Recientemente, la Academia Americana de Dermatología (AAD, siglas en inglés) hizo una actualización a las guías de manejo de dermatitis atópica. Las modificaciones abren la posibilidad al tratamiento con terapias avanzadas en aquellos pacientes que no respondan al tratamiento tópico.
Las pautas, publicadas en la revista científica JAAD, abarcan tanto los usos aprobados como los no aprobados de las terapias sistémicas y la fototerapia, incorporando los tratamientos recientemente desarrollados desde la última actualización, que tuvo lugar casi una década atrás. Entre estos se incluyen los biológicos y los inhibidores orales de la Janus quinasa (JAK), así como los inmunomoduladores y antimetabolitos orales o inyectables más antiguos, los antibióticos orales, los antihistamínicos y los inhibidores de la fosfodiesterasa-4.
Además, las directrices muestran un respaldo sólido a la evidencia para dupilumab, tralokinumab, abrocitinib, baricitinib y upadacitinib. Además, recomiendan de manera condicional la fototerapia, así como el uso de ciclosporina, metotrexato, azatioprina y micofenolato, pero desaconsejan el empleo de corticosteroides sistémicos.
De las 11 recomendaciones respaldadas por evidencia para el tratamiento de adultos con dermatitis atópica resistente a medicamentos tópicos, el grupo de trabajo categoriza 5 como “fuertes”, fundamentadas en evidencia sólida, mientras que el resto se consideran “condicionales”. El primer término “fuertes” indica que los beneficios superan claramente los riesgos y las cargas, aplicándose a la mayoría de los pacientes en la mayoría de las circunstancias, y cumpliendo con las buenas prácticas clínicas. Por otro lado, “condicional” implica que los beneficios y riesgos están equilibrados para la mayoría de los pacientes, pero la acción adecuada puede variar según el paciente o los valores de otras partes interesadas, de acuerdo con los investigadores.
Uso de anticuerpos monoclonales en dermatitis atópicas
La actualización de la guía destaca que, el uso de los anticuerpos monoclonales (dupilumab y tralokinumab) está aprobado por la FDA para dermatitis atópica. Tras varias revisiones a la evidencia científica, los expertos resaltan el “excelente historial de seguridad” y pocos problemas de seguridad emergentes importantes después de más de 5 años en la práctica clínica. El uso del biológico también fue considerado de primera línea por un panel internacional de expertos (realizado antes de la aprobación de tralokinumab y los inhibidores de JAK) para su uso en poblaciones especiales de adultos, incluidos los adultos mayores y aquellos con enfermedad renal, enfermedad hepática, hepatitis viral, VIH o antecedentes de cáncer.
Tralokinumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra la interleucina-13, es el segundo fármaco biológico aprobado para la EA. En múltiples ensayos clínicos, tralokinumab a dosis estándar (600 mg al inicio seguidos de 300 mg cada 2 semanas) mejoró significativamente los signos y síntomas de pacientes con dermatitis atópica. Sin embargo, “no hay estudios comparativos que evalúen tralokinumab frente a otros tratamientos sistémicos”, se lee en la guía publicada.
“La ciclosporina, el metotrexato, la azatioprina y el micofenolato son sustancialmente menos costosos que los productos biológicos y los inhibidores orales de JAK; sin embargo, no conocemos análisis formales de costo-efectividad que comparen estos tratamientos. Debido a la menor certeza de la evidencia en relación con los medicamentos más nuevos, la posibilidad de eventos adversos graves, incluidas infecciones y disfunción orgánica, la necesidad de un control de laboratorio estricto y la ausencia de aprobación de la FDA para su uso en la dermatitis atópica, no consideramos que estos medicamentos sean los primeros en administrar”, indican.