Cada 27 de julio se conmemora el día mundial del cáncer de cabeza y cuello, un tipo de cáncer que afecta a las células escamosas que recubren las superficies de la mucosa de la cabeza y el cuello. A continuación se exploran los diferentes aspectos de esta enfermedad, desde sus causas hasta los síntomas, el tratamiento y las opciones de rehabilitación disponibles.
Este tipo de cáncer puede afectar diferentes áreas, como la cavidad oral, la garganta, la laringe, los senos paranasales y las glándulas salivales. Se conoce como carcinomas de células escamosas de la cabeza y el cuello.
Tipos y ubicaciones del cáncer de cabeza y cuello
El cáncer de cabeza y cuello puede formarse en diferentes áreas del cuerpo, como la cavidad oral, la garganta (faringe), la laringe (órgano fonador), los senos paranasales y la cavidad nasal, y las glándulas salivales. Cada ubicación tiene sus propias características y síntomas específicos.
Cavidad oral: incluye los labios, la lengua, las encías, el interior de las mejillas, el paladar y la zona de la encía detrás de las muelas del juicio.
Garganta (faringe): se divide en nasofaringe, orofaringe e hipofaringe.
Laringe (órgano fonador): contiene las cuerdas vocales y el epiglotis.
Senos paranasales y cavidad nasal: son espacios huecos en los huesos de la cabeza que rodean la nariz.
Glándulas salivales: se dividen en mayores y menores y se encuentran en diferentes ubicaciones de la boca y el cuello.
Síntomas del cáncer de cabeza y cuello
Los síntomas del cáncer de cabeza y cuello pueden variar según la ubicación del tumor, pero algunos de los más comunes incluyen la presencia de un bulto en el cuello, una llaga en la boca o garganta que no sana, dolor de garganta persistente, dificultad para tragar y cambios en la voz.
En la cavidad oral, se observa la presencia de una lesión blanca o roja en la encía, lengua o mucosa bucal; la existencia de un nódulo o inflamación en el maxilar que provoca una mala adaptación o incomodidad de las prótesis dentales; así como sangrado o dolor inusual en la boca.
En la garganta (faringe), se experimenta dolor al tragar; persistencia de dolor en el cuello o la garganta; presencia de dolor o zumbido en los oídos; o dificultad para la audición.
En la laringe (órgano fonador), se manifiesta dificultad para respirar o hablar; dolor al tragar o dolor de oído.
En los senos paranasales y la cavidad nasal, se presenta congestión sinusal que no se alivia; sinusitis crónica (infección de los senos paranasales) que no responde al tratamiento con antibióticos; sangrado nasal; frecuentes dolores de cabeza; inflamación u otros problemas oculares; dolor en los dientes superiores; o dificultades con las prótesis dentales.
En las glándulas salivales, se observa hinchazón debajo del mentón o alrededor del maxilar; entumecimiento o parálisis de los músculos faciales; o dolor persistente en la cara, el mentón o el cuello.
Causas y factores de riesgo del cáncer de cabeza y cuello
El consumo de alcohol y tabaco, incluida la exposición pasiva al humo de tabaco, son los principales factores de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello. La infección por el virus del papiloma humano (VPH) también se ha relacionado con el cáncer de orofaringe. Otros factores de riesgo incluyen el consumo de betel masticable, la exposición laboral a ciertos materiales y la radiación dirigida a la cabeza y el cuello.
Frecuencia, prevalencia y tratamiento de este tipo de cáncer
El cáncer de cabeza y cuello representa aproximadamente el 4% de todos los cánceres en los Estados Unidos. Es más común en hombres que en mujeres y se diagnostica con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años. En 2021, se estima que más de 68,000 hombres y mujeres en los Estados Unidos recibirán un diagnóstico de este tipo de cáncer.
Su tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia o una combinación de estos. El plan de tratamiento depende de varios factores, como la ubicación y etapa del cáncer, así como la salud general del paciente.
Los hallazgos de estudios evidencian que los individuos afectados por neoplasias orofaríngeas asociadas al virus del papiloma humano (VPH) presentan un pronóstico considerablemente más favorable y una tasa de remisión más alta en comparación con aquellos que padecen tumores no relacionados con este y reciben el mismo protocolo terapéutico. Para esto, se llevan a cabo ensayos clínicos para investigar si los pacientes con cánceres causados por el VPH podrían beneficiarse de tratamientos menos agresivos, tales como inmunoterapia o radioterapia de menor intensidad.
El tratamiento puede tener efectos secundarios, como dificultad para masticar, tragar o hablar. También pueden ocurrir cambios en la apariencia física, la hinchazón y la rigidez del cuello, así como problemas con la producción de saliva y el sentido del gusto.
Rehabilitación y apoyo para los pacientes
La rehabilitación es una parte importante del proceso de tratamiento. Puede incluir fisioterapia, asesoramiento nutricional, terapia del habla y aprendizaje del cuidado de un estoma en casos de laringectomía. También puede ser necesaria la cirugía reconstructiva o el uso de prótesis dentales para restaurar funciones como la deglución y el habla.
Después del tratamiento, es importante recibir atención de seguimiento regular para detectar cualquier recurrencia o desarrollo de un segundo cáncer primario. Esto incluye exámenes físicos, pruebas de imagen y análisis de sangre. Además, se pueden ofrecer asesoramiento y apoyo para dejar de fumar, ya que este hábito aumenta el riesgo de recurrencia y desarrollo de nuevos cánceres.
Reducción del riesgo de un segundo cáncer primario
Las personas que han sido tratadas por cáncer de cabeza y cuello tienen un mayor riesgo de desarrollar un segundo cáncer primario en la misma área o en otras ubicaciones cercanas. Para reducir este riesgo, se recomienda adoptar hábitos de vida saludables. Además, es fundamental seguir las pautas de atención de seguimiento y realizar revisiones médicas regulares.
