La Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) ordenó la intervención forzosa administrativa para administrar la Empresa Social del Estado Universitaria del Atlántico, en Barranquilla, por un periodo de un año. La decisión se tomó luego de evidenciar 49 hallazgos de carácter asistencial, administrativo y financiero que ponen en riesgo la calidad y continuidad de los servicios de salud.
La medida implica la separación inmediata de la gerente, la remoción de la junta directiva y la designación del doctor Fredys Miguel Socarrás Reales como agente especial interventor, quien asumió las funciones de representante legal de la entidad. Socarrás cuenta con amplia trayectoria en el sector salud y deberá presentar, en los próximos 30 días, un plan de trabajo para atender las deficiencias detectadas.
Fallas en la atención y riesgos para los pacientes
Los hallazgos encontrados por la Supersalud reflejan un deterioro significativo en la prestación de servicios. Entre las principales deficiencias asistenciales se destacan:
- Inadecuada e insegura atención a los usuarios.
- Incumplimiento en la adherencia a los protocolos de la Ruta Integral de Atención en Salud Materno–Perinatal.
- Ausencia de activación de rutas psicosociales, fundamentales para la atención integral.
- Falta de seguimiento a las condiciones ambientales de conservación de medicamentos en los servicios asistenciales.
- Desabastecimiento de medicamentos e insumos médico–quirúrgicos para la atención de pacientes.
- Deficiencias en infraestructura que comprometen la seguridad en la atención.
- Inadecuado manejo de residuos hospitalarios y fallas en los procesos de esterilización.
Crisis financiera y administrativa
En el componente financiero, la entidad enfrenta un déficit presupuestal progresivo, producto de haber comprometido la mayoría de sus gastos sin contar con la totalidad de los ingresos. La Supersalud advirtió una inadecuada gestión financiera que genera desequilibrio operativo.
A nivel administrativo, se señaló además una ineficaz gestión del talento humano, lo que agrava las dificultades para garantizar servicios con oportunidad, calidad y seguridad.
Con esta decisión, la Supersalud busca garantizar que la ESE Universitaria del Atlántico pueda restablecer su capacidad de atención a la población y superar los riesgos identificados. El agente interventor designado deberá establecer un plan correctivo que abarque los componentes asistenciales, administrativos y financieros, bajo estricta supervisión del ente de control.
Además, la medida se enmarca en las funciones de inspección, vigilancia y control de la Supersalud, que mantiene la facultad de intervenir a prestadores de servicios de salud cuando se comprueban riesgos que afecten de manera directa a los usuarios y comprometan la sostenibilidad de la atención.