el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dio un paso significativo en el ámbito de la salud penitenciaria para adolescentes con la inauguración de la primera unidad extramural de salud dentro de un centro de detención para menores. Esta unidad, que operará en el Centro de Atención Especializado Hogar Masculino de Bogotá, brindará atención integral a más de 240 adolescentes y jóvenes que cumplen sanciones privativas de la libertad. Con esta iniciativa, Colombia da un avance crucial hacia la garantía de derechos de la población juvenil en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA).
La salud como derecho fundamental de los adolescentes en conflicto con la ley
El acceso a servicios de salud de calidad es uno de los derechos fundamentales más básicos, y su garantía se vuelve aún más crítica cuando se trata de adolescentes que se encuentran bajo medidas de privación de libertad. Estos jóvenes, en su mayoría provenientes de contextos de vulnerabilidad, enfrentan barreras significativas para acceder a atención médica adecuada, tanto por la exclusión social como por la falta de infraestructura de salud dentro del sistema penal juvenil.
En este contexto, la inauguración de la unidad extramural de salud del Bienestar Familiar representa una estrategia innovadora para proporcionar atención integral en un entorno donde el derecho a la salud ha sido históricamente limitado. La unidad ofrecerá servicios como medicina general, odontología, nutrición, psicología, psiquiatría y laboratorio clínico, cubriendo así las necesidades físicas y mentales de los adolescentes privados de libertad.



Un modelo extramural: el enfoque innovador de la atención en salud penitenciaria
El modelo extramural de salud es una estrategia pionera que lleva la atención médica a los propios centros de reclusión, en lugar de depender de la transferencia de los internos a hospitales externos. Este enfoque permite no solo la atención de urgencias, sino también el seguimiento de patologías crónicas, la prevención de enfermedades, y el tratamiento psicológico y psiquiátrico, crucial en una población que a menudo enfrenta altas tasas de trastornos mentales y problemas de salud derivados de su entorno.
Janeth Alemán, directora (e) de la Regional Bogotá del ICBF, destacó la importancia de esta unidad, subrayando que es fruto de un trabajo articulado con la Subred Integrada de Servicios de Salud Sur de Bogotá. Alemán señaló: “Es gratificante consolidar estos espacios, pensados y creados con un trabajo articulado y con acciones concretas que fortalecen y garantizan el bienestar de la adolescencia y la juventud”.
Este modelo no solo mejora el acceso a la atención sanitaria, sino que también contribuye a la humanización de la atención médica en el contexto penitenciario, promoviendo una visión integral que va más allá de la simple intervención médica.
Garantizando derechos en el sistema de responsabilidad penal para adolescentes (SRPA)
El Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) ha sido diseñado para aplicar sanciones a los jóvenes en conflicto con la ley, pero también para garantizar su rehabilitación y reintegración social. Dentro de este marco, el acceso a la salud no solo es un derecho, sino también una herramienta fundamental para el proceso de rehabilitación.
Adriana Tierradentro, directora de Protección del ICBF, subrayó la relevancia de la unidad extramural al expresar: “Con esta unidad de salud extramural reafirmamos que la garantía de derechos de los adolescentes y jóvenes que están cumpliendo una sanción privativa de la libertad debe ser un hecho. Garantizar el derecho a la salud de ellos y ellas debe ser una prioridad y, nuestros esfuerzos para que así sea, un compromiso incesante a fin de que la atención sea humanizada e integral”.
La inauguración de esta unidad forma parte de una estrategia más amplia para mejorar las condiciones de vida de los adolescentes en el sistema penal, y responde a las recomendaciones internacionales de la ONU, que instan a los gobiernos a garantizar la salud y el bienestar de todos los menores, independientemente de su situación legal.
Desafíos y oportunidades en la atención en salud para adolescentes privados de libertad
A pesar de este avance, la implementación de modelos de salud extramurales enfrenta una serie de desafíos. Uno de los más significativos es la integración efectiva de servicios médicos con los aspectos educativos y rehabilitadores del sistema penal juvenil. Además, la formación y sensibilización de los profesionales de la salud sobre las necesidades particulares de esta población, que incluye problemas psicológicos, sociales y de salud mental, es fundamental para el éxito del programa.
Otro reto es la sostenibilidad del modelo. El financiamiento y la logística necesaria para mantener estas unidades extramurales de salud en funcionamiento deben ser gestionados de manera eficiente para garantizar su permanencia y expansión. Además, será crucial que el modelo sea replicable en otras regiones del país, de modo que la cobertura se amplíe a todos los adolescentes bajo el SRPA.
Por otro lado, la unidad extramural también ofrece una oportunidad única para fortalecer la articulación entre las instituciones encargadas de la salud, la justicia y la protección infantil. La creación de estos espacios de atención integral permite que los diferentes actores del sistema trabajen juntos para mejorar la calidad de vida de los adolescentes y garantizar su reincorporación exitosa a la sociedad.
Impacto de la iniciativa en la reintegración social de los adolescentes
Más allá de la atención en salud, el impacto de esta unidad extramural podría tener un efecto transformador en el proceso de reintegración social de los adolescentes. La salud mental, por ejemplo, juega un papel fundamental en la rehabilitación, ya que muchos de estos jóvenes han sufrido traumas y experiencias adversas que afectan su bienestar emocional y su capacidad para desarrollarse de manera saludable.
El modelo extramural de salud busca no solo tratar enfermedades físicas, sino también abordar los problemas psicológicos y emocionales que estos jóvenes enfrentan, lo que les permitirá tener mejores oportunidades para reintegrarse socialmente una vez que cumplan su condena.