Lesiones por armas son ahora la principal causa de muerte entre los niños y jóvenes estadounidenses

Desde el 2017 las lesiones por armas de fuego se posicionaron como la principal causa de muerte en los Estados Unidos.
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Las lesiones provocadas por accidentes de tránsito fueron la causa más común de muerte de niños y jóvenes adultos entre 1 y 24 años de edad en los Estados Unidos durante los último 60 años. Sin embargo, esta tendencia cambió y a partir del 2017 las lesiones relacionadas con armas de fuego ocuparon el primer lugar y se convirtieron en la causa más común de muerte entre este grupo poblacional, según un análisis publicado en The New England Journal of Medicine (NEJM).

Este cambio se produjo debido tanto al número creciente de muertes relacionadas con armas de fuego en este grupo de edad como a la reducción casi continua de muertes por accidentes automovilísticos. El gráfico a continuación muestra la tendencia:

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Causa de muerte
Mortalidad por accidentes automovilísticos y armas de fuego entre niños, adolescentes y adultos jóvenes, Estados Unidos, 2000–2020.

El cruce de las líneas se da en 2017 cuando los accidentes de tránsito disminuyen, a la vez que las muertes por armas de fuego crecen. La disminución en el primer caso se debe principalmente a un enfoque concertado de prevención que adquirió el país desde ese año, mientras que el aumento de la segunda causa se perfila ahora como un problema de salud pública.

Es preciso mencionar, que entre 2000 y 2020, el número de muertes relacionadas con armas de fuego entre niños, adolescentes y adultos jóvenes aumentó de 6998 (7,30 por 100 000 personas) a 10.186 (10,28 por 100 000 personas), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Para hacer frente a este fenómeno es necesario implementar políticas que reduzcan el peligro relacionado con el producto y la ocurrencia de situaciones peligrosas con el mismo, es decir aplicar el principio de la reducción de daños.

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Este principio surtió un buen efecto en la tasa de muertes por accidentes de tránsito y también impactó las tasas de lesiones graves no mortales asociadas con accidentes de auto en personas de todas las edades. En el año 2000 estas lesiones causaron 13.049 muertes entre jóvenes (13,62 por 100.000 personas), mientras que en 2020 solo se presentaron 8.234 decesos, es decir 40% menos.

Armas de fuego sin un marco legal en EE.UU

Hace dos décadas, los CDC proclamaron que la reducción de las muertes atribuibles a los accidentes automovilísticos era uno de los logros de salud pública más importantes del siglo XX. Lo que es más importante, Estados Unidos estableció una infraestructura que permitió mejoras continuas en la seguridad de los vehículos motorizados. Al frente de este esfuerzo ha estado la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), una agencia federal cuya misión es salvar vidas y prevenir lesiones causadas por accidentes de tránsito. Sin embargo, las armas de fuego son uno de los pocos productos cuya seguridad no está regulada por una agencia federal designada. De hecho, su porte es permitido en varios estados.

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Lo que resulta peor es que entre 1996 y 2019, se asignaron pocos fondos federales de investigación para la prevención de lesiones por armas de fuego, debido en gran parte a la Enmienda Dickey. En contraste, la reducción de la accidentalidad automovilística fue un foco del país durante muchos años e incluso varias agencias no gubernamentales se unieron a la causa, sin mencionar el robusto componente económico destinado a este fin.

Por el contrario, muchos estados han facilitado el acceso a las armas de fuego a los niños y adultos jóvenes, así como a los adultos con antecedentes penales. Algunos estados no requieren verificaciones de antecedentes cuando las armas de fuego se compran a vendedores privados, como en ferias de armas. En los últimos años, muchos de los mismos estados han aprobado leyes que permiten a las personas portar un arma oculta sin un permiso. 

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