El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Obstetricia y la mujer embarazada, esta fecha busca sensibilizar y concienciar a la población acerca de la mortalidad materna a nivel mundial. Además, este día sirve para homenajear a la especialidad médica de la Obstetricia y la Ginecología, las cuales, en su labor de procurar las mejores condiciones de salud a las mujeres embarazadas, durante la etapa de embarazo, parto y cuidados del recién nacido, contribuyen a la disminución de los índices de mortalidad materna y neonatal.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, cada año en América Latina, cerca de 8.400 mujeres mueren a causa de complicaciones en el embarazo, parto o puerperio. La situación de la mortalidad materna se ha vuelto muy grave y preocupante en Latinoamérica y el Caribe. Las inequidades de nivel socioeconómico, género, etnia, educación, lugar de residencia y edad son factores que determinan, en gran medida, la mortalidad materna.
Para minimizar estos riesgos fatales se hace indispensable la realización de controles prenatales durante la etapa de embarazo; aplicar acciones preventivas para la óptima salud reproductiva y de atención al parto y postparto; y además, proporcionar información a las futuras madres acerca de los cuidados del bebé, alimentación, lactancia e higieneLa pandemia de COVID 19 implicó un retroceso de 20 años en los indicadores de salud materna de la región. 9 de cada 10 muertes maternas son evitables si se aplican las medidas y recomendaciones que han demostrado ser efectivas, tales como, cuidados maternos de calidad, acceso universal a los métodos anticonceptivos y lucha contra las desigualdades en el acceso a la salud.
El organismo internacional, en el marco de esta problemática, gestiona su labor a través del Grupo de Trabajo para la Reducción de la Mortalidad Materna (GTR) lanzó la campaña Cero muertes maternas, bajo el concepto “evitar lo evitable” esta iniciativa que convoca a varias agencias de naciones unidas, llama a la acción para acelerar la reducción de la mortalidad materna y, en ese sentido, lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El GTR está integrado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas del inglés), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), la Confederación Internacional de Matronas (ICM), la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología, Fòs Feminista, Management Sciences for Health (MSH) y MOMENTUM Country and Global Leadership.
La muerte materna es un problema de salud y derechos humanos reconocido a nivel mundial. Se estima que el 80% de las muertes maternas podrían evitarse con una atención adecuada. Por lo tanto, es fundamental que las mujeres embarazadas asistan a sus consultas de control prenatal en centros de salud, para que los médicos puedan detectar riesgos y prevenir complicaciones, así como brindar atención adecuada durante el parto y en casos de emergencia.
Obstetricia y mortalidad materna
La reducción de la mortalidad materna en América Latina y el Caribe se ha estancado, tal como lo demuestran las cifras más recientes, que indican una razón de mortalidad materna de 67,2 muertes por cada 100,000 nacidos vivos. Los últimos datos del Grupo Interagencial de Estimaciones de Mortalidad Materna de las Naciones Unidas indican un panorama aún más grave, con una razón de mortalidad materna regional mayor a la previamente estimada y un descenso anual menor que el informado hasta el año 2015.
Las causas de la mortalidad materna más comunes en la región incluyen la hemorragia, la hipertensión inducida por el embarazo, complicaciones relacionadas con el aborto en condiciones de riesgo, la sepsis, y otras causas directas e indirectas.
Desde el GTR se hace hincapié en que adoptar una serie de medidas permitirá la creación de condiciones de mayor equidad en el acceso y cobertura universal de la salud sexual y reproductiva de calidad para las mujeres, niñas, niños y adolescentes de la región, para lo cual entregan un documento llamado “Consenso Estratégico Interagencial para la Reducción de la Morbi-mortalidad Materna: orientaciones estratégicas para el decenio 2020-2030”.
El texto, entre otras cosas, resalta la necesidad de invertir en sistemas de salud resilientes que aseguren el continuo en la atención de la salud sexual y la salud reproductiva para todas las mujeres, así como desarrollar la capacidad de respuesta oportuna y eficiente en entornos de emergencia humanitaria y sanitaria.
Así mismo, se busca que este documento facilitará la labor de decisores políticos, gobiernos nacionales y locales, organizaciones de la sociedad civil y otras agencias e instituciones, al momento de determinar las inversiones prioritarias para acelerar los logros en materia de salud materna y salud sexual y reproductiva y, en particular, al asegurar que estos avances alcancen a todas las mujeres, en particular a aquellas que han quedado atrás y que han visto socavados sus derechos como producto de las profundas inequidades y desigualdades que persisten en la región.