El Instituto Nacional de Salud (INS) fue escenario de la instalación de la primera mesa de trabajo del Clúster de Salud, una iniciativa co-liderada por el Ministerio de Salud y Protección Social, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el propio INS. Este espacio reúne a entidades estatales, cooperación internacional, instituciones académicas y representantes de la sociedad civil con el fin de robustecer la preparación y la capacidad de respuesta ante brotes, alertas epidemiológicas y emergencias en salud pública.
La estrategia, concebida tras los aprendizajes que dejó la pandemia de la covid-19 y frente a la persistencia de enfermedades como dengue, zika y fiebre amarilla, busca consolidar un modelo nacional que articule recursos, conocimientos y acciones para enfrentar amenazas sanitarias cada vez más complejas y desafiantes.
Un espacio para coordinar la respuesta ante epidemias y pandemias
La creación de esta mesa de trabajo representa un paso clave en la institucionalización de un mecanismo de coordinación permanente dentro del Clúster de Salud en Colombia. Según el INS, el grupo técnico tendrá como funciones principales identificar brechas en la preparación, diseñar protocolos unificados y fortalecer la capacidad de respuesta en los territorios, especialmente en aquellos con mayores vulnerabilidades.
El encuentro inaugural contó con la participación de agencias de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, cooperación bilateral y multilateral, instituciones académicas y actores comunitarios. La OPS, junto con el Ministerio de Salud y el INS, asumirá la coordinación bajo un modelo de co-liderazgo, respetando los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.
En este contexto se anunció también la conformación de la Mesa Técnica de Epidemias y Pandemias, un instrumento que permitirá articular esfuerzos de prevención y respuesta frente a enfermedades como dengue, fiebre amarilla, zika, chikungunya y, más recientemente, la covid-19, que demostró la necesidad de fortalecer las capacidades nacionales frente a crisis de gran escala.
Funciones estratégicas del Clúster de Salud
La mesa operará con un enfoque técnico y operativo orientado a optimizar la respuesta nacional. Entre sus principales funciones se encuentran la detección temprana de brechas en preparación, la elaboración de protocolos técnicos ajustados a las directrices de la OMS y la OPS, el intercambio de información epidemiológica en tiempo real y el apoyo operativo directo a los territorios más vulnerables, con especial énfasis en zonas fronterizas y comunidades con alta exposición a brotes.
De acuerdo con la OPS, el modelo de clúster permite maximizar los recursos disponibles, evitar la duplicidad de esfuerzos y garantizar la coherencia en la atención de emergencias sanitarias.
Productos esperados y beneficios para el sistema de salud colombiano
La mesa de trabajo generará herramientas técnicas y operativas destinadas a fortalecer el sistema de salud frente a riesgos emergentes. Entre los productos esperados se incluyen un protocolo nacional de preparación y respuesta para epidemias y pandemias, mapas de capacidades y recursos con identificación de brechas regionales, boletines técnicos periódicos que integren información epidemiológica actualizada y recomendaciones adaptadas a distintos contextos territoriales y poblacionales. Estos insumos ofrecerán a las autoridades nacionales y locales un soporte técnico sólido para la toma de decisiones rápidas y basadas en evidencia, lo que contribuirá a reducir la morbilidad, la mortalidad y los costos sociales derivados de emergencias sanitarias.
Implicaciones para el sistema de salud y los actores internacionales
La instalación de esta mesa constituye un precedente en la forma en que Colombia articula a la cooperación internacional, el Estado y la academia en la preparación sanitaria. En la práctica, significa contar con una mayor capacidad de respuesta a brotes gracias a protocolos unificados, un mejor aprovechamiento de los recursos internacionales al alinearlos con prioridades nacionales, y un fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, especialmente relevante en un país donde el dengue y la malaria siguen representando una alta carga endémica.
Además, refuerza el compromiso de Colombia con la seguridad sanitaria global, en coherencia con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y con la agenda de la OMS orientada a la prevención y control de epidemias.
La apuesta del país para enfrentar futuras emergencias de salud
El Clúster de Salud funcionará de manera permanente, con evaluaciones anuales que permitirán ajustar protocolos y estrategias según evolucione la situación epidemiológica nacional. Esta dinámica garantizará la incorporación de aprendizajes derivados de experiencias pasadas, como la respuesta a la covid-19, y la adaptación frente a nuevas amenazas vinculadas al cambio climático, los movimientos migratorios y los determinantes sociales de la salud.
Expertos en salud pública han destacado que la institucionalización de estos mecanismos representa una ganancia estructural para la gobernanza sanitaria, al trascender coyunturas políticas y apoyarse en la cooperación internacional y la evidencia científica.
La instalación de la primera mesa de trabajo del Clúster de Salud se convierte, en este sentido, en un avance significativo para la consolidación de un modelo colaborativo e integral en la preparación y respuesta frente a emergencias en Colombia. Su impacto dependerá de la capacidad para articular a los diferentes actores, transformar la cooperación internacional en resultados concretos y garantizar que las poblaciones más vulnerables reciban una atención oportuna y efectiva frente a brotes y crisis sanitarias.
Este esfuerzo sitúa al país en mejores condiciones para enfrentar futuras epidemias y pandemias, reforzando la resiliencia del sistema de salud y alineándose con estándares internacionales de seguridad sanitaria.
