Un avance significativo en la investigación y desarrollo de tratamientos para la demencia ha surgido en el Reino Unido, donde más de 20.000 voluntarios se han unido a un recurso innovador destinado a acelerar la creación de medicamentos tan necesarios para combatir esta enfermedad que afecta a millones en todo el mundo.
Este esfuerzo sin precedentes permitirá a científicos de universidades y la industria llevar a cabo ensayos clínicos con personas sanas que podrían tener un mayor riesgo de demencia, con el objetivo de probar la eficacia de nuevos medicamentos para ralentizar el deterioro de funciones cerebrales clave, incluida la memoria, y retrasar la aparición de la demencia.
Científicos han demostrado que dos mecanismos corporales importantes como los son la inflamación y el metabolismo desempeñan un papel en el deterioro de la función cerebral en el envejecimiento. Se espera que el en el 2050 cerca de 139 millones de personas vivan con demencia en todo el mundo. El primer ministro del Reino Unido hizo el lanzamiento de la Misión contra la Demencia Dame Barbara Windsor, con el compromiso de duplicar la financiación de la investigación sobre esta enfermedad.
Avances recientes demuestran cómo los medicamentos desaceleran la progresión de la enfermedad, los dos tratamientos principales solo tienen un efecto pequeño y la mayoría de nuevos enfoques que han funcionado en estudios con animales fracasan en los ensayos clínico con pacientes.
Una razón para estos fracasos es que los medicamentos se prueban en individuos que ya presentan pérdida de memoria, lo cual puede resultar en que sea demasiado tarde para detener o revertir la enfermedad. Por ende, es imperativo comprender qué ocurre antes de que aparezcan los síntomas en las etapas tempranas de la enfermedad y evaluar nuevos tratamientos antes de que los individuos consulten al médico por problemas cognitivos. Este enfoque demanda una extensa cohorte de participantes dispuestos a participar en estudios clínicos y experimentales sobre el deterioro cognitivo.
Nuevas investigaciones en búsqueda de tratamiento para la demencia
Un estudio publicado en la revista Nature Medicine, liderado por la Universidad de Cambridge en colaboración con la Sociedad de Alzheimer, revela que la cohorte de genes y cognición del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) BioResource ha reclutado a 21.000 personas entre los 17 y 85 años para este crucial proyecto.
En el estudio de genes y cognición, los investigadores emplearon pruebas cognitivas, datos genéticos, así como información de salud y demográfica para realizar el primer análisis a gran escala de los cambios cognitivos. Esto posibilitará al equipo reclutar participantes para investigaciones sobre deterioro cognitivo y nuevos tratamientos para esta condición.
Una compañía farmacéutica con un nuevo fármaco prometedor para combatir el deterioro cognitivo podría reclutar individuos a través de BioResource según su perfil e invitarlos a participar en el ensayo clínico. Contar con una medida inicial de su desempeño cognitivo permitirá a los científicos determinar si el fármaco logra frenar el deterioro cognitivo previsto.
El profesor Patrick Chinnery, copresidente de NIHR BioResource, destacó la importancia de reclutar a personas sin signos de demencia para avanzar en la comprensión de los mecanismos genéticos y fisiológicos que influyen en el deterioro cognitivo. Identificar factores como la inflamación y el metabolismo como posibles objetivos para nuevos tratamientos es un paso crucial hacia la lucha contra la demencia.
“Sabemos que con el tiempo nuestra función cognitiva disminuye, por lo que hemos trazado la trayectoria esperada de varias funciones cognitivas diferentes a lo largo de la vida de nuestros voluntarios de acuerdo con su riesgo genético. También hemos hecho la pregunta: “¿Cuáles son los factores genéticos? ¿Mecanismos que te predisponen a un deterioro cognitivo lento o rápido a medida que envejeces?'”
A través de la investigación, el equipo ha identificado dos mecanismos que parecen influir en la cognición a medida que envejecemos y podrían ser objetivos potenciales para retardar el declive cognitivo y, por consiguiente, postergar la aparición de la demencia. El primer mecanismo es la inflamación, en la cual las células inmunitarias específicas del cerebro y del sistema nervioso central (conocidas como microglía) desencadenan un deterioro gradual en el cerebro y, por ende, en su capacidad para llevar a cabo funciones cognitivas clave. El segundo mecanismo está vinculado al metabolismo, especialmente en cómo se descomponen los carbohidratos en el cerebro para liberar energía.
El Dr. Richard Oakley, de la Sociedad de Alzheimer, enfatizó la relevancia de este estudio para comprender las enfermedades que causan demencia y desarrollar tratamientos efectivos en las primeras etapas. Con un futuro en el que uno de cada tres nacidos en el Reino Unido desarrollará demencia, la investigación y la participación activa en estudios son clave para vencer esta enfermedad.
Este esfuerzo conjunto entre la academia, la industria y la sociedad civil demuestra un compromiso sólido en la búsqueda de soluciones innovadoras que puedan cambiar el curso de la demencia y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
