La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central que afecta a más de dos millones de personas en todo el mundo. Aunque existen tratamientos convencionales, un estudio reciente propone una terapia radicalmente diferente que ha demostrado ser altamente efectiva en casos agresivos de la enfermedad. Se trata del autotrasplante de células madre hematopoyéticas.
Los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar ampliamente de una persona a otra y a lo largo del curso de la enfermedad, dependiendo de la ubicación de las fibras nerviosas afectadas.
Entre los síntomas comunes se encuentran: Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades, que a menudo afecta un lado del cuerpo a la vez; hormigueo; sensaciones de choques eléctricos que ocurren al mover el cuello, especialmente al inclinarlo hacia adelante (signo de Lhermitte); falta de coordinación; marcha inestable o incapacidad para caminar; pérdida parcial o total de la visión, generalmente en un ojo a la vez, a menudo acompañada de dolor al mover el ojo; visión doble prolongada; visión borrosa; vértigo; problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga; fatiga; habla arrastrada; problemas cognitivos; trastornos del estado de ánimo.
Las células madre hematopoyéticas son responsables de dar origen a diferentes tipos de células sanguíneas y se encuentran principalmente en la médula ósea. Este tipo de trasplante ha sido utilizado tradicionalmente en el tratamiento de cánceres de sangre como la leucemia. Sin embargo, ahora se ha demostrado que también puede ser eficaz en el tratamiento de la EM.
Procedimiento por células madre para tratar la esclerosis múltiple
El procedimiento consiste en extraer células madre de la médula ósea del paciente y cultivarlas en condiciones controladas. Posteriormente, el paciente recibe quimioterapia para suprimir su sistema inmune disfuncional y las células madre cultivadas se reintroducen en su torrente sanguíneo. Esto tiene como objetivo “resetear” el sistema inmune, deteniendo su ataque al propio cuerpo.
Un estudio publicado en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry evaluó los resultados de esta terapia en 231 pacientes con EM remitente-recurrente. Los resultados fueron asombrosos: casi tres cuartas partes, es decir, el 73% de los pacientes no mostraron evidencia de esclerosis multiple después de 5 años y casi dos tercios equivalente al 65% después de 10 años. Además, la tasa de recaídas anuales se redujo drásticamente del 1,7 al 0,035 en el periodo de seguimiento.
Si bien algunos pacientes experimentaron efectos secundarios, como infecciones bacterianas, estos fueron manejables en la mayoría de los casos, la neutropenia febril (recuento bajo de glóbulos blancos acompañados de fiebre alta) el más común de los síntomas. Los investigadores reconocen que este estudio es observacional y carece de un grupo de comparación, lo que limita la capacidad de extraer conclusiones definitivas, pese a ello, concluyeron que el autotrasplante de células madre hematopoyéticas debería considerarse un estándar de atención para casos de esta enfemedad muy activa.
Sin embargo, a pesar de los resultados prometedores, esta terapia aún no ha sido adoptada en la mayoría de las directrices clínicas nacionales para el tratamiento de la esclerosis múltiple. Esto destaca la necesidad de más investigación y discusión en el ámbito médico para adoptar técnicas que demuestren ser seguras y efectivas en el tratamiento de enfermedades crónicas como la EM.
