En un contexto de creciente presión fiscal, desabastecimientos recurrentes y necesidad de optimización de recursos en el sistema hospitalario público, el departamento de Cundinamarca dio un paso ejemplar al implementar una estrategia de compras conjuntas para medicamentos y material médico quirúrgico, logrando un ahorro superior a $10.772 millones en su red pública hospitalaria.
La iniciativa, formalizada mediante la Convocatoria Pública No. 02 de 2025, fue liderada por el Hospital Universitario de la Samaritana con el respaldo técnico de la Secretaría de Salud de Cundinamarca, y tuvo como eje central la articulación de nueve Empresas Sociales del Estado (ESE) del departamento. Con una inversión consolidada de $35.693 millones, esta acción colaborativa representa una de las apuestas más ambiciosas en contratación pública del sector salud en lo corrido del año.
¿Cómo se estructuró la compra?
Del total invertido, $18.453 millones fueron destinados a la compra de medicamentos y $17.240 millones a material médico quirúrgico. El diseño de la estrategia respondió a criterios técnicos rigurosos de calidad, costo-eficiencia y trazabilidad, aspectos clave para garantizar el suministro oportuno de insumos esenciales en hospitales de segundo nivel. Las instituciones participantes fueron:
- Hospital Universitario de la Samaritana
- Hospital San Rafael de Pacho
- ESE Región de Salud de Soacha
- Hospital San Francisco de Gachetá
- Hospital San Rafael de Facatativá
- Hospital San Rafael de Fusagasugá
- Hospital San Rafael de Cáqueza
- Hospital El Salvador de Ubaté
- Hospital Pedro León Álvarez Díaz de La Mesa
Estas entidades coordinaron esfuerzos administrativos y técnicos para unificar necesidades, validar estándares de calidad, generar economías de escala y asegurar transparencia en la selección de proveedores, cuya publicación oficial se realizó el 23 de abril de 2025.
Un modelo replicable para todo el país
Más allá del impacto económico, el modelo de compras conjuntas aplicado en Cundinamarca se consolida como una práctica destacable en gobernanza sanitaria, por su capacidad para:
- Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
- Prevenir riesgos de corrupción en procesos contractuales.
- Garantizar acceso equitativo a insumos en zonas rurales y dispersas.
- Estimular la oferta de productos con mejor relación calidad-precio.
En palabras de funcionarios locales, esta experiencia debe ser vista como una “guía técnica replicable en otras regiones del país”, especialmente en momentos donde las limitaciones presupuestales obligan a innovar en modelos de abastecimiento y contratación pública en salud.
Transparencia, legalidad y colaboración interinstitucional
Uno de los factores determinantes en el éxito del proceso ha sido el respeto al marco normativo y la articulación institucional. La convocatoria se desarrolló conforme a los lineamientos de la contratación estatal y bajo el principio de participación plural de oferentes, permitiendo así condiciones de competencia justa.
El liderazgo de la Secretaría de Salud del departamento y el compromiso activo de los equipos directivos de las ESE fueron decisivos para alcanzar los resultados proyectados. “Esta estrategia no solo genera ahorros económicos, sino que fortalece la confianza ciudadana en la gestión pública del sistema de salud”, afirmaron voceros de la administración departamental.
Con esta compra consolidada, los hospitales públicos de Cundinamarca podrán garantizar un flujo estable de insumos durante el año 2025, lo que se traduce en mejoras concretas en la atención a pacientes, reducción de tiempos en procesos logísticos, y mayor capacidad de respuesta ante emergencias o aumentos en la demanda de servicios.
En especial, se prevé que la disponibilidad de medicamentos esenciales y material médico quirúrgico tenga impacto positivo en áreas como cirugía general, urgencias, hospitalización, ginecoobstetricia y atención primaria.