La demencia, una de las enfermedades más desafiantes de nuestro tiempo, afecta a cerca de 10 millones de personas anualmente. Sin embargo, el conocimiento sobre el curso de la enfermedad, incluyendo la supervivencia y el tiempo hasta la necesidad de cuidados en residencias, sigue siendo limitado y fragmentado.
Para abordar esta necesidad no cubierta, un equipo de investigadores neerlandeses analizó datos de más de 5 millones de pacientes recopilados a lo largo de 40 años. Este ambicioso estudio, basado en 261 publicaciones científicas, busca redefinir el entendimiento del pronóstico de la demencia y aportar información vital para planificar el futuro de los afectados.
Con un seguimiento promedio de siete años, los estudios, en su mayoría de Europa y América del Norte, subrayan el impacto crítico de la demencia en la supervivencia. El diagnóstico a los 85 años acorta la vida en dos años, a los 80 en tres a cuatro años, y a los 65 en hasta 13 años, marcando una diferencia crucial en cada etapa.
“Los estudios futuros sobre el pronóstico individualizado idealmente deberían incluir a los pacientes en el momento del diagnóstico, teniendo en cuenta factores personales, factores sociales, estadio de la enfermedad y comorbilidad, al tiempo que evalúan medidas de resultados funcionales relevantes más allá de la mera supervivencia”, destacan los autores de la investigación publicada en la revista The BMJ.
¿Es posible predecir cuánto vivirá un paciente diagnosticado con demencia?
La edad juega un papel determinante en la supervivencia promedio tras el diagnóstico, según un análisis exhaustivo de los datos. Mientras que las mujeres diagnosticadas a los 60 años tienen una expectativa de vida de 8,9 años, los hombres diagnosticados a los 85 años enfrentan un promedio de solo 2,2 años de supervivencia.
Supervivencia promedio por tipo de demencia:
La enfermedad de Alzhéimer tiene un tiempo mediano de supervivencia más alto, con 5.7 años, en contraste con otras formas de demencia. La demencia frontotemporal tiene un tiempo mediano de supervivencia de 5.2 años. No obstante, los estudios centrados en este ámbito y cohorte son más reducidos y podría no reflejar datos reales.
La demencia por cuerpos de Lewy tiene un tiempo de supervivencia de 4.3 años. Éste es similar a la demencia asociada al párkinson y a la demencia vascular.
Las diferencias culturales y de tipo de demencia también marcaron una brecha en los resultados. Las poblaciones asiáticas registraron una supervivencia promedio 1,4 años más larga, y los pacientes con alzhéimer tuvieron una ventaja similar en comparación con aquellos afectados por otras formas de demencia.
La convivencia y la educación han emergido como factores significativos en el pronóstico de la demencia, según nuevos hallazgos. Vivir con un cónyuge o familiares está asociado con una mayor supervivencia, posiblemente debido al apoyo del cuidador o al momento del diagnóstico, aunque se necesitan estudios adicionales para precisar estas causas. Por el contrario, las personas con educación superior parecen experimentar una progresión más rápida después del diagnóstico, una observación que refuerza la teoría de la reserva cognitiva: aunque inicialmente resisten más los efectos de la lesión cerebral, al agotarse su reserva, la enfermedad avanza de manera más acelerada.
Los hallazgos de este estudio también revelan un cambio temporal: mientras que los estudios clínicos muestran una supervivencia ligeramente más prolongada en las últimas décadas, este efecto no se observa en los estudios basados en la comunidad. Esto podría reflejar avances en el diagnóstico temprano en entornos clínicos, pero no necesariamente una mejora en la supervivencia general de la población con demencia.
