamientos se basan en los enfoques multidisciplinarios para ayudar a mejorar los síntomas y las emociones en la vida cotidiana.
Las infecciones cerebrales, como la meningitis, también representan una amenaza significativa para la salud del cerebro. La meningitis, una inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, puede ser causada por bacterias, virus u otros microorganismos. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza severo y rigidez en el cuello. Si no se trata a tiempo, la meningitis puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte. La mayor carga de morbilidad se encuentra en una región del África subsahariana conocida como el “cinturón africano de la meningitis”, donde las epidemias de meningitis meningocócica y neumocócica son frecuentes.
