Un estudio realizado por el Instituto Noruego de Salud Pública ha revelado que las vacunas COVID-19 podrían estar relacionadas con el sangrado vaginal inesperado en mujeres de diferentes etapas reproductivas.
En un artículo publicado en Science Advances titulado “Sangrado vaginal inesperado y vacunación contra la COVID-19 en mujeres que no menstrúan”, un equipo de investigadores de salud pública detalla sus hallazgos que sugieren que la proteína de pico del virus SARS-CoV-2, objetivo de las vacunas, podría estar implicada en esta situación.
La investigación examinó la asociación entre la vacunación COVID-19 y el sangrado vaginal inesperado en mujeres posmenopáusicas, perimenopáusicas y premenopáusicas que no menstruaban. Se incluyeron aproximadamente 22.000 participantes, de 32 a 64 años, y personas mayores, de 65 a 80 años.
Resultados asociados al sangrado vaginal posvacunación
Los resultados mostraron que el 3,3% de las mujeres posmenopáusicas, el 14,1% de las mujeres perimenopáusicas y el 13,1% de las mujeres premenopáusicas informaron sangrado vaginal inesperado, tasas que superan en más de tres veces las esperadas. Además, alrededor de la mitad de las mujeres lo experimentaron dentro de los 28 días posteriores a la vacunación.
El estudio también sugiere que el tipo de vacuna puede influir en el riesgo de sangrado vaginal. En particular, la vacuna Spikevax (Moderna), que contiene una dosis más alta de ARNm, se asoció con un mayor riesgo de sangrado vaginal en mujeres premenopáusicas en comparación con la vacuna Comirnaty (PFIZER).
Es importante destacar que no se encontraron diferencias aparentes en el riesgo de sangrado entre el grupo que utilizaba dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales y el grupo que no los utilizaba, lo que sugiere que el mecanismo no está relacionado con alteraciones hormonales.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la investigación tiene limitaciones, como la falta de datos sólidos sobre los efectos de la vacunación posterior a la COVID-19. Aunque se recopiló información directamente de las mujeres encuestadas, es posible que el sangrado vaginal inesperado no se informe lo suficiente en circunstancias normales.
Estos hallazgos destacan la necesidad de realizar más estudios, vigilancia y notificación de problemas de salud específicos de las mujeres. Además, se requiere una investigación adicional para determinar si ocurren eventos similares con otras vacunas o medicamentos.
Es fundamental señalar que este estudio se basa en datos recopilados en Noruega y puede haber diferencias en las tasas de sangrado vaginal asociadas con las vacunas en otras regiones del mundo. Se necesitan más investigaciones para evaluar la generalización de estos hallazgos a nivel global y determinar si existen factores adicionales que puedan influir en el riesgo de sangrado posvacunación.
Además, es importante destacar que los beneficios de la vacunación contra la COVID-19 superan los posibles riesgos asociados. Las vacunas han demostrado ser altamente efectivas para prevenir infecciones graves y reducir la propagación del virus. Es fundamental que las mujeres consulten a sus médicos o proveedores de atención médica si experimentan sangrado después de recibir la vacuna para recibir una evaluación y orientación adecuadas.
Aunque el sangrado vaginal inesperado posvacunación es un fenómeno poco común, la investigación proporciona información importante sobre una posible asociación entre las vacunas COVID-19 y este síntoma en mujeres de diferentes etapas reproductivas.
